por Andres pascual hernandez
http://comunicadorhispano.com
Por Andrés Pascual
Antes de “ir al grano”, un ejemplo del trabajo sucio que hace el Nuevo Herald contra el exilio y a favor del desastre que ha generado el califa en la presidencia y lo que falta: un materialito no contra el Estado Judío, sino, por lo que se ve, antisemita casi:
http://www.elnuevoherald.com/2013/09/27/1577369/dora-amador-iran-si...
Aclaro que la autora abandonó el periodismo para convertirse en una “sierva de la Iglesia”, que no es ex presa, ni balsera ni marielita; pero, lamentablemente para mí y todos mis paisanos anticastristas, es pinareña.
Dora Amador, parodiando la frase cliché que inventó Univisión, es “uno de nuestros bochornos provincial”. A continuación, desempolvo un artículo que escribí sobre mi “co-provinciana” en un blog-almacén que tuve en agosto del 2011:
http://laguarapachanga.blogspot.com/2011/08/ventana-con-vista-al-la...
Siempre establezca relaciones, que la vida es una cadena y cada acontecimiento un eslabón: ¿Cómo es posible que alguien que se autocalifica "obrera-o del Señor" pueda coincidir ni con una sola idea-decreto de Obama? El mayor tesoro de Dora Amador es una foto junto al Cardenal Ortega. Creo que sobra cualquier otro dato de su posición política.
Yo le propongo a todas las madres cubanas que nunca permitan la presencia de Ortega ni en los velorios ni en el entierro de sus hijos asesinados por la tiranía y… por la iglesia castrista: ¡APÁRTATE SATANÁS!
Ya mi esposa ratificó que Obama, Reid, Pelosi y la ganga mintieron sobre el OBAMACARE: de $49.00 quincenales a $111.00 su seguro, es decir, el plan macabro de los comunistas de la Choza los desmanteló al incorporarlos a la ley.
El problema no solo radica en dilatar el tiempo ni en eliminarlo de raíz, sino en buscar la forma de quitar al califa y su entorno o vendrán tiempos peores, si cabe, y, si con lo que tenemos “no hay Dios que aguante”, imagine por un momento el “futuro esplendoroso” que nos espera.
Bueno, al grano: EN DEFENSA DE ZOE VALDÉS fue lo primero que pensé como título para este material, porque eso es, una defensa de esta tremendísima cubana por dos cosas: tiene los timbales que le faltan a todos los que la atacan para enfrentar las consecuencias derivadas de su actitud y es una gloria literaria genuina de la Cuba que uno quisiera y no existe.
Zoe, como Roberto Luque Escalona, afortunadamente vivos, le hace un daño enorme a la tiranía: se lee, se escucha, se huele y no hace falta explicar las causas. Verificable en la manera cómo intentan situar a Yoani Sánchez en plan de competencia de nuestra habanera insignia, a ese esperpento angustia del objetivo pro-social, contra una profesional que transita de la novela comprometida a la poesía erótica como ni Carilda, hasta caer, por efecto de su fama y conocimientos, en los brazos de jurados internacionales de un cine tan exigente como el europeo. Zoe es trascendental, Yoani todavía desconoce el significado.
Se me antoja que tratan de imponer un capítulo ajustado, nuevo y oportunista del enfrentamiento de nunca acabar: civilización contra barbarie, a no dudarlo, Zoe defiende la trinchera de lo civilizado; lo bárbaro se supone en qué cubil lo “amamantan”.
Tratando de promocionar la personalidad de celofán de la chica rica del Nuevo Vedado como alternativa a la autora de La Nada Cotidiana, han comprado todo lo que han podido: partidos de izquierda, revistas y periódicos de izquierda, una columna en un periódico español pro-castrocomunista, premios… hasta la liberal Times la tuvo entre los 100 más influyentes y todavía no adivino por qué.
En Europa han acabado, presumiblemente, vaciaron el presupuesto del “quinquenio” con el objetivo de apuntalar las piernas podridas y pestilentes, débiles por falta de principios y de moral patriótica más que por naturaleza, de este Frankestein de cuneta, dedicada a cronicar con errores el diario habanero del barrio marginal castrista.
Siempre que necesito ubicar la conducta de alguien famoso, por lo general me pregunto ¿Le hace falta la controversia al individuo? ¿Cuánta más fama podría adquirir por la discusión?
