Ayer apelaba a la épica y a las ganas para poder levantar la eliminatoria de Copa del Rey frente al Madrid, quizás era la única forma de tener una posibilidad.
Pero todo se desvaneció muy rápido, demasiado. Anoche me fui del Calderón antes de terminar el partido, algo que no suelo hacer ni en las derrotas abultadas, pero es que no tenía que haber asistido, fue una estafa a la afición colchonera. Se habló mucho por jugadores y técnico de remontar, pero nada de eso se vio en el campo.
El Madrid ganó sin despeinarse, porque enfrente tenía un equipo que aún no se había siquiera peinado. Muchos culpables hay en la eliminación de ayer:
Culpable la directiva, por vender jugadores titulares con la temporada comenzada y sin recambio para ellos
Culpable el Sr. Pitarch, por traernos auténticos paquetes una y otra vez. Seguro que con lo gastado por este señor en los últimos años en fichajes y lo cobrado en comisiones ya tendríamos dinero para fichar a una o dos grandes estrellas del fútbol.
Culpable el técnico, por hacernos creer que se iba a luchar a muerte la eliminatoria y adoptar después en cada partido planteamientos conservadores y cagones.
Culpable la mala suerte, porque también la tenemos, porque de lo poco bueno que aún tenemos se van lesionando sucesivamente Tiago, el Kun, Reyes... porque el lesionado para estos partidos nunca es la estrella del Trampas.
Pero sobre todo yo culpo a los jugadores, porque no salieron a ganar, a morder, a dejarse el alma y acabar el partido y tener agujetas de caballo durante un mes. Porque si en algún partido de la temporada debían hacerlo fue ayer, era el partido que podía ayudar a salvar la temporada, porque significaba seguir adelante en una competición, significaba devolver la ilusión a un afición derrotando a un rival al que se le tiene ganas. Uno se acuerda de jugadores como el desaparecido Arteche, como Julio Prieto, como Pizo Gómez, como Futre, como Hasselbaink incluso, que en estos partidos se dejaban todo, aunque terminaran perdiendo.
Ayer vi de casualidad una columna de Matallanas apelando a los jugadores a que recordaran la final del Nou Camp, a aquella noche que guardo en mi memoria en la que 50.000 atléticos coreaban el nombre del Atleti hasta una hora después de haber perdido una final, algo único hasta ahora, aún recuerdo ver a Tiago emocionado en aquella noche, quizás él también lo recordaba y agradecía, pues fue de los pocos a los que salvo del partido de ayer.
Ya pasó lo mismo el día del partido frente al Aris, uno de los equipos más malos que he visto pasar por el Calderón y en los que los jugadores se declararon en huelga deportiva y acabaron perdiendo cuando lo más fácil era ganar.
Lamentable es que, aún reconociendo que cada partido tiene bajas importantes, que Quique innove en cada partido con jugadores titulares o cambiándolos de posición. Que Juanfran juegue titular al día siguiente de fichar, que cumpla en ese partido y que luego en el siguiente le presenten el banquillo.
Lamentable es que fichemos a un brasileño que con 25 años no ha jugado fuera de Brasil, que no demuestre nada que le haga valer 7 millones en su debut y que salga de titular frente al Madrid, y que demuestre aún menos todavía.
Lamentable es que Fran Mérida sea titular y no llegue a ser durante el partido ni una sombra de Raúl García (que ya es decir).
Lamentable es que Forlán hable más de escuchar ofertas de "grandes" equipos (no parece que crea que el Atleti lo es) que de remontar una eliminatoria.
Lamentable es que tengamos a Diego Costa en este equipo, el jugador con los guantes más grandes del mundo del fútbol, porque no quiere tener las manos frías mientras deambula por el campo contrario en permanente y tranquilo fuera de juego, y encima pide constantemente el balón desde esa posición.
Lamentable que al saque de un córner, y debiendo meter 3 goles, suban a rematar sólo 4 jugadores (incluso 3).
Lamentable es que tengamos a jugadores un día de centrales, al siguiente de laterales y al siguiente en el banquillo.
Para terminar, lamentable el horario del partido, hay que terminar con esta tiranía de las televisiones, que yo no me creo que tengan más audiencia a las 10 que a las 9, que aunque hay mucho paro también hay mucha gente que trabaja y madruga para ir a trabajar y no puede estar viendo un partido por la TV a las doce menos cuarto de la noche (sin prórroga), menos aún en el propio estadio.
Que a esas horas la futura afición y audiencia, los niños, no pueden ni deben estar despiertos para ver el partido o acudir al Estadio, que hay gente que acude desde fuera de Madrid a ver el partido y llega muy tarde a su casa al terminar, que a esas horas ya dejan de funcionar muchos servicios públicos de transporte (EMT, Renfe...), y en esta ciudad no hemos copiado la buena costumbre de otras de poner transporte público especial los días de partido (recadito para Gallardón y demás responsables).
Pasemos a lo positivo: los de siempre, los seguidores, los abonados que vamos un día y otro también al Calderón, haga el frío que haga llenándolo, incluso un lunes tras otro sin montar debates nacionales por tener que jugar en lunes como hacen otros.