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Pekín promete dejar de extirpar los órganos de los prisioneros ejecutados

CHINA -
Artículo publicado por Viernes 05 Diciembre 2014 - Ultima modificación el Viernes 05 Diciembre 2014

Pekín promete dejar de extirpar los órganos de los prisioneros ejecutados

Por RFI

China asegura que a partir de 2015 abandonará la criticada práctica de extraer los órganos de los presos ejecutados sin el acuerdo de sus familias para abastecer a los hospitales. Las autoridades sanitarias chinas explican que a partir del próximo mes sólo apelarán a voluntarios. Los donantes en China son muy escasos, afirman.

Tres condenados a muerte por terrorismo escuchan la sentencia.
A partir del 1 de enero, China "dejará por completo de recurrir" a los órganos de los prisioneros ejecutados para destinarlos a los hospitales, aseguró Huang Jiefu, jefe del Comité Chino de Donación de Órganos, citado por el diario Nanfang Dushibao. Según el funcionario, la única forma de transmitir un órgano será por donación voluntaria.

En el pasado China ya había prometido abandonar esta práctica criticada por las organizaciones de derechos humanos.

China enfrenta un problema de falta de dadores voluntarios, según Pekín. El jefe del Comité Chino de Donación de Órganos explicó que cada año 300.000 personas necesitan en China un trasplante urgente, aunque sólo se llevan a cabo unas 10.000 operaciones.

Huang agregó que por cada millón de chinos, sólo 0,6 son donantes de órganos, frente a 37 en España, que cuenta con una de las tasas más altas del mundo.

Esto puede explicarse por la tradición china que quiere que los muertos sean enterrados sin sufrir mutilaciones, por lo que existe una gran reticencia.

China encabeza la lista de países que más aplican la pena capital. El año pasado la ONG Dui Hua cifró en 2.400 la cantidad de ejecutados.

















Publicado en http://www.espanol.rfi.fr/asia-pacifico/20141205-pekin-promete-dejar-de-extirpar-los-organos-de-los-prisioneros-ejecutados

El Trokosi, niños casados con Dios



Durante siglos, el Trokosi, que significa “esclavo de los dioses“ ha sido un ritual practicado indiscriminadamente en la región del Volta de Ghana, en Africa Occidental.

En este código corrupto, los santuarios religiosos, toman como tributo a niñas jóvenes ofrecidas como pago a los dioses de la ermita. Una ofrenda que es ritualizada en actos sexuales y una completa servidumbre hacia el sacerdote de la aldea. Leer más



Sobre el anteproyecto de Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana en España


“Problemática”, “autoritaria”, “camino a una dictadura”, “amenaza a la democracia”. Estos son algunos de los términos que han aparecido en la prensa europea en relación al anteproyecto de Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes. Una nueva normativa que ha despertado el recelo de columnistas del diario británico The Guardian o del alemán Die Tageszeitung (TAZ), y de cuya polémica generada se han hecho eco varios rotativos europeos.
En el Reino Unido, The Guardian abría la semana pasada con el titular “De Québec a España, las leyes contra la protesta amenazan verdadera democracia” una información firmada por Richard Seymour en la que aseguraba que “elchoque entre la austeridad neoliberal y la democracia popular” ha producido una crisis de “ingobernabilidad” en las autoridades. “La reorganización de los estados en una dirección autoritaria es parte de un proyecto a largo plazo para detener la democracia manteniendo un mínimo de legitimidad democrática, de eso es lo que van las leyes antiprotesta”, mantenía el rotativo británico, que calificaba la reforma legal en España como “un ataque a la democracia”.
“No se trata sólo de un elemento más de disuasión de las protestas, sino que tiene un efecto de domesticación a largo plazo para este tipo de manifestaciones”, señalaba el artículo. The Guardian repasaba las modificaciones legales en varios países y extraía una tajante conclusión: en aquellos donde ha habido recortes y retrocesos en derechos y libertades, los gobiernos han endurecido las leyes para evitar que los ciudadanos protesten.
El columnista señalaba, además, la diferencia del trato policial entre las protestas convocadas por organismos “oficiales”, como podrían ser los sindicatos, y las manifestaciones protagonizadas por ciudadanos que no están bajo ningún ente de este tipo. “Al tratar con las protestas más grandes en representación de entes ‘oficiales’, la policía tiende a preferir enfoques consensuados y negociados, y tienden a tener una mayor distancia física sobre las personas”, indicaba el artículo. “Por el contrario, los pequeños grupos de manifestantes que representan coaliciones sociales independientes son más propensos a ser considerados extremistas , terroristas o incluso -suspiro teatral- anarquistas, y por lo tanto sujetos a la policía militarizada, la vigilancia directa y la coerción física, con la invocación de la ley ‘anti- terrorista’ u otras leyes represivas”.
“Te deja sin palabras”
En un sentido similar, el diario cooperativo alemán Die Tageszeitung publicaba un artículo fechado en el 21 de noviembre con el titular “Camino a la dictadura”. En su columna, el corresponsal del TAZ en España, Reiner Wandler, criticaba las limitaciones legales de la protesta afirmando que el hecho de que a las “víctimas de la política de estabilidad europea y los que protestan” se las amenace con multas “deja sin palabras”.
“En Madrid no sólo se debe prevenir la protesta social, sino también erradicar la pobreza mediante multas. Quien duerme en la calle puede esperar multas de hasta 750 euros. Y si se queja, puede conllevar 30.000 euros adicionales por insultar o amenazar a la policía”, denunciaba el artículo, publicado antes de que el Ejecutivo español rebajara algunas de las sanciones que preveía inicialmente el borrador.
“En España, claro, no se ha llevado a cabo un golpe de Estado, y el Parlamento todavía está allí, pero ya no defiende más los derechos civiles”, concluía.
“Una ley contra los indignados”
También el semanario alemán Der Spiegel se hacía eco de la reforma legal y recogía las declaraciones de la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau, quien denunciaba el “autoritarismo máximo” que supone la norma. También las del director de Greenpeace en España, Mario Rodríguez: “Esta es la nueva arma del Gobierno para intimidar a los desobedientes, a los ‘niños malos’”. “La ley se dirige contra el movimiento de los indignados”, aseguraba Der Spiegel, a la vez que destacaba que “sólo las dictaduras negarían a sus ciudadanos el derecho a manifestarse”.
En Italia, Il Giornale informaba de que “indignarse en España saldrá caro”, y destacaba como “muy discutible” la confección de un “registro de infractores” que prevé la reforma legal, “con nombres y apellidos de los autores, y la fecha y el lugar del evento”. En una información firmada por Giuliana De Vivo el pasado domingo, se hacía eco de la “polémica” suscitada por el anteproyecto de ley y constataba que, “si estuviera en vigor en Italia, aligeraría gran parte de la cuenta bancaria de algunos de los participantes en manifestaciones”.
En este sentido recordaba el “provocador beso” de una manifestante a un policía antidisturbios durante una protesta contra la construcción de una línea de tren de alta velocidad en la ciudad de Susa: “Según lo declarado por la protagonista, ‘no era un mensaje por la paz, sino que quería ridiculizar a la policía’”. Así que, insinuaba el artículo, con la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana en vigor, en España este acto podría llegar a sancionarse con hasta 1.000 euros por “vejar o injuriar a los agentes de las fuerzas de seguridad”, una sanción que inicialmente se preveía como grave, con multas de hasta 30.000 euros.
Europa considera la reforma “altamente problemática”
El Consejo de Europa también ha manifestado sus reparos a la reforma legal del Gobierno. El comisario europeo de derechos humanos, Nils Muiznieks, afirmó este lunes en Bruselas que el borrador presentado por el Ministerio del Interior es “altamente problemático”, y planteó sus dudas acerca de la necesidad de mantener estas “restricciones en una sociedad democrática, sin interferir demasiado en la libertad de reunión“.
Muiznieks , que se mostró “seriamente preocupado” por el impacto que pueda tener la ley sobre los derechos fundamentales y declaró que espera que el Ejecutivo “no vaya más allá” en la limitación de la protesta porque la ciudadanía tiene derecho a expresar “el desacuerdo con las medidas de un Gobierno”. Fuente: lamarea