Lo que quiero decir es que Zoe Valdés pudiera vivir mucho mejor, más rica y más adulada, si no interviniera en los problemas internos de Cuba, pero de esa enfermedad han padecido todos los autores prestigiosos de la patria.
Y tanto que afectó a G. Caín (Guillermo Cabrera Infante) para un Nobel merecido, por cierto, maestro y mentor de la laureada escritora.
La Revolución, aunque es parte indudable del entorno y de la obra literaria de Zoe Valdés, no hizo a la poetisa-narradora, porque ninguna influencia antisocial, ariete contra los Derechos del Individuo, moldea escritores de valores sublimes y Zoe los tiene, su prosa, su cosmos.
Y es que ese experimento sin gloria ni credibilidad no puede sobreponerse a la imposibilidad de que nunca puedan contar con el talento y la fama de Zoe para apoyar sus mentiras y sus crímenes.
Por el contrario, quizás tuviera muchísimos guatacas castristas opinando “positivamente” sobre su obra, que no entenderían, como hoy tampoco, incluso que jamás la han leído, pero no sería igual en objetividad personal ni, mucho menos, como declaración de ética de una generación que trata de mantener vivos a toda costa los valores eternos de la tradición cubana.
Su mundo realidad-ficción, de la forma como lo proyecta, no es encasillable en los moldes de un narrador cualquiera, sino en el de los que dejan huellas como rutas, es decir patrones del género.
Como modelo de la literatura cubana a quien, como a Cabrera Infante o a Luque Esalona, y no comparo, sino igualo en intención, le ha costado superar el lado siniestro en una batalla que solo concluirá si se logra redimir a Cuba sobre las cenizas del comunismo, de un régimen ideológico decidido a liquidar su obra con la ofensa y el desprestigio, imposible ante el valladar que es su propia brillantez como narradora y amparada por buena parte del mundo que la reconoce como tal.
Hoy es una gloria, en poco tiempo una leyenda y después será un mito de las letras cubanas, que perdurará como los autores que nunca cambiaron su patria por estímulos inmorales y degradantes de los principios, pero sacrificaron el alma máter y el vivir mejor de su profesión por el único compromiso válido de esta: la rebeldía ante el canon neo-esclavista y deshumanizante del ser humano.
Como que renunció a la defensa inmoral de un régimen asfixiante y prefirió luchar, nunca le interesó el camino a la torre de marfil y pudo.
El contrato de la tiranía con sus esbirros y mercenarios contra Zoe Valdés incluye todas sus baterías, desde el silencio cómplice de Montaner desde hace rato para favorecer a Yoani, hasta la utilización de engendros gachupines, hijos de cubanos “buenos” residentes en España, quienes, pese a escuchar “historias de antes”, no logran entender, o quizás sí, pero no les conviene, la esencia de la lucha contra el castrismo. Como un miembro de la novísima UNPACU, que la ataca “decentemente” a la manera religiosa que usaban Fina García o Cintio Vitier, incluso Carlos Rafael, que no gritaban gusano o maricón, palabras que registraron para el “piso’e tierra”, negro o blanco hijo de puta que está en Miami o tiene un hijo en la comunidá, pero que ofendían mucho más que el vulgar estribillo del progromo.
Hasta en los comentarios de periódicos están los cazadores de Zoe Valdés, hechos a la medida del castrismo, entrenados en La Habana o en sucursales fuera de Cuba que cagan todo el espectro, en especial los sitios cómplices donde se posan a vomitar su baja pasión y su envidia histórica contra lo que valga y brille, como algún que otro en el Diario las Américas, incluso en el propio blog de la escritora o en cuanto lugar contuberniado con el comunismo exista.
La realidad es una: Zoe es un baluarte de la literatura cubana exiliada, la única que, a través del tiempo, ha sido el principal exponente del arte...
Como todos sus antecesores, hasta los que queden con vergüenza, los únicos a quienes se les puede llamar cubanos sin equivocación.
Sin remordimientos, este es el tipo de gente que la Cuba que ya no existe y los cubanos limpios en cuerpo y alma, que respondan a verdaderos intereses patrióticos, necesitan para tratar de recuperar el prestigio y la posibilidad de iniciar el viaje tortuoso a la semilla, si estos elementos, que funcionan como arietes a favor del castro-comunismo, lo entendieran.
