Los informes hablan de un flujo continuo de cadáveres en las morgues. Los trabajadores de los hospitales reportan que en las últimas semanas han llegado decenas de nuevos muertos a las instalaciones. Las muertes violentas no son nuevas en el norte de Nigeria. Desde 2009 se libra en la región una batalla sangrienta entre las fuerzas armadas y el grupo militante islámico Boko Haram. Desde entonces han muerto como resultado unas 4.000 personas.
Al menos 55 personas murieron en ataque de Boko Haram en Nigeria La diferencia en los últimos meses en esta "guerra contra el terrorismo" es el drástico incremento en las víctimas, incluidos, según se informa, muchos civiles inocentes. Tanto la Organización de Naciones Unidas como grupos de derechos humanos dicen estar "seriamente preocupados" por la situación. "Están muriendo los residentes de estas comunidades tanto en manos de Boko Haram como en manos de las fuerzas armadas nigerianas", le dice a BBC Mundo Eric Guttschuss, experto en Nigeria de Human Rights Watch (HRW), la organización de derechos humanos con sede en Nueva York. "En ocasiones los civiles mueren en los enfrentamientos entre los soldados y Boko Haram, pero también mueren cuando las fuerzas de seguridad llevan a cabo ataques en comunidades donde creen que está involucrado el grupo", agrega.
El estado de Borno, en el noreste, es el bastión de Boko Haram. En su campaña de violencia para derrocar al gobierno y establecer un Estado islámico en Nigeria, Boko Haram a menudo ha recurrido a ataques contra civiles. Para combatir al grupo militante islámico en el norte del país, el gobierno respondió desplegando a la llamada Fuerza de Acción Conjunta (JTF), una agrupación élite de fuerzas militares, de policía e inteligencia. Y la represión ha sido brutal, como afirma Guttschuss. "Durante nuestra investigación en el estado de Borno, en el noreste de Nigeria, que es el bastión de Boko Haram, recibimos informes de residentes que describen cómo después de un ataque de los insurgentes las fuerzas armadas suelen responder entrando a la comunidad, y cuando no encuentran a los responsables del ataque llevan a cabo matanzas indiscriminadas". "También se nos ha informado que las fuerzas armadas suelen reunir a todos los hombres de una comunidad, llevarlos a sus cuarteles, arrestarlos sin presentar cargos y sin asesoría de un abogado y mantenerlos incomunicados", afirma el investigador de HRW. "Y hay evidencia de que en los cuarteles de Maidiguri, la capital del estado, se está torturando a los detenidos y se ha informado de muertes en el lugar", añade Guttschuss. "De manera que los residentes de esta región se están convirtiendo en víctimas tanto de Boko Haram como de las fuerzas armadas".
En Baga, unas 2.000 casas fueron destruidas en una incursión de las fuerzas armadas. La "guerra contra el terror" en Nigeria no sólo está causando víctimas civiles. Muchas personas han perdido sus hogares o han sido desplazadas. En abril, unas 185 personas murieron y más de 2.000 casas fueron arrasadas en un enfrentamiento que duró varios días en la ciudad de Baga, también en el estado de Borno. El ataque provocó una extensa condena internacional. "Estamos muy preocupados por el alto número de muertes, incluyendo, según se informa, un gran número de civiles, y la destrucción masiva de casas y propiedades", declaró Rupert Colville, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). Tras el ataque en Baga, las fuerzas armadas nigerianas declararon que 30 casas habían sido destruidas en la ciudad y negaron haber llevado a cabo el ataque.
¿Qué es Boko Haram? Boko Haram, que en hausa significa "prohibida la educación occidental", fue fundado en 2002. El nombre oficial es Jama'atu Ahlis Sunna Lidda'awati wal-Jihad, que en árabe quiere decir: "Pueblo Comprometido a la Propagación de las Enseñanzas del Profeta y la Yihad". El grupo promueve una versión del Islam que prohíbe a los musulmanes participar en cualquier forma de actividad social o política asociada a Occidente. En 2009 lanzó una campaña de violencia para crear un Estado islámico en Nigeria. Ese año su líder fundador, Mohammed Yusuf, fue detenido y murió cuando estaba bajo custodia policial. De su sucesor, Abubakar Shekau, se dice que tiene amplios conocimientos de teología. Shekau ha intensificado la campaña de violencia, principalmente en el noreste del país. El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, ha buscado formas de concederle una amnistía a Boko Haram, pero el grupo ha rechazado cualquier oferta de diálogo. La batalla de las fuerzas nigerianas contra Boko Haram ha causado unas 4.000 muertes desde 2009. Pero Human Rights Watch publicó posteriormente imágenes satelitales que mostraban una "destrucción masiva de propiedades civiles", lo cual, agregó, ponía en duda la afirmación de las fuerzas armadas. La violencia también es recurrente en la ciudad de Maidiguri, a una hora de la capital, Abuja.
El periodista nigeriano de BBC África Fidelis Mbah, quien ha estado en la región, cree que se están cometiendo "atrocidades" en nombre de la guerra contra Boko Haram. "Los miembros de la organización están muy afianzados a las comunidades del noreste del país, de manera que es casi imposible distinguir quién pertenece a Boko Haram y quién no", le explica Mbah a BBC Mundo. "Así que los residentes están atrapados en medio de los ataques del grupo islamista y los contraataques de las fuerzas armadas", agrega. Mbah dice que desde 2010, después de que el ejército atrapó y ejecutó al líder de Boko Haram, Mohammed Yusuf, el grupo se ha vuelto cada vez más violento. "Pero las fuerzas armadas también han incrementado sus arrestos arbitrarios sin investigar si los detenidos son miembros del movimiento. Simplemente entran a una comunidad y detienen a todos los hombres". "Y los líderes comunitarios se sienten totalmente desamparados. Por un lado son intimidados por Boko Haram, que los acusa de colaborar con el gobierno, y por otro las fuerzas armadas dicen que están involucrados con el grupo". Pocas soluciones Según Eric Guttschuss, de Human Rights Watch, hay informes de que este incremento en la violencia está generando una creciente simpatía de los residentes por Boko Haram. "Lo que nos preocupa es que la respuesta del gobierno están generando cada vez más violencia", dice el investigador. El gobierno del presidente Jonathan creó en abril un comité para formular los términos de una aministía con el grupo militante, pero Boko Haram no mostró interés en la propuesta. Maiduguri En Maiduguri, los residentes informan de arrestos indiscriminados. Y tras las recientes acusaciones de abusos de las fuerzas armadas en Baga y Maiduguri reiteró que está llevando a cabo una "investigación exhaustiva y medidas para buscar a los responsables de los hechos". Pero este miércoles Jonathan declaró el estado de emergencia en tres estados del noreste del país, incluido Borno, y advirtió que las fuerzas armadas llevarán a cabo "todas las acciones necesarias para poner fin a la impunidad de los insurgentes y terroristas". También ordenó el despliegue de más tropas en la región. Tal como expresa Fidelis Mbah, no cabe duda de que Boko Haram es una grave amenaza para la seguridad del país y nadie duda que se campaña ha causado un enorme número de muertes. "El gobierno se siente impotente, porque a pesar de que intenta buscar una solución, Boko Haram sigue cometiendo sus actos violentos. Pero el despliegue de las fuerzas del JTF sólo ha empeorado la situación" explica Fidelis Mbah. "Boko Haram reitera que su objetivo es establecer la sharia (ley islámica) en Nigeria y que no parará hasta que lo logre". "Así que pocos piensan que pueda haber algún tipo de acuerdo de paz en la región ni un final a la vista para este conflicto" concluye el periodista.