Esta vez toca en la India, concretamente en Calcuta. Las operadoras de telefonía móvil ya no lo van a tener tan fácil como hasta ahora. Parece que el ministerio de Medio Ambiente se ha cansado y, tras recibir un aluvión de quejas por la instalación de antenas de telefonía de forma ilegal y tras ver que las operadoras no se habían tomado en serio las directrices elaboradas hace cinco años por el ministerio de Sanidad, ha decidido dar un giro a la situación caótica.
La nueva normativa, realizada tras analizar estudios que concluían que la radiación de estas antenas sí afectan a la salud (pudiendo producir cáncer y defectos genéticos), establece, por ejemplo, la prohibición de instalar antenas de telefonía móvil sobre los tejados de escuelas y hospitales, ya que los niños y los enfermos son más sensibles a la radiación electromagnética.
Asimismo, la radiación de la antenas también afecta a otros seres vivos como las aves (que, al menos que sepamos, no tienen enfermedades psicosomáticas, tal y como siempre achacan las operadoras a las personas que se quejan por tener una antena enfrente de su domicilio). "La población de pájaros como los gorriones y las palomas se ha visto afectada por las ondas electromagnéticas de las estaciones base de telefonía móvil", dijo Aniruddha Mukherjee, director del departamento de ciencias ambientales en la Universidad de Calcuta.
Esta reacción en Calcuta surge tras la prohibición, en octubre de 2007, en Israel de instalar antenas en las azoteas de las viviendas; de que Rusia se cuestionase los actuales niveles legales; de que la ministra de Salud de Francia alertase de que la telefonía móvil representa un riesgo para nuestra salud.