El "Motín de los Colchones"


"Apaguen ese televisor, carajo!" Diez y veinte de la noche del lunes 13 de marzo de 1978. La imagen sale de un 20 pulgadas blanco y negro, con el volumen al máximo. De otra manera, era imposible que en el penal de Villa Devoto, los 160 presos abarrotados en el Pabellón 7, con capacidad para 60 personas, pudieran escuchar lo que decía el mecánico naval Jake Holman (Steve McQueen) en El cañolero de Yang-Tsé. 
En la película, fetiche que El Mundo del Espectáculo había dado varias veces, Holman era el capo de un buque de guerra yanqui, emblema de la política colonialista norteamericana en China durante los años veinte. Pero más allá de eso, a los presos de Devoto también les interesaba saber si el rubiecito Steve se quedaba con la linda Shirley Eckert (Candice Bergen). Así que, decididamente, ni locos harían caso a la prepoteada del zumbo mandado por el subprefecto Armando Gómez para que desenchufaran el aparato. 
En el medio de la discusión, la avanzada del Servicio Penitenciario Federal lo fue a buscar directamente a Jorge Omar Tolosa, bastante respetado en el grupo, y vocero de muchos de los reclamos del pabellón. Hubo cruces de palabras, algunos gritos (después, en la causa judicial armada por el Penal, la frase preferida de los guardias para justificar la carnicería fue "me insultó a viva voz"), pero por esa noche la cosa terminó ahí. En el mismo momento en que comenzaba otra. El mayor operativo de aniquilamiento que la última dictadura militar programó en una cárcel contra presos comunes.

POR QUÉ FUE UN GENOCIDIO. Dentro del aparato represivo instaurado por la dictadura tras el golpe de Estado de 1976, Devoto dependía de la Subzona 4, y orgánicamente del tenebroso Batallón de Arsenales 101. La cárcel era una de las preferidas del régimen, al punto que dos plantas completas estaban atestadas de presas políticas que en un momento sobrepasaron las 1000. El sistema obligaba a los penitenciarios a reportar directamente al Ejército, y basaba su funcionamiento en decretos como el 1209 del '76, o el famoso parte de "aniquilamiento de la subversión" de un año antes, que usaba a los edificios carcelarios como depósitos no sólo de responsables de distintos delitos, sino también de secuestrados "blanqueados" que habían tenido la suerte de no terminar como desaparecidos eternos.
A las 8 y media de la mañana del 14 de marzo, un coronel retirado de apellido Toti, más la plana mayor del Penal, ya habían armado el operativo. El SPF mandó 50 guardias para la requisa, que ese día no fue de rutina sino muchísimo más violenta. Los agentes, más efectivos de Gendarmería, entraron al Pabellón a los gritos y molieron a palos a los detenidos, los hicieron desnudar, correr hasta un patio, y volver a entrar en el rectángulo del Séptimo, donde 160 camastros estaban apiñados en una superficie de 35 metros de fondo por ocho metros de ancho. 
El grupo de detenidos, para evitar las patadas y los golpes con las culatas de las ametralladoras, se defendió tirando con lo que tenía a mano: calentadores, vasos de plástico, revistas viejas, alguna pava. Y a la fuerza, empujó a la requisa para afuera del pabellón, cerró las rejas por dentro y tapó la abertura con colchones, improvisando escudos. Uno se prendió fuego, y motivó que el pabellón entero se calcinara a los pocos minutos.
Pero esa no fue la única razón de las 64 muertes, como pretendió vender a los medios el Servicio. Muchos fueron acribillados desde la puerta principal hacia adentro. Y otros cayeron por balazos a la cabeza, mientras trataban de respirar asomados por pequeñas ventanas ubicadas a dos metros de altura, boqueando a causa del gas lacrimógeno y vomitivo disparado desde un balcón superior.
La resistencia fue liderada por varios. Tolosa, claro. Luis María Canosa, uno de los tres presos políticos del grupo, amigo del Indio Solari, y al que el fundador de Los Redondos le dedicara el tema "Toxi Taxi" (Un sueño con Luis María / muerto cuando me decía: / "Cada día veo menos / cada día veo menos, / cada día veo menos, creo, menos mal"). Carlos Pezzola, "El Guampa". Y Horacio, al que Solari también le escribiera Pabellón 7, y cuyo relato sirvió para que Elías Neuman reconstruyera la matanza en su memorable libro Crónica de muertes silenciadas.



