Mano dura contra la delincuencia en Singapur


En Singapur se gobierna con mano de dura. Hace 10 años había 500.000 presos; al cabo de seis meses, hoy, sólo quedan 50. Todos los criminales confesos y probados fueron fusilados o llevados a la horca. Toda figura pública corrupta (políticos, policías, militares, etc.) fueron fusilados (con pruebas solidas que los involucraba). Los empresarios ladrones fueron fusilados o huyeron rápidamente del país. Los drogadictos que dormían en las calles huyeron del país vía Malasia so pena de tener que realizar trabajos forzados o de ser fusilados. El mensaje del gobierno del PAP (partido del pueblo) en todos los medios advertía que el país tenía un cáncer y la única solución era extirparlo. La familia en cuyo seno había "familiares extirpados", es considerada como peligro para la nación y se les controla. 

Después de haber realizado la limpieza en el país, se reorganizó el sistema político, judicial y penal y se convocó a elecciones. El primer ministro se postuló como candidato a la presidencia y ganó las elecciones con casi el 100% de los votos. Hoy Singapur es uno de los países más seguros y desarrollados para vivir. Es más seguro que Estados Unidos, Gran Bretaña, Saudí Arabia, España o Israel. Al aterrizar en Singapur, el documento de desembarque tiene una leyenda en letra roja bastante grande y una explicación sobre la pena de muerte vigente en el país por posesión de drogas. Con cero tolerancia, el poseedor de droga es fusilado o condenado a cadena perpetua con trabajos forzados. Un surfista brasileño ingresó a Singapur con una tabla de surf llena de cocaína. Obviamente encontró su propia muerte. La madre del traficante apareció en la televisión brasileña pidiendo al presidente Lula que intercediera por su hijo pero no tuvo éxito. Ni la madre, ni Lula, ni las protestas de los derechos humanos impidieron la ejecución de la ley. 

En los hoteles hay una Guía de la Ciudad que explica que la policía de Singapur garantiza la integridad física de cualquier mujer durante 24 horas al día. Anteriormente en Singapur, se vivía sin ley ni orden, y las mujeres que salían solas eran violadas o asesinadas con frecuencia. Pero ahora eso se acabó. También está prohibido mascar chicle ni arrojarlo a la acera ni es posible distribuir volantes por las calles; solamente pueden colgarse dentro de las tiendas, y no se pueden entregar a los clientes con el fin de que no ensucien las calles. En el 2010 la secretaria de un amigo local que estaba haciendo un trabajo allí, fue perseguida por la policía desde su casa hasta el trabajo. Cuando llegó, la policía le indicó que se detuviera. Uno de los policías llegó a la ventana de su coche y le dijo: “Como usted sabe señora, estamos haciendo una campaña de civismo en el tránsito. Los infractores reciben una multa y damos bonificaciones a los que conducen correctamente. Durante todo el trayecto la señora no cometió ninguna infracción”. El policía la felicitó y entregó un cheque equivalente a US$ 78 y pidió a la señora que firmara el recibo.

Según el diario singapurense Straits Times, el director de Instituciones Penitenciarias, Ng Joo Hee, confirmó recientemente la decisión de paralizar la construcción de dos cárceles en las que estaba previsto gastar 472 millones de dólares. La razón es la disminución de la población penal, que llegó a las 11.768 personas, equivalente al 0,25 de total de sus habitantes. ¿Qué opinas de estas medidas?