Mostrando entradas con la etiqueta opinión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta opinión. Mostrar todas las entradas

Juan Carlos Zapata: Mucho tiempo nublado para los pilotos del PSUV y el Gobierno

Henrique Capriles se los ha advertido: que no reviente. Que esto está por reventar. Ellos no oyen. Qué sabe ese golpista, dirán. Capriles esta semana habló otra vez: el piloto. Qué pasa con el piloto. Hoy Roberto Enríquez (columna en El Nacional) va directo al grano: Maduro luce extraviado. Y no es solamente Maduro. Es todo el gobierno. Es todo el PSUV.

Sigan leyendo

O sigan aquí:

Mucho tiempo nublado para 

los pilotos del PSUV y el Gobierno

Henrique Capriles se los ha advertido: que no reviente. Que esto está por reventar. Ellos no oyen. Qué sabe ese golpista, dirán. Capriles esta semana habló otra vez: el piloto. Qué pasa con el piloto. Hoy Roberto Enríquez (columna en El Nacional) va directo al grano: Maduro luce extraviado. Y no es solamente Maduro. Es todo el gobierno. Es todo el PSUV.

En lo político, por ejemplo, nadie, ni siquiera en el chavismo llega a entender la jugada del poder de meter preso a dos alcaldes, convocar nuevas elecciones y perderlas luego de manera aplastante. En la decisión original faltó el piloto. En la conducción de la campaña electoral faltó el piloto. En la movilización el día de las elecciones faltó el piloto. El caso de San Cristóbal más patético aún: ni siquiera el candidato rojo pudo votar. Faltó el piloto. Fueron divididos, y en ello también faltó el piloto. Ahora dicen que los resultados estaban cantados a favor de la oposición: si era así, ¿por qué no echaron el resto? Por falta de piloto. Pero estas dos elecciones arroja tres perdedores directos. Aquí es donde hay que pensar mal. El primero, José Vielma Mora; el segundo, Francisco Ameliach; y el tercero, Diosdado Cabello, padrino de ambos gobernadores, el del Táchira y el de Carabobo. Tres factores del partido militar chavista. Puestos a prueba. Quizá, hay que seguir pensando mal, alguien esté jugando anticipado de cara al congreso del PSUV. Parece ser el juego de un copiloto.

En lo económico, comienzan a juntarse los dos discursos. El de Capriles y el de los analistas del chavismo. La crisis ya está aquí. La recesión cogió cuerpo. Y crisis, recesión, inflación, es sinónimo de más pobreza. Que es el síntoma de las últimas cuentas oficiales. Los chavistas ahora sí, al cabo de meses de discusión, se preguntan por qué la deuda con los sectores, por qué la situación de PDVSA, por qué el desabastecimiento, por qué faltan los insumos en los hospitales. ¿Por qué? ¿Por qué? Ellos poseen la respuesta. Aún les cuesta admitir el fracaso del modelo, y les cuesta identificar, uno a uno, a los autores del gran robo de las divisas. Va a llegar.

Resulta que otros especialistas del chavismo señalan que el gobierno está perdiendo la batalla de la comunicación frente a la MUD.  Si ello fuera completamente cierto, entonces es más grave el asunto, teniendo en cuenta la batería comunicacional reforzada con las recientes compras de medios. Si con todo y el poder mediático, el gobierno pierde, nuevamente hay que preguntarse ¿dónde está el piloto?

Lo que pasa es que la realidad es la realidad. Y ha comenzado a estallar. Los inventos y las mentiras, la propaganda y los anuncios rimbombantes, no pueden tapar esa realidad. Tan cara en el estómago. Tan cara en el corazón. 

Ni usted ni yo


FÉLIX R. CHACÓN |  EL UNIVERSAL

A pesar de que usted no tenga empleo productivo, dignificante, bien remunerado, a largo plazo. Yo tampoco.

A pesar de que las oportunidades educativas de sus hijos así como la calidad de su educación se le hayan reducido a causa de  un proyecto educacional que promueve robots repetidores y no niños ni jóvenes libres de pensar. A los míos también.

A pesar de que le crearon a Mercal y de que esto no significó ni a mediano plazo la mejora en la calidad y cantidad de alimentos para usted y su familia. Ni para la mía.

A pesar de que ahora cuando usted necesita una central obrera, no existe, y si trabaja en la administración pública y quiere demandar al patrón ante el Ministerio del trabajo no puede. Yo menos. Y si trabaja en empresa privada corre el riesgo de que la expropien y de terminar con el Gobierno y no poder demandar.

A pesar de que a usted le hayan asignado un seguro para consultarse en las mejores clínicas del país, ¿no cree usted que fuese mejor tener buenos hospitales públicos como en Portugal, Dinamarca, España, por ejemplo? No solo para usted, para mí también. Y no se espante, en mi época conocimos a las clínicas ya de viejos, y desde la casa-cuna estudiamos en excelentes instituciones de educación pública. A propósito, no tengo seguro.

A pesar de que usted pague cerca de 50% anualizado más por sus alimentos este año. Yo también.

A pesar de que para conseguir esos alimentos usted tenga que andar dando zancadas por todos lados cazándolos. Al igual que mi esposa.

A pesar de que esos alimentos, muchísimos básicos, ahora son importados cuando la mayoría se producían en nuestro país.

A pesar de que a usted, a mí, a un amigo, familiar, o conocido lo han secuestrado, atracado, agredido, lesionado, discriminado. A pesar de los tantos venezolanos que han muerto innecesariamente.

A pesar de solo esa pequeña pero odiosa muestra que apenas asomé, a pesar, muy a pesar de ello, ¿usted cree que usted y su familia merecen un país mejor, y que no hay justificación para que no aflore lo mejor de nosotros y podamos reconstruir lo que en el fondo hemos dañado todos? Yo creo que sí.

¿Le parece que mientras en Colombia, Brasil, Ecuador, Perú o Costa Rica la gente habla de temas mundiales y de bienestar social para sus sociedades y familias, un hombre nos lleve al comunismo y vivamos como a él se le antoje? A mí, definitivamente no. Y estimo que tanto a usted como a mí no se nos ha olvidado lo que es el comunismo, lo que son las dictaduras. Por lo menos a mí no. De esos experimentos no sale nada bueno, ambos lo sabemos y estamos a tiempo de ponerle un parao a esto. Por tanto votaré por el cambio.

Como decía mi mamá, si usted tiene miedo, yo estoy temblando. Pero el miedo es esa fuerza que puede paralizar en un momento dado, pero que también moviliza a los humanos indicándonos al igual que el dolor que algo anda mal, que el peligro asecha y de que ya es hora de accionar.

A pesar de que usted crea que yo soy muy diferente a usted, a pesar de ello, ambos corremos igual peligro, solo tenemos que referirnos a estos 14 años en donde muchos han sido más afectados que otros, pero en el balance, todos hemos sido afectados adversamente.

Decídase antes de que sea demasiado tarde. Venezuela no se merece esto.

Y ni usted ni yo ni su familia ni la mía, tampoco.