MODELO DE CAUSA ARMADA. Por orden de la dictadura, los guardias prohibieron la entrada de los bomberos que llegaron en medio del incendio. En la causa, armada por el SPF a partir de aquella mañana, la autobomba no pudo ingresar al penal, porque en uno de los accesos se le informó que "el problema estaba controlado".
No se buscó la palabra ni de profesionales del Instituto del Quemado, ni de vecinos del barrio (el penal tiene la particularidad de estar sobre la calle, y su contacto con las inmediaciones es directo), ni mucho menos de detenidos en pabellones contiguos, que vieron la represión y olieron el ambiente a carne quemada. Los pocos sobrevivientes que hablaron lo hicieron tirados en una cama del Hospital Alvear, con gendarmes parados en la cabecera, en carácter de "declaración espontánea". Los penitenciarios, en cambio, aportaron a la causa como "declarantes testimoniales", material en base al que se tejió la historia del supuesto motín.
La historia oficial escondió los crímenes desde el principio. El primer parte del Servicio, por ejemplo, sostuvo que el ministro de Justicia, brigadier Julio Gómez, y el juez Guillermo Rivarola, que arrancó con la instrucción de la causa, pudieron comprobar "que los muertos y lesionados lo fueron únicamente como consecuencia de quemaduras y asfixia, no existiendo ninguno con heridas de bala".
Las filas de los atacantes no tuvieron muertos, sólo cinco heridos leves. Uno de ellos, con magulladuras en sus dos manos, se supone que por los golpes dados a los detenidos en el momento en que la guardia asaltó el pabellón.
Rivarola, que se declaró incompetente tres meses después del hecho y derivó la investigación a Jorge Valerga Aráoz como juez instructor, volvió a recibir la carpeta de manos de Valerga, lo que creó un conflicto de competencias. Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió en los años ochenta que no había imputados identificados entre los penitenciarios, y dictaminó el "sobreseimiento provisorio". 
Una de las versiones del Servicio, después que los presos mencionaran el episodio del televisor como desencadenante del odio genocida, fue que horas antes del fuego "se habían presentado en el pabellón para charlar sobre el episodio ocurrido la noche anterior" con Tolosa, a las 2:45 hs del martes 14. Y que de los disparos, ni uno solo provocó las muertes de los detenidos. Dijeron además que los presos "arrojaron aceite hirviendo", y que los gases comenzaron por orden del oficial Sauvage, debido a la supuesta provocación contra la requisa.
Lo sorprendente fue la palabra del SPF para calmar el escándalo en los medios, ubicando a los presos políticos como "más importantes" y a los comunes en una segunda línea. Dos voceros del Servicio enfrentaron a las cámaras dejando claro que "no existían detenidos por razones políticas entre las bajas", dando a entender que un genocidio a presos comunes no era tan grave, después de todo.  
De la esma a yabrán

En el momento del operativo en Devoto, Víctor Hugo Dante Dinamarca era el subjefe de Seguridad Interna del Penal. Fue oficial de Inteligencia del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y staff permanente del Centro Clandestino de Detención El Vesubio, donde utilizaba dos alias: Pollo o Chango.
Con la vuelta de la democracia, Dinamarca fue denunciado ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Legajo 3674) por integrar distintos grupos de tareas, organizar secuestros y dirigir seguimientos de militantes y trabajadores. 
El libro Don Alfredo, donde Miguel Bonasso teje vida y muerte de Alfredo Yabrán, detalla el ahínco que ponía Dinamarca para "trasladar detenidos" a distintos campos de concentración, colaborar con los vuelos de la muerte y armar listados de gente que tenía las mazmorras de la Escuela de Mecánica de la Armada como destino final de su existencia.
"Allí torturaban –relata Bonasso– junto a los marinos del grupo de tareas 3-3/2, varios colegas y amigos suyos del SPF, gente 'pesada' y de modales un tanto rudos, pero 'muchachos confiables al fin', que él había reclutado para la seguridad e inteligencia del Grupo Yabrán. Entre ellos se contaban el Paco Roberto Naya, otro 'candado' como Dinamarca; Miguel Ángel Caridad, que figuraba como presidente de la recién creada Bridees, y un marino que se les uniría después en los tiempos de las tres Zapram –las empresas que vigilarían, años más tarde, los depósitos fiscales de Ezeiza–: el capitán de fragata retirado Adolfo Miguel Donda Tigel, alias Palito o Gerónimo, a quien 'los subversivos de los derechos humanos' acusaban de haber asesinado a la diplomática Helena Holmberg. Este último era un profesional que alcanzaría sus niveles más altos dentro del Grupo, cuando se conformaron 'Los tres círculos', el aparato de seguridad e inteligencia que Don Alfredo siempre negó poseer."     

Las Abuelas de Plaza de Mayo


La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo es una organización de derechos humanos argentina que tiene como finalidad localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños secuestrados-desaparecidos por la última dictadura militar (1976-1983), crear las condiciones para prevenir la comisión de ese crimen de lesa humanidad y obtener el castigo correspondiente para todos los responsables. Está presidida por Estela Barnes de Carlotto y tiene su sede central en Buenos Aires. Hasta octubre de 2012 las Abuelas han recuperado la identidad original de 107 nietos. Han sido nominadas en cinco ocasiones al Premio Nobel de la Paz: entre el 2008 y el 2012. El 14 de septiembre de 2011 recibieron el premio Félix Houphouët-Boigny, otorgado por la Unesco, por su trabajo en materia de Derechos Humanos.  