Antes de “ir al grano”, un ejemplo del trabajo sucio que hace el Nuevo Herald contra el exilio y a favor del desastre que ha generado el califa en la presidencia y lo que falta: un materialito no contra el Estado Judío, sino, por lo que se ve, antisemita casi:
http://www.elnuevoherald.com/2013/09/27/1577369/dora-amador-iran-si...
Aclaro que la autora abandonó el periodismo para convertirse en una “sierva de la Iglesia”, que no es ex presa, ni balsera ni marielita; pero, lamentablemente para mí y todos mis paisanos anticastristas, es pinareña.
Dora Amador, parodiando la frase cliché que inventó Univisión, es “uno de nuestros bochornos provincial”. A continuación, desempolvo un artículo que escribí sobre mi “co-provinciana” en un blog-almacén que tuve en agosto del 2011:
http://laguarapachanga.blogspot.com/2011/08/ventana-con-vista-al-la...
Siempre establezca relaciones, que la vida es una cadena y cada acontecimiento un eslabón: ¿Cómo es posible que alguien que se autocalifica "obrera-o del Señor" pueda coincidir ni con una sola idea-decreto de Obama? El mayor tesoro de Dora Amador es una foto junto al Cardenal Ortega. Creo que sobra cualquier otro dato de su posición política.
Yo le propongo a todas las madres cubanas que nunca permitan la presencia de Ortega ni en los velorios ni en el entierro de sus hijos asesinados por la tiranía y… por la iglesia castrista: ¡APÁRTATE SATANÁS!
Ya mi esposa ratificó que Obama, Reid, Pelosi y la ganga mintieron sobre el OBAMACARE: de $49.00 quincenales a $111.00 su seguro, es decir, el plan macabro de los comunistas de la Choza los desmanteló al incorporarlos a la ley.
El problema no solo radica en dilatar el tiempo ni en eliminarlo de raíz, sino en buscar la forma de quitar al califa y su entorno o vendrán tiempos peores, si cabe, y, si con lo que tenemos “no hay Dios que aguante”, imagine por un momento el “futuro esplendoroso” que nos espera.
Bueno, al grano: EN DEFENSA DE ZOE VALDÉS fue lo primero que pensé como título para este material, porque eso es, una defensa de esta tremendísima cubana por dos cosas: tiene los timbales que le faltan a todos los que la atacan para enfrentar las consecuencias derivadas de su actitud y es una gloria literaria genuina de la Cuba que uno quisiera y no existe.
Zoe, como Roberto Luque Escalona, afortunadamente vivos, le hace un daño enorme a la tiranía: se lee, se escucha, se huele y no hace falta explicar las causas. Verificable en la manera cómo intentan situar a Yoani Sánchez en plan de competencia de nuestra habanera insignia, a ese esperpento angustia del objetivo pro-social, contra una profesional que transita de la novela comprometida a la poesía erótica como ni Carilda, hasta caer, por efecto de su fama y conocimientos, en los brazos de jurados internacionales de un cine tan exigente como el europeo. Zoe es trascendental, Yoani todavía desconoce el significado.
Se me antoja que tratan de imponer un capítulo ajustado, nuevo y oportunista del enfrentamiento de nunca acabar: civilización contra barbarie, a no dudarlo, Zoe defiende la trinchera de lo civilizado; lo bárbaro se supone en qué cubil lo “amamantan”.
Tratando de promocionar la personalidad de celofán de la chica rica del Nuevo Vedado como alternativa a la autora de La Nada Cotidiana, han comprado todo lo que han podido: partidos de izquierda, revistas y periódicos de izquierda, una columna en un periódico español pro-castrocomunista, premios… hasta la liberal Times la tuvo entre los 100 más influyentes y todavía no adivino por qué.
En Europa han acabado, presumiblemente, vaciaron el presupuesto del “quinquenio” con el objetivo de apuntalar las piernas podridas y pestilentes, débiles por falta de principios y de moral patriótica más que por naturaleza, de este Frankestein de cuneta, dedicada a cronicar con errores el diario habanero del barrio marginal castrista.
Siempre que necesito ubicar la conducta de alguien famoso, por lo general me pregunto ¿Le hace falta la controversia al individuo? ¿Cuánta más fama podría adquirir por la discusión?
