32 actitudes dignas de todo un caballero





Caballero:
Término empleado para describir a aquel hombre que se comporta con nobleza, generosidad y que tiene buen trato. 


Un caballero se caracteriza por ser magnánimo, romántico, desinteresado, digno,  bondadoso, distinguido, fiel, indulgente, leal, noble, decente, cortés, cumplido, elegante, educado, noble, refinado, con estilo y distinción, en otras palabras...quijotesco.
Pero...¿Existen en la actualidad  hombres que reúnan todas esas características para poder considerarlo como "todo un caballero"?.

La lucha por la igualdad de género, que mujeres valientes emprendieron hace años, y que hoy en día  muchas continuamos desde trincheras diversas, han causado la indolencia de la generalidad de los hombres. No han entendido aún el significado de "equidad de sexos". Confunden el avance de la mujer en áreas laborales, profesionales y en materia de derechos humanos, convirtiéndolos en seres carentes de cortesía, de atención, de ausencia de detalles y hasta de educación.


Reconozcámoslo, somos nosotras las mujeres, las más indicadas para evaluar la condición de cualquier ente masculino para poder  considerarlo como un caballero o simplemente calificarlo como un patán. ¿Por qué?, porque somo nosotras las que recibimos los encantos o atrocidades de su comportamiento. Ellos podrán autoexaminarse y calificarse como quieran, sin embargo, somos nosotras quienes tendremos la última palabra.

 
Un caballero no nace, se hace por medio de sus modales y sus hechos. Debe saber que es através de sus actos, de sus acciones, de sus formas de expresarse y de exhibirse, las maneras en que  refleja si su comportamiento será asumido como formal, educado y digno...o bien, revelar todo lo contrario. No debe ser hipócrita ni actuar (eso nunca sirve, pues tarde o temprano saldrá a relucir su verdadera identidad), simple y sencillamente debe reflejar  un modo de vida y de ser, con total naturalidad.

 Un caballero no tiene que ver con modas, épocas o ficción, ni con su edad, posición social o profesión.  Los pequeños detalles son los que marcan  la diferencia. Si logran hacer que una mujer se sienta especial y única, cuando sean comparados con otros candidatos, saldrán ganando " la batalla".

No hablo del fantasioso e inexistente (e increíblemente anhelado por muchas jovencitas inexpertas) "Príncipe azul", ese prototipo está más que comprobado que NO existe, pero un caballero...¿también será algún personaje de ciencia ficción o todavía podemos pensar, ilusamente, que existe alguno perdido por ahí?.

 Déjenme dar algunos ejemplos de actos o acciones que podrían servirnos a la hora de evaluar si un hombre cualquiera,  podría ser catalogado como caballero. Recuerden, es su comportamiento y actitudes ante cualquier situación de la vida, incluído el trato que le de a la mujer, lo que nos llevará a denominarlo como se merece.

Actitudes elementales de un verdadero caballero:


1. Sabe respetar a TODAS las mujeres, sin importar si la conoce, si es una extraña, ni la edad, ni la relación social que tenga con ellas. Tiene principios y valores como la honestidad y la franqueza. Es incapaz de ofenderla o de propasarse  de alguna forma.

2. Un caballero, jamás agrede o maltrata a ninguna mujer (ni emocional ni física ni sexualmente). No miente, no exagera  y mucho menos es infiel. NO EJERCE LA VIOLENCIA.

Recuerden, un sujeto que agrede, que insulta, que amenaza, que es indiferente o indolente, hipócrita, infiel, violento o golpeador  no solo NO es  un caballero ni un verdadero hombre...es un vil patán, un mediocre y un cobarde.

3. Siempre deja hablar a la mujer, sabe escuchar. Es más importante escuchar; no solo por caballerosidad sino porque sabe que cada una de las palabras de una mujer encierra un secreto, una clave que tendrá que descifrar para llegar a su corazón.

4. No la ignora y mucho menos voltea a ver a otras mujeres en presencia de su acompañante. Tampoco hace comentarios "lascivos" de otras féminas.

5. Jamás habla mal de ninguna mujer. Ni siquiera de aquella que  fue su última relación amorosa. Es incapaz de expresarse mal de una fémina, evitando el lenguaje machista. Nunca pone en duda que las mujeres somos unas damas.

6. Se mueve en el subconsciente de la mujer. Es capaz de cubrir hasta su mas mínimo anhelo. No necesita que la mujer diga lo que quiere. Es capaz de leer el pensamiento y anticiparse a sus deseos.

7. Recuerda las fechas, los lugares y es puntual. Con eso demuestra que siempre está pensando en la mujer que tiene al lado, aunque tenga otras cosas que hacer.