Apropiación de menores en la dictadura argentina 

La dictadura militar instaurada en la Argentina el 24 de marzo de 1976, autodenominada como Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), estableció una metodología de eliminación masiva de opositores, que ha sido considerada judicialmente como un genocidio,  durante el cual fueron detenidas-desaparecidas miles de personas, con utilización en gran escala de centros clandestinos de detención (CCD) donde se procedía a su tortura, asesinato y desaparición de los cuerpos. 
En ese contexto los hijos de las detenidos-desaparecidos fueron tratados por las fuerzas represivas como "botín de guerra",  para lo cual se planificó detalladamente, incluso por escrito, un sistema de detención de embarazadas, partos clandestinos, falsificación de identidades y simulación de adopciones, con el fin de apropiarse de los niños. De esa manera alrededor de quinientos niños fueron apropiados y privados de su identidad, y en muchos casos llevados a vivir con personas que creían sus padres y que en realidad fueron autores, partícipes o encubridores del asesinato de sus verdaderos padres. 
Reteniendo a los niños nacidos en cautividad y entregándolos posteriormente como «botín de guerra» se afirmaba el poder del Estado Patriarcal Militar sobre un aspecto característico de la identidad femenina, la maternidad. Con la supresión de la madre, se quebranta el lazo humano fundamental, y esto robustece la creencia de que el Estado Militar controla todo sin oposición. Ser capaz de atacar a la vida en sus propias raíces muestra al poder militar como absoluto e inmutable. Esta «reorganización», considerada necesaria por los militares para «salvar» a la sociedad argentina, exigía que los hijos de los «subversivos» fueron apartados de los suyos para ser otorgados a «buenas familias» (por ej.: de militares o de clase alta) (Suárez - Orozco, 1987). Ramón Camps, Jefe de Policía de la Prov. de Buenos Aires donde cantidades de niños/as fueron secuestrados/as, decía; «...Personalmente yo no eliminé a ningún/a chico/a, lo que hice fue dar algunos/as a organizaciones benéficas para que les encontraran nuevos padres. Los subversivos educan a sus hijos en la subversión. Por ello esto debía detenerse». (citado por Barki, 1988 p. 241). 

El inicio de las Abuelas de Plaza de Mayo

El golpe de estado del 24 de marzo de 1976 estableció un régimen terrorista que tuvo como eje la desaparición forzada de los opositores y la imposición de un sentimiento generalizado de miedo destinado a paralizar cualquier reclamo; el sólo hecho de preguntar por el paradero de un familiar detenido-desaparecido era riesgoso y podía resultar a su vez en la detención-desaparición propia. En ese momento la situación de indefensión e impotencia de los familiares de las personas desaparecidas era extrema, ya que ninguna democracia del mundo, ni la Iglesia Católica, de gran influencia en el país, o las organizaciones internacionales humanitarias, estaba dispuesta a condenar al régimen militar y, por el contrario, en algunos casos cooperaban con la represión ilegal. Tampoco era posible recurrir al sistema judicial, ya que los jueces argentinos rechazaban sistemáticamente los recursos de hábeas corpus.

En esas condiciones un grupo de madres, padres y familiares de desaparecidos iniciaron un movimiento de resistencia no violenta.
Tenemos que ir directamente a la Plaza de Mayo y quedarnos allí hasta que nos den una respuesta. 
El 30 de abril de 1977 comenzaron a marchar cada jueves alrededor de la Pirámide de Mayo, en la plaza del mismo nombre, situada frente a la casa de gobierno. Inicialmente se reconocían entre sí llevando un pequeño clavo; luego las mujeres decidieron cubrirse el cabello con un pañal de tela blanco.  El grupo recibió rápidamente el nombre de Madres de Plaza de Mayo y por su sola presencia comenzó a ejercer presión nacional e internacional sobre el destino de las personas que desaparecían en la Argentina. 
Casi al mismo tiempo, el 15 de mayo, María Eugenia Casinelli (consuegra del poeta Juan Gelman) y otras once abuelas firmaban un hábeas corpus colectivo en forma de carta, dirigida a la justicia de Morón, en el que hacían saber la existencia de bebés desaparecidos y solicitaban que se suspendiesen todas las adopciones. La carta ha sido considerada documento histórico y antecedente inmediato de la constitución de las Abuelas de Plaza de Mayo a fines de ese año. Un fragmento de la misma dice:
(…) los bebés de nuestros hijos desaparecidos o muertos en estos últimos dos años. Algunas de estas criaturas han nacido de sus madres en cautiverio. Otra fue sacada de su hogar, que fue destruido. Hasta ahora todos nuestros esfuerzos han sido vanos. Las criaturas no han sido reintegradas a sus hogares, a sus familias. No sabemos ya qué hacer... Últimamente ha llegado a nuestro conocimiento que algunos abuelos han podido localizar a sus nietos en tribunales de menores o por su intermedio. Por eso nos permitimos rogarle quiera tener a bien interesarse en la lista de bebés desaparecidos que adjuntamos, por si ustedes tuvieran noticias de alguno de ellos. 
En septiembre Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, "Licha", comenzó a asistir junto con su esposo y Hebe de Bonafini a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo, buscando a un hijo, una hija embarazada, su nuera y su yerno. Al mismo tiempo, otra madre-abuela, María Isabel Chorobik de Mariani, "Chicha", había comenzado a buscar a otras madres de desaparecidos que, como ella, tuvieran también nietos pequeños desaparecidos. Mariani había sido impulsada a agruparse con otras abuelas por Lidia Pegenaute, una abogada que se desempeñaba como asesora de menores en los tribunales de La Plata y que le entregó la dirección de Alicia de De la Cuadra para que fuera a verla.  La Dra. Peganaute, fue uno de los casos excepcionales de funcionarios del poder judicial, que colaboraron genuinamente con los familiares de desaparecidos. En los últimos meses del año, Chicha Mariani fue a buscar a Licha de De la Cuadra a su casa de La Plata:
El día que conocí a Alicia ella estaba con un salto de cama rosado y ordenaba su casa. Empezamos a charlar y perdimos la noción del tiempo. Ese día empecé a descubrir lo que realmente estaba pasando y a entender que la búsqueda debía hacerse de otra manera, que no había un solo niño desaparecido sino por lo menos dos. Y si habían dos, ¿cuántos más podrían ser? Por primera vez tuve la horrorosa sensación de que no encontrábamos a los niños porque no nos los querían entregar.
Chicha Mariani 

Ese día Alicia de De la Cuadra invitó a Chicha Mariani a sumarse a la acción que las Madres de Plaza de Mayo estaban preparando con motivo de la visita a la Argentina del Secretario de Estado de los Estados Unidos Cyrus Vance. Simultáneamente, De la Cuadra comenzó a preguntar, entre las Madres de Plaza de Mayo, quienes buscaban también nietos, para comenzar a una acción conjunta destinada a recuperarlos.  El 21 de noviembre las Madres de Plaza de Mayo irrumpieron en la ceremonia oficial para entregarle al alto funcionario estadounidense, cada una un resumen de sus hijos y nietos desaparecidos. Fue la primera vez que estuvieron juntas las doce abuelas consideradas fundadoras. 
Licha (Alicia de De la Cuadra) buscó a las otras abuelas que ya conocía de la Plaza de Mayo, nos reunimos y decidimos empezar a trabajar juntas. Éramos 12 en ese momento. A mi me asombró verlas con tanta serenidad; yo era un guiñapo, un llanto continuo, las veía a ellas tan serenas y decía ’tengo que ser como ellas’. Primero nos dimos a conocer como «Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos». Pero fuimos creciendo, la gente empezó a conocernos y a llamarnos las "Abuelas de Plaza de Mayo".
Chicha Mariani 

