La Santa Misa


La Santa Misa es la acción más grande que se puede realizar en este mundo. En ella el mismo Dios baja sobre el altar, convirtiéndose el pan en el Cuerpo vivo y real de Jesucristo, y el vino en su preciosa Sangre.

Los Ángeles, aunque de una manera invisible, están alrededor del altar con gran devoción, respeto y cantando.

Además es el mismo sacrificio del Calvario renovado del Cuerpo y de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que Él mismo instituyó para perpetuidad en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección.

Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la vida eterna.

Jesucristo instituyó la Eucaristía el Jueves Santo, "la noche en que fue entregado" (1Co 11,23), mientras celebraba con sus Apóstoles la Última Cena.