Pues la cosa ha cambiado y mucho con la marcha de Manzano y la llegada de Simeone, no voy a sacar pecho pues todavía no hemos conseguido nada definitivo pero cada vez estoy más satisfecho de mi inicial fe en el Cholo incluso reclamando desde este blog su venida mucho antes de que se produjera.
4 partidos jugados con 12 puntos en juego, 10 puntos conseguidos (Manzano 19 puntos en 16 partidos), dos victorias a domicilio y un empate (de Manzano ni hablamos en este aspecto), bien es verdad que los rivales no han sido ninguno de los siete que nos antecede en la clasificación, pero lo importante además de los resultados es la actitud que se ha mostrado durante los partidos, una mentalidad más ganadora, más acorde con lo que se debe exigir a este club, queda aún mucho por conseguir, pero es un comienzo, un giro en la trayectoria.
Se ha conseguido ganar dos partidos seguidos a domicilio, tres victorias consecutivas en Liga, cuatro partidos sin perder, cuatro partidos sin recibir un gol, ya ni nos acordábamos de cuándo fue la última vez que ocurrió alguna de estas circunstancias que deberían ser habituales en la trayectoria del Atleti.
Todo esto ha llevado a que el Atleti haya escalado hasta la séptima posición, el mismo puesto en que terminamos la Liga el año pasado y que debería ser superado ampliamente para firmar una temporada decente, a un gol del sexto puesto ocupado por el Bilbao con los mismo puntos, a 2 puntos de la Champions, y a sólo 7 del tercer puesto ocupado por el Valencia que será nuestro próximo rival el domingo en el Calderón.
No debemos caer en demasiada euforia pues ahora queda por certificar este buen comienzo del Cholo ante rivales difíciles como el propio Valencia, después dos salidas seguidas de nuevo, y tendrán que visitar aún el Calderón equipos como el Barça, Bilbao o el Madrid, y por medio tenemos la Europa League, lástima del desastre copero.
El partido en El sadar (permitidme que siga usando el antiguo nombre del estadio sin publicidad o subvención) se presentaba como una difícil reválida para Simeone, un campo históricamente difícil para el Atleti, aunque no tanto en la última década. El Atlético se presentaba con las bajas de Diego y Gabi por acumulación de amarillas (algunas de ellas discutibles, aquí es cuando se recogen los frutos de los desaciertos arbitrales con el Atleti al mostrar amarillas, que no sólo las ven los llorones de Mourinho), bajas que se suplían con la vuelta de Tiago y de Mario Suárez y con la entrada de Koke en el once inicial.
El Atleti se mostró desde el primer minuto como el dominador del juego y cómo el claro aspirante a llevarse los tres puntos, pero no se creaban tantas ocasiones como en otros partidos a pesar del dominio territorial, sólo un fuerte disparo de Koke inquietaría la meta pamplonica. Sería en el minuto 40 cuando precisamente parecía que la máquina rojiblanca empezaba a flaquear cuando el Atleti bota un córner sobre el área (como a mi me gusta, nada de gilicorners que nunca terminan en nada) y tras varios rechaces Godín logra marcar el primer y a la postre definitivo gol.
A destacar la amarilla que vio Falcao por codear en un salto a un rival, seguro que hoy no veremos en Telerealmadrid esta acción repetida una y otra vez (para mi puede ser tarjeta); después un jugador rojillo haría la misma falta sin ver la amarilla, ese es el problema de estas tarjetas, que no siempre se muestran bajo el mismo criterio, y que jugadores de ciertos equipos acostumbrados a saltar con los codos sobre el rival no siempre ven la tarjeta y se sorprenden cuando algún árbitro "osa" mostrársela frente a su eterno rival, si Mr. Codos Hierro hubiera visto amarilla en todas las jugadas idénticas a la del colombiano probablemente sería récord guiness en jugador amonestado e incluso expulsado.
En la segunda parte el Atleti cedió algo de terreno y los jugadores pamploneses llegaban con más facilidad a terreno rojiblanco sin apenas oposición en el centro del campo, aún así el Atleti creaba también peligro y tuvo un par de ocasiones muy claras de matar con el 0-2, especialmente en una ocasión de Adrián y otra de Falcao. Cuando no se mata un partido sucede que luego se puede lamentar y así el Atleti vivió cierto calvario en los últimos diez minutos de partido en los que Courtois salvó el empate en varias magníficas intervenciones, afortunadamente el Atleti resistió el acoso rojillo y logró llegar al final con el marcador a favor.