Las doce primeras

Las fundadoras de las Abuelas de Plaza de Mayo fueron doce madres-abuelas de desaparecidos, que tenían entonces una edad entre los 50 y los 60 años:
Mirta Acuña de Baravalle
Beatriz H. C. Aicardi de Neuhaus
María Eugenia Casinelli de García Irureta Goyena
Eva Márquez de Castillo Barrios
María Isabel Chorobik de Mariani
Delia Giovanola de Califano
Clara Jurado
Leontina Puebla de Pérez
Raquel Radio de Marizcurrena
Vilma Delinda Sesarego de Gutiérrez
Haydee Vallino de Lemos
Alicia Zubasnabar de De la Cuadra 

Inicialmente adoptaron el nombre de Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos y Alicia de De la Cuadra fue reconocida como la primera presidenta del grupo; en 1980 terminaron aceptando la denominación por la que ya eran conocidas, Abuelas de Plaza de Mayo.
Este subgrupo de Las Madres comprendió que la situación de los niños apropiados por las fuerzas de seguridad, era diferente de la de sus progenitores desaparecidos y que se precisaban estrategias y metodologías específicas para recuperarlos. «Buscar a los nietos sin olvidar a los hijos», fue la consigna que las agrupó. 
Es por la misma época, cabe señalar, que en el grupo de las Madres de la Plaza de Mayo se organizó un subgrupo, el de las Abuelas, madres por partida doble, quienes realizan una tarea esencial respecto de los bebés. Se dedican a los niños que fueron secuestrados junto con sus padres y no han reaparecido, y a las jóvenes que, secuestradas estando embarazadas, se supone han dado a luz en prisión. Es decir que esas madres, por el testimonio que llevan, representan mucho, no solamente para la Argentina, sino para el mundo entero.

Una de las características esenciales de Las Abuelas de Plaza de Mayo, al igual que Las Madres, fue la de organizarse básicamente como grupo de mujeres. Eso no significó que los abuelos, y en general otros varones y mujeres no colaborasen con la Asociación, pero la dirección y la representación recayó siempre sobre mujeres que tenían nietos desaparecidos.
Cuando en los primeros momentos desaparecían las personas y se empezaba a trabajar, en la Plaza de Mayo había hombres, mujeres, jóvenes, un poco de todo. En el caso nuestro es que yo me pude jubilar y dedicarme, pero mi marido tenía que seguir trabajando para mantener la casa. Él me espera, me apoya, me tiene paciencia, me alentaba y me sigue alentando. Pero hay otra cuestión que es la visceral: la de mujer, la de madre, que nos impide dejar de hacer todo lo que tenemos que hacer para seguir buscando. También es cierto que muchos hombres se resintieron en su salud y se murieron. La mayoría de las abuelas son viudas... Y que para los militares el hombre era más peligroso. "¡Déjenlas a esas lloronas viejas locas!, ya se van a cansar...". Si hubieran adivinado que íbamos a persistir para siempre nos hubiesen secuestrado en mayor número.
Estela B. de Carlotto 

La constitución de Las Abuelas de Plaza de Mayo no tuvo un momento preciso ni un acto formal. Fue un proceso de confluencias entre mujeres buscando nietos. Así se formó un núcleo inicial de doce abuelas, que comenzaron a reunirse de manera sistemática, desde fines de 1977. Las Abuelas de Plaza de Mayo han adoptado como fecha de su creación, el sábado 21 de noviembre de 1977; sin embargo ellas mismas aclaran que la fecha es simbólica y que se trató de «un desbarajuste de la memoria» que las llevó a confundir el día en que le entregaron sus notas a Cyrus Vance. 

Actuación durante la dictadura 

Terror local, indiferencia mundial 

Las abuelas se fueron constituyendo progresivamente como una organización. En los primeros meses hubo arduas discusiones entre las Madres de Plaza de Mayo sobre la conveniencia o no de que las abuelas se organizaran formalmente como grupo diferenciado.  Sin embargo la búsqueda de los nietos requería una serie de actividades específicas (recorrida de casas-cuna y orfelinatos, trámites antes los jueces de menores, investigación de los casos de adopción conocidos) que las llevó naturalmente a reunirse, coordinar acciones y, finalmente, a presentarse como Abuelas.
A mediados del año '77, ya éramos muchas en la Plaza, ya caminábamos de a dos o tres alrededor del mástil, cuando una de las actuales Abuelas, Eva (Eva Márquez de Castillo Barrios), era Eva, me pide que me aparte del grupo para conversar sobre los chiquitos nacidos en cautiverio. Porque ya no podíamos buscar a los chiquitos en Tribunales sino que teníamos que buscarlos en Casa Cuna, en orfelinatos, en Jueces de Menores. En la misma forma que Eva me separa a mí, fuimos señalándonos unas con otras las que éramos abuelas porque ya sabíamos que nuestros nietos habían nacido, suponíamos. Y empezaron las reuniones de Abuelas en forma clandestina. ¿Dónde nos reuníamos, cómo nos reuníamos? Empezó siendo, creo que la primerísima vez fue en una confitería que había en un entrepiso en Retiro. Ahí nos juntamos todas. Teníamos un motivo en común para reunirnos que era la búsqueda de nuestros nietos.
Delia Giovanola de Califano 

