Educar con espíritu deportista, principios básicos
Higiene y Deportes: La extraña excursión de San Juan Bosco
Corría el año 1885, San Juan Bosco realizaba su apostolado por cárceles y prisiones. Y un buen día se presentó al director de la prisión a pedirle permiso para soltar todos los presos y llevarlos de excursión hasta Stupinigi. Saldrían por la mañana temprano y regresarían todos a la noche. El director, al oír tal proposición, quedó estupefacto. Le dijo que eso era imposible, pues los presos se podían fugar. San Juan Bosco le contestó: "No se escapará ninguno." El director movió la cabeza diciendo: "¡Imposible, Don Bosco!"
San Juan Bosco se fue entonces donde el prefecto de policía. Este, enterado del caso, le pareció tan inaudita la proposición que no se molestó en discutir. Por toda contestación le dio un rotundo "no".
San Juan Bosco marchó a entrevistarse con el ministro del interior, que era buen amigo suyo. Escuchó el ministro, sorprendido, el proyecto de excursión con todos los presos, y le hizo al ministro mucha gracia. Aceptó la excursión, pero con la condición de que les acompañara un piquete de guardias, con el fin de evitar la huida de alguno de los presos. San Juan Bosco le contestó: "Excelencia, renuncio a mi excursión antes de ir escoltados por los carabineros." El ministro le miró sorprendido, pero en realidad tenía unas ganas enormes de hacer la prueba. Después de un momento de reflexión le dijo seriamente a San Juan Bosco: "Usted y yo vamos a cometer una locura. Usted se juega la libertad y yo el ser ministro. Realice usted el paseo".
Cuando San Juan Bosco comunicó a todos los presos la excursión que iban a realizar al día siguiente, éstos daban saltos y gritos de alegría. San Juan Bosco pidió a todos orden y disciplina en la excursión y que no intentara escapar, pues tenía empeñado su honor y su libertad. Uno de los presos le dijo: Si alguno intenta huir, lo descuartizaré como un pollo. San Juan Bosco le dijo: "No se trata de matar a nadie, yo confío plenamente en vosotros."
Los presos eran trescientos. Partieron todos al amanecer. Llevaron un asno cargado con las provisiones para comer. En la mitad de camino los presos se echaron al hombro los sacos y obligaron a San Juan Bosco a cabalgar en el jumento.
Caminaron por el campo gozando del aroma maravilloso del ambiente fresco y fragante. Era un hermoso día de primavera. Los pájaros en aquel instante rompían a cantar con toda su fuerza y armonía.
En la Iglesia de Stupinigi celebró San Juan Bosco la Santa Misa.
Luego los presos se esparcieron por el maravilloso parque que tenía la ciudad. A la hora de la comida recibieron regalos de la población, como pan, vino y otros manjares.
Después de haber gozado de las bellezas del campo y de sus paisajes, regresaron todos los presos a la cárcel, sin faltar ni uno.
El ministro quedó, más que sorprendido, atónito. No podía explicarse cómo a aquel batallón de trescientos presidiarios un sacerdote hubiera podido custodiarlos y guardarlos.
Explicación Doctrinal:
El aire del campo y de las montañas nos es necesario. En las ciudades cada vez hay más polvo y gases venenosos. Por eso nos conviene ir al monte, al campo, a la playa, a los ríos. Además gozaremos de las cosas más bellas que Dios ha hecho para bien del hombre. En el campo oirás el dulce canto de los pájaros, verás la belleza de las flores, la majestad de los árboles y respirarás aire puro y sano. Tu espíritu adquirirá paz y serenidad y tus nervios calma y sosiego, y tu cuerpo se fortalecerá.
En el verano haz excursiones al campo, a la montaña, a la playa para todo el día.
Todos los médicos aconsejan el deporte, pues es muy necesario para conservar bien la salud. El deporte es un ejercicio que se ejecuta con habilidad y fuerza. Y además es un placer del espíritu. Aprende bien varios deportes, entre ellos tienes el montañismo, el fútbol, el tenis, la pelota vasca, el baloncesto. Pero hay un deporte que es de necesidad el aprenderlo todos: la natación. Sabiendo nadar lo pasas estupendamente bien. Y además puedes prestar un valiosísimo servicio a una persona que arrastrada por el agua y no sabe nadar está a punto de perecer ahogada.
Todo deporte debes ejecutarlo con moderación, sin agotamientos ni abusos. El deporte debes ejecutarlo con el debido respeto a tus contrarios. Sé bien hablado y educado. Lleva con paciencia tu derrota y felicita a tus contrarios. Y sé sencillo en tus triunfos, sin soberbia.
Dos enemigos tiene el deportista el tabaco y las bebidas alcohólicas te lo dicen todos los médicos. No fumes hasta los dieciocho años, aunque no te favorecerá nada. Y vino, cerveza, sidra , podrás beber a los dieciséis anos, pero muy moderadamente.