8. Siempre piensa antes de hablar. Sabe que : "Una palabra es como una flecha, una vez que se dispara ya no se puede parar". Por supuesto que omitirá decir vulgaridades, menosprecios o pensamientos machistas o misóginos.

9. Nunca utiliza frases como: "¿Te vas a comer todo eso?", "Con ese vestido te ves gorda ", o  "¿Cuántos años tienes?".  Deben recordar que: "A una mujer no se le pregunta a dónde va, de dónde viene ni la edad que tiene".


10. Es paciente, no le interesa ganar una discusión. Es difícil saber cuándo abandonar un tema, incluso dándolo por perdido; sin embargo, un caballero lo hace sin que su orgullo se dañe en lo más mínimo. Así demuestra su verdadera grandeza.

11. No pelea ni discute, no importa si es en público o en privado.  Contesta con elegancia, inteligencia y sin agresividad.

12. Siempre le abre la puerta a una mujer; le cede el asiento, le cede el paso, la ayuda a quitarse el abrigo, le retira la silla para que pueda sentarse o le ayuda a cargar cosas. El hecho de que lo haga no implica que las mujeres sean inferiores, sino que es educado y atento.


13. Se viste bien, perfumado, y nunca llega con las manos vacías. Hace de sí mismo un regalo para la mujer. Seduce con su presencia como un cuadro antiguo. Graba en la retina de ella su imagen. Sabe que cuando lo evoque en el recuerdo saldrá favorecido.

14. Debe hablar en voz baja y con prudencia en lugares públicos.

15. Es puntual, pero cuando  sabe que va a llegar tarde a una cita, llama por teléfono para avisar.

16. No dice groserías, ni hace ademanes grotescos. La ecuanimidad y la prestancia son otros de sus grandes atributos.

17. Siempre debe utilizar las palabras mágicas: "por favor" y "gracias".

18. Jamás  habla mal de alguien y mucho menos  se burla o critica a otros.

19. Siempre acepta una disculpa y sabe ofrecerla cuando es necesario.

20. No arma escándalos por celos o por cualquier otro pretexto. Sabe hablar, escuchar y trata de solucionar cualquier  problema de forma razonada.

21. Invariablemente, va del lado exterior de la acera. No permite que la mujer que lo acompaña quede "desprotegida", exponiéndola a correr un riesgo en la orilla de la banqueta.

22. Cuando va a un restaurante, le cede  el lugar  a su acompañante de la mejor vista de todo el local. La hacer sentir cómoda y segura.

23. Después de un divorcio, se sigue encargando del sustento económico de sus hijos y cumple, honorablemente, con su ex esposa, sin que para ello se tenga que recurrir al juzgado.

24. Debe cumplir cabalmente con sus obligaciones, responsabilidades, compromisos y promesas que haya hecho.

25. Es cumplido, siempre paga sus deudas. Su honor es impecable.

26. Nunca habla del precio de las cosas: el costo de su traje,  del vino que sirve, o de su auto nuevo; no pregunta a los demás sobre el precio o costo de lo material.

27. Jamás  se queja de su situación financiera ni  cuenta sus problemas económicos o existenciales.

28. Siempre apaga su teléfono móvil al entrar a una conferencia, clase, reunión o ceremonia. No habla gritando para que todo mundo voltee a verlo ni trata de llamar la atención.


29. Es incapaz de  aparcar en medio de la raya que marca cada lugar de estacionamiento, en espacios reservados para minusválidos u otros usos especiales. Abre la puerta con cuidado para no golpear el coche de al lado.

30. Si por cuestiones ajenas a él  llega tarde a una ceremonia o al teatro, espera el momento oportuno para entrar y trata de molestar lo menos posible a quienes se encuentran ya sentados.

31. Si no sabe  sobre algún tema, no trata de aparentar que lo domina. Sabe decir frases como: "No sé, no he leído ese libro", "No conozco ese autor”, "No he visto esa película", "Ignoro quién es ese escritor o político". Es decir, reconoce dignamente  sus limitaciones, aunque después debe preocuparse por investigar y cultivarse mejor.

32. En su trabajo, sabe comportarse socialmente, no queda mal con sus compañeros de trabajo ni con sus jefes.

Un caballero es, en definitiva, un hombre correcto, respetuoso y ecuánime en todo momento y en cualquier circunstancia.

Es todo lo contario a un patán, quienes se caracterizan por cobardes, agresivos, controladores, vulgares, desatentos, carentes de elegancia, orgullosos, infieles, mentirosos y  capaces de ofender y tratar mal a las mujeres.




                    ¿CUANTOS CABALLEROS O PATANES CONOCE USTED?