Comenzaron a reunirse en iglesias o confiterías tradicionales de Buenos Aires, como la “Richmond”, la “London”, “Las Violetas” o el “Tortoni”, aparentando ser mujeres mayores tomando el té o celebrando el cumpleaños de alguna. También mantuvieron algunos encuentros en la parada "El Palenque" del Parque Pereyra Iraola, en la ruta de Buenos Aires hacia La Plata, simulando realizar picnics, en un lugar de esparcimiento masivo popular. Se trataba de personas sin ninguna experiencia en actividades políticas u organizativas, ni conocimientos sobre los mecanismos institucionales nacionales e internacionales, que intentaban actuar prácticamente sin apoyos internos ni externos, en un medio en el que no existía el más mínimo respeto a los derechos humanos.
Éramos simples amas de casa. La mayoría de nosotras nunca había hecho nada fuera de su hogar. Yo ni siquiera sabía como tomar un colectivo (bus) sola. No estaba acostumbrada a salir de mi casa sin mi esposo. Incluso ahora pienso que no podría hacer las cosas que hice.
Haydee de Lemos 

La tarea inicial, como ya venían haciendo las Madres de Plaza de Mayo, fue armar un resumen escrito presentado en carpetas, de cada uno de sus familiares desaparecidos, destacando la condición de embarazada de sus hijas o nueras, o la desaparición de sus nietos. Algunas, que habían recibido noticias sobre el nacimiento de sus nietos, pusieron también las fechas estimadas de nacimiento, el sexo y en algunos casos, los nombres y hasta las fotos de los bebés desaparecidos, para ser presentadas a organizaciones nacionales e internacionales, con el fin de solicitar ayuda humanitaria.
Pero probablemente lo más notable de las Abuelas de Plaza de Mayo haya sido la tarea investigativa directa que encararon y organizaron, para establecer la suerte y paradero de sus nietos. Actuando como si fueran detectives, ellas mismas organizaron sin medios, un sistema de inteligencia coordinado, recorriendo los juzgados de menores, orfelinatos y casas cuna, buscando incoherencias en las adopciones o "nacimientos" extraños de la época, observando a las familias sospechosas de haberse apropiado de sus nietos, tomando fotos de los niños en jardines de infantes y escuelas, etc. Toda esa información era compartida, analizada de manera sistemática en grupo y registrada. Poco a poco comenzaron a recibir también —y siguen recibiendo— denuncias y datos que la población les hacía llegar, como una manera de colaborar en la tarea de ubicación de los pequeños. Las Abuelas (y las Madres) crearon así una amplísima red de recolección informal de datos que llegó hasta los lugares más imprevistos.
Entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977 fueron secuestradas y desaparecidas doce personas vinculadas a la Madres de Plaza de Mayo, entre ellas su fundadora Azucena Villaflor y las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet; la mayoría de ellas fueron secuestradas directamente de la Iglesia de la Santa Cruz. En una investigación que llevó décadas, se descubrió que las mismas fueron llevadas a la ESMA, torturadas y arrojadas vivas al mar desde un avión. 
En ese marco la mayoría de los jueces adoptaron una actitud de colaboración con el secuestro y desaparición de los niños y la supresión de su identidad, omitiendo investigar sus orígenes y facilitando las adopciones. En uno de los casos más extremos, la jueza Delia Pons recibió al niño Emiliano Ginés, y aún conociendo la identidad del menor, decidió no informar a la familia sobre su situación y ordenó internarlo en la Casa Cuna donde murió el 1 de septiembre de 1978. 
La jueza Pons, en 1978, expresó a las Abuelas de Plaza de Mayo sus ideas sobre la suerte que debían correr los hijos de los hijos de las personas detenidas-desaparecidas:
Estoy convencida que sus hijos eran terroristas, y terrorista es sinónimo de asesino. A los asesinos yo no pienso devolverles los hijos porque no sería justo hacerlo. No tienen derecho a criarlos. Tampoco me voy a pronunciar por la devolución de los niños a ustedes. Es ilógico perturbar a esas criaturas que están en manos de familias decentes que sabrán educarlos como no supieron hacer ustedes con sus hijos. Sólo sobre mi cadáver van a obtener la tenencia de esos niños.
Delia Pons, Jueza de Menores 

Las Abuelas solicitaron apoyo a todos los líderes de los principales partidos políticos de Argentina, entre ellos Ricardo Balbín de la Unión Cívica Radical, Ítalo Luder del Partido Justicialista y Oscar Alende del Partido Intransigente, quienes en los dos primeros casos evitaron comprometerse atribuyendo la responsabilidad al accionar de los grupos guerrilleros, y en último se negó a recibirlas. 
Ante la evidencia de que se habían anulado todos los procedimientos e instituciones capaces de proteger a los niños, las Abuelas de Plaza de Mayo decidieron recurrir a la ayuda humanitaria internacional. El primer pedido de ayuda humanitaria fue dirigido a la Iglesia Católica. En enero de 1978 las Abuelas le solicitaron al Papa Pablo VI su intervención humanitaria en la cuestión de los bebés desaparecidos; el Papa, sin embargo, no respondió la solicitud ni realizó gestión alguna. Solicitudes similares fueron luego realizadas a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la Conferencia Episcopal Argentina, UNICEF y la Cruz Roja. En todos los casos esas instituciones guardaron silencio o rechazaron la petición y permanecieron inactivas.

Primeros resultados

En noviembre de 1977 las Abuelas presentaron su petición ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y por primera vez se dio curso al reclamo, dando intervención a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Ese mismo mes y pese al terror imperante, el tradicional diario de la comunidad británica en la Argentina, el Buenos Aires Herald, dirigido por Robert Cox, publicó una carta de lectores de las Abuelas de Plaza de Mayo, dando a conocer que había niños desaparecidos en el país. Las organizaciones de derechos humanos siempre han reconocido el valor que demostró Cox en aquel momento y la importancia que tuvieron sus publicaciones en un momento en que nadie en el mundo estaba dispuesto a denunciar las violaciones de derechos humanos en la Argentina.  También en abril de 1978, las Abuelas tomaron la costumbre de concurrir a la localidad de San Miguel, en el conurbano de Buenos Aires, donde se realizaban anualmente las reuniones la Conferencia Episcopal Argentina. Durante varios años le otorgaron máxima prioridad a buscar el apoyo de la Iglesia Católica, hasta que finalmente concluyeron que la cúpula de la misma estaba relacionada estrechamente con el gobierno militar y en conocimiento de las apropiaciones ilegales de bebés.  Pocos años después, las Abuelas llegaron a criticar severa y formalmente la actitud de la Iglesia Católica Argentina, en una carta dirigida a la Conferencia Episcopal:
Muchas veces hemos recurrido a ustedes, muchas veces nos hemos acercado a nuestra Iglesia, transidas de dolor e impotencia... Esperábamos algo más que el silencio de nuestra Iglesia, de nuestros Obispos... ¿Alguna vez la Iglesia hablará por esos indefensos niños? ¿O es que a la Iglesia no le importa que hayan desaparecido los niños...?
Abuelas de Plaza de Mayo 

