Las cuerdas de su guitarra parecen estremecerse cuando sus dedos las hacen vibrar. Una melodía armoniosa se conjuga con su voz mientras en el aire comienzan a danzar algunas notas musicales. Ya no es la niña que solía componer a escondidas y sufría de miedo escénico. Ahora es una joven mujer dispuesta a conectar a las personas a través de sus canciones.
Ella es Laura Guevara, o como algunos le dicen cariñosamente “Laurita”, quien abrió las puertas de su casa a Lindartadas y decidió compartir su historia. Sigue leyendo