La Campanilla

Otro complemento también imprescindible durante la celebración de la Santa Misa es la campanilla, que con su repique indica a los fieles algunos momentos culminantes, como son: el Sanctus, después del Prefacio; el Hanc ígitur, cuando el celebrante posa sus manos extendidas sobre la Hostia y el Cáliz; y además, a cada elevación, la genuflexión del comienzo, el punto máximo de altura y la genuflexión del final.Procura tú aprovechar cada toque de campanilla para estar atento en la misa que oyes, y acostúmbrate a conducirte en los tres toques de cada elevación de esta forma que te aconsejamos: al primer y tercer toques, procura que tu inclinación de cabeza coincida con la genuflexión del Celebrante, adorando al Santísimo Sacramento; y al segundo toque de cada elevación, alza la cabeza y dirige ávidamente tu devota mirada hacia la Hostia y el Cáliz, los cuales son precisamente elevados para que puedan contemplarlos todos los fieles.