Qué lindo y familiar que resulta el cariñoso trato que hacemos los salteños con aquellas personas que apreciamos. Las tratamos de “hermano”, “hermana”. Y si el cariño es mucho más profundo el trato es de “ñaño” o “ñaña” según el género. A veces ponemos más corazón y el énfasis llega hasta “ñañito” o “ñañita”. Cuando los salteños usamos palabras que terminan en “ito” o “ita” no nos referimos a que el sustantivo al que hacemos uso sea pequeño; lo que queremos marcar es puro corazón, el cariño y el apego que tenemos a la persona, animal o cosa…
-Cómo andas ñañito!!!
-Bien, ñaño querido!!! Y vos??
-Lindo ché; pero vos venís a arrastrarle el poncho a mi ñaña no??
-Nooo hermanito!! No ay ser… Toy de pasadita nomás.
-Jajjjaja. Mirá que no tengo un pelo de opa.
A este diálogo, los salteños lo entendemos bien. Se está armando una pareja y el hermano de la buenamoza ya anda “zorriando”, antes de que se sepa la novedad. Pero por el trato, vamos descubriendo que si lo quiere y acepta al futuro cuñado, sino no lo trataría de “ñaño”. Así es, el “ñaño” es el amigo más querido y muchas veces coincide esto con el verdadero hermano.
Pero… de dónde viene esto de ñaño o ñaña?? Es un resultado propio de nuestra salteñidad?? Mmmmm… no todo en nuestro diccionario fue traído en barco, por aquellos antiguos conquistadores castellanos. Algunas acepciones los esperaban en estas Indias milenarias.
El origen de esta palabra se encuentra en el quechua “ñaña”, ya que ñaño (con “o” al final) no existe en esa lengua primitiva. En el blog ecuatoriano “Colofón – Conspicuo 08” pude leer que Ñaña, literalmente significa “hermana de ella” y que el Diccionario Académico registró esta palabra en 1927. Agrega la página consultada que el escritor Carlos Joaquín Córdova Malo, explica que “Ñaña es un quichuismo españolizado, ya que para referirse al masculino, el hablante acudió por analogía al castellano y empleó la terminación en –o en lugar de la –a del femenino” por lo que no existe en esa lengua la palabra Ñaño, pues en quichua “hermano con respecto a su hermano lleva el nombre de huauqui, desconocido en castellano; y, hermano con respecto a la hermana es turi; hermana con respecto a la hermana, ya vimos, es ñaña; y, por último, la hermana con respecto al hermano es pani. La sutil e ingeniosa y no menos rica nomenclatura de la relación del parentesco entre hermanos en quichua, como puede observarse no tiene paralelo en la lengua española”, dice el mencionado estudioso.
Claro, al español le resultó difícil todas estas palabras y cortó por lo sano, diciendo ñaña por hermana y ñaño por hermano.
Por lo tanto debemos de saber que “Ñaña o Ñaño” no son palabras propias de los salteños ya que en Bolivia, Ecuador y Perú es usado como adjetivo que significa “unido por amistad íntima”. También es un adjetivo en Colombia y Panamá que significa “consentido, mimado en demasía”. En Panamá: “dicho de un homosexual o con tendencia a la homosexualidad”. En Ecuador: “hermano de padre y madre”. En Perú significa niño o persona que está en la niñez”. En Chile: “Hermano mayor”. En Argentina y Chile. Hermana mayor. En Chile: “niñera En Nicaragua:"excremento”.
Y que me cuentan ñaños queridos??