El domingo 5 de agosto de 1978, Día del Niño, apenas un mes después del triunfo en la Copa Mundial de Fútbol jugada en Argentina, el diario La Prensa aceptó publicar la primera solicitada en la que se reclamaba por los niños desaparecidos. El texto, que fuera llamado en Italia el Himno de las Abuelas, fue un factor decisivo para comenzar a movilizar a la opinión pública internacional:
Apelamos a las conciencias y a los corazones, de las personas que tengan a su cargo, hayan adoptado o tengan conocimiento de dónde se encuentran nuestros nietitos desaparecidos, para que en un gesto de profunda humanidad y caridad cristiana restituyan esos bebés al seno de las familias que viven la desesperación de ignorar su paradero. Ellos son los hijos de nuestros hijos desaparecidos o muertos en estos últimos dos años. Nosotras, Madres-Abuelas, hacemos hoy público nuestro diario clamor, recordando que la Ley de Dios ampara lo más inocente y puro de la Creación. También la ley de los hombres otorga a esas criaturas desvalidas el más elemental derecho: el de la vida, junto al amor de sus abuelas que las buscan día por día, sin descanso, y seguirán buscándolas mientras tengan un hálito de vida. Que el Señor ilumine a las personas que reciben las sonrisas y caricias de nuestros nietitos para que respondan a este angustioso llamado a sus conciencias.

Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos

También en agosto de 1978 las Abuelas salieron por primera vez de la Argentina, aprovechando que Chicha Mariani debía viajar a Italia por razones familiares. Debido a que Mariani tenía en Roma un pequeño apartamento vacío, las Madres de Plaza de Mayo, también aprovecharon la ocasión, para dirigirse a Roma, permaneciendo todas juntas. Allí se entrevistaron con el diputado socialista Sandro Pertini y el cardenal argentino Eduardo Pironio, con escasas consecuencias.  Hasta 1985 realizaron en total unos 40 viajes, casi sin recursos; ellas mismas han relatado que, para todo un viaje, podían contar con unos 200 dólares. 
El 18 de noviembre de 1978 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció en el Caso 2553, sobre la desaparición de Clara Anahí Mariani, nieta de Chicha Mariani, resolviendo que los hechos denunciados constituían "gravísimas violaciones al derecho a la libertad, a la seguridad e integridad de la persona y al derecho de protección contra la detención arbitraria" y que el gobierno debía devolver la niña Clara Anahí a su familia, disponer de inmediato una investigación completa e imparcial para determinar la autoría y sancionar a los responsables, debiendo informar a la Comisión en 30 días. 
Uno de los primeros y más importantes resultados de los viajes internacionales, fue la relación que establecieron con el Comité de Defensa de los Derechos Humanos para los Países del Cono Sur (CLAMOR), dependiente del Arzobispado de São Paulo y dirigida por el cardenal Paulo Evaristo Arns. Aunque Brasil también se encontraba gobernado por una dictadura, coordinada con las demás dictaduras sudamericanas por medio del Plan Cóndor, la Arquidiócesis de São Paulo, adoptó una posición humanitaria activa frente a la violación de derechos humanos en la región. Precisamente, el 31 de julio de 1979, CLAMOR, con la colaboración de las Abuelas de Plaza de Mayo, localizó por primera vez a dos niños desaparecidos, los hermanos Anatole y Victoria Julien Grisonas, de nacionalidad uruguaya y argentina respectivamente, secuestrados en Buenos Aires por militares argentinos y uruguayos y trasladados primero a Montevideo y luego a Chile, por entonces bajo la dictadura de Pinochet, régimen que también coordinaba las acciones terroristas internacionales a través del Plan Cóndor. Los niños habían sido abandonados en una plaza de Valparaíso y adoptados de buena fe por una familia chilena. Las Abuelas se reunieron con la familia adoptiva, verificaron su honestidad y aceptaron que los niños permanecieran con sus padres adoptivos en estrecho contacto con su familia biológica. 
Las Abuelas también tomaron contacto con Amnistía Internacional, que se mostró inmediatamente receptiva, realizando campañas y brindándoles apoyo organizativo y financiero. Una de sus primeras actividades fue el impulso de un petitorio internacional por los niños desaparecidos que reunió 14.000 firmas, incluyendo personalidades de gran renombre como Simone de Beauvoir, Costa Gavras y Eugène Ionesco. Poco a poco organizaciones de derechos humanos en todo el mundo difundían la situación de los niños desaparecidos en la Argentina. 
El 6 de septiembre de 1979, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA se instaló durante catorce días en la Argentina para examinar la situación de los derechos humanos en el país. La visita es recordada muchas veces por la tristemente célebre propaganda oficial con la que el gobierno militar intentó desprestigiarla, utilizando el lema «los argentinos somos derechos y humanos», concebido por la conocida consultora estadounidense Burson-Marsteller (BM), con el fin de obstaculizar las denuncias internacionales por violaciones de derechos humanos. 
Las Abuelas le aportaron a la CIDH 5.566 casos documentados de desapariciones, a pesar de las condiciones represivas en las que debían desarrollar sus actividades. El 14 de diciembre la CIDH presentó un extenso informe en el que por primera vez, un organismo oficial cuestionaba a la dictadura argentina por las "numerosas y graves violaciones de fundamentales derechos humanos", estableciendo el deber del gobierno argentino de informar sobre cada una de las personas desaparecidas. En su informe, la CIDH también dio cuenta de "la desaparición de recién nacidos, infantes y niños, situación ésta en que la Comisión ha recibido varias denuncias", ubicando como caso testigo el de Clara Anahí Mariani. 
Las relaciones internacionales de las Abuelas, llevadas adelante principalmente por Chicha Mariani y Estela de Carlotto (quien se sumara en 1978), resultaron muy exitosas y constituyeron un elemento importante de su éxito como organización. A comienzos de la década del 80, ya recibían apoyo financiero y organizativo del Consejo Mundial de Iglesias, la Organización Católica Canadiense para el Desarrollo y la Paz, el Entraide Protestante Suisse (HEKS), la Organización Terre des Hommes, el Folke Kirkens NOD-HJELP de Dinamarca, el Comité Catholique contre la Faim et pour le Développement de Francia, el Rädda Barnen de Estocolmo, iglesias protestantes noruegas, y municipios, comunidades religiosas y ciudades de Alemania. 