Lo que quiero decir es que Zoe Valdés pudiera vivir mucho mejor, más rica y más adulada, si no interviniera en los problemas internos de Cuba, pero de esa enfermedad han padecido todos los autores prestigiosos de la patria.
Y tanto que afectó a G. Caín (Guillermo Cabrera Infante) para un Nobel merecido, por cierto, maestro y mentor de la laureada escritora.
La Revolución, aunque es parte indudable del entorno y de la obra literaria de Zoe Valdés, no hizo a la poetisa-narradora, porque ninguna influencia antisocial, ariete contra los Derechos del Individuo, moldea escritores de valores sublimes y Zoe los tiene, su prosa, su cosmos.
Y es que ese experimento sin gloria ni credibilidad no puede sobreponerse a la imposibilidad de que nunca puedan contar con el talento y la fama de Zoe para apoyar sus mentiras y sus crímenes.
Por el contrario, quizás tuviera muchísimos guatacas castristas opinando “positivamente” sobre su obra, que no entenderían, como hoy tampoco, incluso que jamás la han leído, pero no sería igual en objetividad personal ni, mucho menos, como declaración de ética de una generación que trata de mantener vivos a toda costa los valores eternos de la tradición cubana.
Su mundo realidad-ficción, de la forma como lo proyecta, no es encasillable en los moldes de un narrador cualquiera, sino en el de los que dejan huellas como rutas, es decir patrones del género.
Como modelo de la literatura cubana a quien, como a Cabrera Infante o a Luque Esalona, y no comparo, sino igualo en intención, le ha costado superar el lado siniestro en una batalla que solo concluirá si se logra redimir a Cuba sobre las cenizas del comunismo, de un régimen ideológico decidido a liquidar su obra con la ofensa y el desprestigio, imposible ante el valladar que es su propia brillantez como narradora y amparada por buena parte del mundo que la reconoce como tal.
Hoy es una gloria, en poco tiempo una leyenda y después será un mito de las letras cubanas, que perdurará como los autores que nunca cambiaron su patria por estímulos inmorales y degradantes de los principios, pero sacrificaron el alma máter y el vivir mejor de su profesión por el único compromiso válido de esta: la rebeldía ante el canon neo-esclavista y deshumanizante del ser humano.
Como que renunció a la defensa inmoral de un régimen asfixiante y prefirió luchar, nunca le interesó el camino a la torre de marfil y pudo.
El contrato de la tiranía con sus esbirros y mercenarios contra Zoe Valdés incluye todas sus baterías, desde el silencio cómplice de Montaner desde hace rato para favorecer a Yoani, hasta la utilización de engendros gachupines, hijos de cubanos “buenos” residentes en España, quienes, pese a escuchar “historias de antes”, no logran entender, o quizás sí, pero no les conviene, la esencia de la lucha contra el castrismo. Como un miembro de la novísima UNPACU, que la ataca “decentemente” a la manera religiosa que usaban Fina García o Cintio Vitier, incluso Carlos Rafael, que no gritaban gusano o maricón, palabras que registraron para el “piso’e tierra”, negro o blanco hijo de puta que está en Miami o tiene un hijo en la comunidá, pero que ofendían mucho más que el vulgar estribillo del progromo.
Hasta en los comentarios de periódicos están los cazadores de Zoe Valdés, hechos a la medida del castrismo, entrenados en La Habana o en sucursales fuera de Cuba que cagan todo el espectro, en especial los sitios cómplices donde se posan a vomitar su baja pasión y su envidia histórica contra lo que valga y brille, como algún que otro en el Diario las Américas, incluso en el propio blog de la escritora o en cuanto lugar contuberniado con el comunismo exista.
La realidad es una: Zoe es un baluarte de la literatura cubana exiliada, la única que, a través del tiempo, ha sido el principal exponente del arte...
Como todos sus antecesores, hasta los que queden con vergüenza, los únicos a quienes se les puede llamar cubanos sin equivocación.
Sin remordimientos, este es el tipo de gente que la Cuba que ya no existe y los cubanos limpios en cuerpo y alma, que respondan a verdaderos intereses patrióticos, necesitan para tratar de recuperar el prestigio y la posibilidad de iniciar el viaje tortuoso a la semilla, si estos elementos, que funcionan como arietes a favor del castro-comunismo, lo entendieran.