Leemos con asombro la noticia aparecida hoy en El Correo que indica que TODOS los integrantes de la mesa de trabajo de telefonía móvil de Getxo coinciden en que los emisores colocados en el municipio no resultan nocivos para la salud. Desde aquí queremos desmentir dicha afirmación, ya que en dicha mesa de trabajo Antena No - Getxo ha presentado estudios científicos revisados que concluyen justamente lo contrario. Como también existen estudios científicos del otro signo, creemos que esta incertidumbre científica exige cierta prudencia a la hora de abordar este tema, y que la ubicación de las antenas de telefonía móvil debe realizarse aplicando el principio de precaución.
Estamos de acuerdo en que los niveles que emiten están por debajo de los límites legales establecidos en el RD 1066/2001. Pero la legalidad no significa inocuidad. Véase el caso del tabaco o lo que sucedió con el amianto (sustancia hasta hace poco legal, que se ha llevado la vida de miles de personas por delante). Hemos recordado en esta mesa que un repaso a 2.000 estudios científicos concluye que las radiaciones no ionizantes que emiten sí pueden tener efectos sobre la salud y que hasta la propia Agencia Europea de Medio Ambiente avala la reducción de los límites legales (véase el informe Bioinitiative). El propio organismo que ha regulado los límites, ICNIRP, matiza que "niños, ancianos y algunos enfermos crónicos podrían tener una menor tolerancia" a estas radiaciones. Por tanto, nada de temores infundados. Están claramente presentados en la mesa de trabajo. Además, los niveles son para evitar efectos térmicos sobre las personas, olvidando que existen otros efectos que no son térmicos.
Indicar que las emisiones son legales, pero puede que su instalación no lo sea (a la espera del informe urbanístico de licencias de obras, de actividad y de apertura que el Ayuntamiento se ha comprometido en presentar). El estudio del 2001 nombrado en el artículo de prensa ya indicaba ciertas ubicaciones no aconsejadas y ciertas antenas que no guardaban unas distancias de seguridad con respecto a edificios habitados o zonas sensibles, además de no compartir emplazamientos las operadoras. Han pasado más de 6 años desde el estudio, y no se ha realizado ninguna medida correctora al respecto.
Y si las operadoras quieren instalar las antenas en lugares céntricos, también el Ayuntamiento tiene que escuchar a los vecinos de Getxo que están en su derecho de no querer antenas a escasos metros de sus domicilios, sobre todo cuando éstas se instalan a escasos metros de donde viven niños, con nocturnidad, sin información previa y de forma ilegal. Por cierto, en Bizkaia Basauri, Durango, Barakaldo, Sestao o Santutxu, entre otros, también cuentan con problemáticas de antenas similares.
Pedimos, por tanto, que no se manipule la participación de Antena No - Getxo en la mesa de trabajo de telefonía móvil.