Un problema, un desafío.


El concepto de resiliencia, la capacidad de soportar las crisis y adversidades y recobrarse, ofrece valiosas posibilidades a los enfoques de la investigación, intervención y prevención que procuran fortalecer a las parejas y a las familias .

Se suele considerar que la resiliencia reside en cada individuo y se descarta a la familia por entender que en este sentido es disfuncional.

En este artículo se propone una concepción sistémica de la resiliencia , enmarcada en un contexto ecológico y evolutivo y se presenta el concepto de resiliencia familiar atendiendo a los procesos interactivos que fortalecen con el transcurso del tiempo tanto al individuo como a la familia.

Al ampliar nuestra comprensión del funcionamiento normal de la familia , este concepto brinda un marco útil para identificar y apuntalar ciertos procesos claves que permiten a las familias superar las crisis o los estados persistentes de estrés .

La resiliencia relacional puede seguir muchos caminos variando a fin de amoldarse a las diversas formas, recursos y limitaciones de las familias y a los desafíos psicosociales que se les plantean.

Un conjunto de creencias y narrativas compartidas que fomenten sentimientos de coherencia , colaboración, eficacia y confianza son esenciales para la superación y el dominio de los problemas.

Las intervenciones destinadas a robustecer la resiliencia familiar tiene particular relevancia para sortear los rápidos cambios sociales y la incertidumbre que hoy enfrentan las familias.

Mientras que una crisis o un estado persistente de estrés puede derrumbar a algunas familias; otras emergen de ellos fortalecidas y con mayores recursos.

El enfoque centrado en la resiliencia procura identificar y apuntalar ciertos procesos interactivos fundamentales que permiten a las familias soportar los mecanismos disociadores y recobrarse. Al adoptar la perspectiva de la resiliencia se deja de ver a las familias como entidades dañadas y se las empieza a ver como grupos capaces de enfrentar los desafíos reafirmando sus posibilidades de reparación.

Este enfoque se funda en la convicción de que tanto el crecimiento del individuo como el de la familia, pueden alcanzarse a través de la colaboración ante la adversidad.

Las investigaciones sobre resiliencia familiar buscan indagar acerca de la resiliencia individual , destacando la influencia decisiva de las relaciones y del apoyo social para luego proponer una concepción sistemática de la resiliencia desplazando el foco de los rasgos individuales a los procesos de interacción que deben ser comprendidos en su contexto ecológico y evolutivo.

A partir de este punto de vista se expone el concepto de resiliencia familiar el cual involucra procesos que fomentan la resiliencia relacional como unidad funcional .

Al ampliar nuestra comprensión del funcionamiento familiar normal al que típicamente se lo ve fuera de contexto en el aquí y ahora y en condiciones ajenas a los estados de estrés , el enfoque basado en la resiliencia examina a cada familia teniendo en cuenta sus particulares recursos y limitaciones y los desafíos que se le plantean .

Estos pueden variar desde las tensiones previsibles en las épocas normativas de transición en el ciclo vital ( la jubilación, el divorcio, o un nuevo matrimonio), pasando por la pérdida súbita del empleo o la muerte imprevista de un miembro fundamental de la familia hasta las prolongadas tensiones que impone la migración o la violencia urbana.

La forma en que una familia hace frente a tales desafíos es decisiva para su recuperación o la de los individuos que la integran .

La resiliencia abarca numerosos y variados procesos recursivos a lo largo del tiempo, desde el modo en que una familia se prepara ante una crisis, hasta las disociaciones causadas por sus secuelas inmediatas y adaptaciones mediatas.

Procesos muy eficaces para abordar ciertos desafíos pueden no servir para otros.

La resiliencia relacional incluye los esquemas organizativos , los procesos de comunicación y de resolución de problemas, los recursos comunitarios y la reafirmación de los sistemas de creencia.

Tiene especial importancia una coherencia narrativa que ayude a los miembros de la familia a conferir sentido a sus experiencias de crisis, y genere colaboración, eficacia y confianza en la superación de los retos que sufre la familia.

Se sugiere reencauzar las indagaciones y las reacciones, centrándolas no en los problemas y fracasos de las familias, sino en la manera en que pueden superar con éxito los desafíos con que se topan..

Los enfoques basados en la resiliencia familiar son particularmente pertinentes para nuestra época pues preparan a la familia para enfrentar la incertidumbre y los desafíos futuros con el apoyo mutuo, la flexibilidad y la innovación indispensables si se pretende contar con una gran fortaleza evolutiva frente a un mundo que cambia muy rápidamente.