Tatiana y Laura 

A comienzos de 1980, CLAMOR le abrió a las Abuelas sus archivos secretos, con gran cantidad de información sobre los desaparecidos en la Argentina, los represores, los centros clandestinos de detención, nacimientos clandestinos, etc., datos y precisiones que resultaron de vital importancia para todas las organizaciones de derechos humanos. La información fue ingresada a la Argentina por Chicha Mariani y Estela de Carlotto, oculta en bombones brasileños y ropa usada de mujeres mayores, adoptando intencionalmente el estereotipo de "viejas tontas" para superar los controles policiales.
Los documentos de CLAMOR confirmaban las sospechas sobre los partos clandestinos de mujeres detenidas-desaparecidas y el destino de sus hijos. Los testimonios de sobrevivientes también daban cuenta que las mujeres embarazadas solían ser torturadas. El caso del matrimonio Vaccaro fue uno de los primeros a los que tuvieron acceso:
Tito y Marta Vaccaro fueron secuestrados en noviembre de 1978 y llevados al campo clandestino de detención “El Olimpo”, ubicado en Ramón Falcón y Olivera, Floresta, Capital Federal. Tenían 20 años y ella estaba en avanzado estado de embarazo. Apenas llegaron los obligaron a desvestirse en medio de golpes y manoseos. A Marta la amenazaron con provocarle un aborto. Le explicaban que no la torturarían por su embarazo pero la forzaban a presenciar la tortura de su esposo. Otro día la ataron a la mesa de tortura y le pegaron con palos y cadenas. En otra sesión ataron juntos al matrimonio en la mesa de torturas, desnudos. Les aplicaron golpes y picana eléctrica simultáneamente. Marta casi no podía moverse. Su cuerpo y su rostro mostraban las huellas del tormento. Nunca fue controlada por un médico. “Ninguno de nosotros podía explicarse cómo logró salvar su embarazo”, relató después un liberado. El bebé de Marta nació en enero de 1979, nada se sabe de él ni de su madre desde entonces. 
El 19 de marzo de 1980, cuando aún gobernaba la dictadura, las Abuelas localizaron otras dos nietas, las primeras en ser recuperadas directamente por ellas, Tatiana Ruarte Britos y su hermana Laura Jotar Britos, quienes habían quedado abandonadas en una plaza del Gran Buenos Aires luego de que su madre fuera secuestrada-desaparecida, y terminaron siendo adoptadas legítimamente por el matrimonio Sfiligoy, quienes jugaron un papel muy importante en la recuperación de la identidad de la niñas, una actitud no habitual en la mayoría de los casos. 
También en 1980 Chicha Mariani reconoció a una nieta desaparecida, Paula Logares, en una foto que llegó anónimamente a CLAMOR, en la que la niña aparecía frente al Obelisco de Buenos Aires; la foto estaba acompañada de un informe en la que se indicaba el nombre que estaba usando la niña y la dirección aproximada en donde vivía. La Abuelas iniciaron entonces un seguimiento e investigación en condiciones de riesgo extremo, que les permitió localizar a la niña y establecer con certeza su identidad. Con esos datos, Paula Logares sería la primera niña restituida por la justicia argentina una vez restablecida la democracia. 
Ese mismo año el activista de derechos humanos argentino Adolfo Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de la Paz, consolidando y brindando mayor cobertura para la acción de las organizaciones de derechos humanos. 
El 9 y 10 de diciembre de 1981, las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo organizaron la Primera Marcha de la Resistencia, que consistió en extender por 24 horas la ronda semanal. Iniciaron la misma unas setenta madres y abuelas, rodeadas de policías, que marcharon toda la noche, bajo la lluvia y sin luz, ya que el gobierno militar había mandado cortar la iluminación pública en la plaza. A la mañana siguiente casi tres mil personas y otras organizaciones de derechos humanos se sumaron, incluido el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Cumplidas las 24 horas, la manifestación marchó por Avenida de Mayo hacia la Avenida 9 de Julio, coreando consignas, entre ellas una de las que se volverían más emblemáticas en las luchas por los derechos humanos de los siguientes años: "los desaparecidos, que digan dónde están". Fue la primera vez también que la prensa argentina cubrió con amplitud la acción de las organizaciones de derechos humanos. Esa fue la primera de una serie de marchas por los derechos humanos que se repetirían desde entonces, durante las siguientes décadas, agrupando a decenas de miles de personas y que en conjunto constituyen, la mayor movilización popular en las calles de la historia argentina reciente. 

Derrumbe de la dictadura 

La creciente movilización de los sectores políticos, sindicales, estudiantiles y de derechos humanos en 1981 y comienzos de 1982, comenzó a debilitar a la dictadura militar. En ese contexto el gobierno militar tomó la decisión de ocupar las Islas Malvinas, el 2 de abril de 1982, acción que llevaría a la Guerra contra Gran Bretaña y a una derrota tres meses después, que hizo colapsar al régimen y obligó a los militares a iniciar una retirada desordenada del poder, sin condicionamientos, llamando a elecciones para octubre de 1983.
En ese período las Abuelas comenzaron a prepararse para las nuevas posibilidades de investigación que abriría la democracia. Entre 1980 y 1983 habían localizado a cuatro niños desaparecidos (los hermanos Julien Grisonas y las hermanas Ruarte Britos y Jotar Britos), en ambos casos adoptados de buena fe por familias que colaboraron en la restitución de su identidad.
Pero la posibilidad de abrir investigaciones judiciales dentro de un estado de derecho, tanto para descubrir a los culpables como para identificar a los niños desaparecidos, implicaba enfrentar problemas inéditos en la experiencia internacional. En ese momento no existían métodos científico para determinar positivamente la filiación, y los existentes -basados en los tipos de sangre- sólo servían como prueba negativa, es decir para descartar una relación biológica entre dos personas, pero no para demostrarla.
Las Abuelas tomaron entonces la iniciativa de recurrir a los científicos de punta para desarrollar alguna técnica que pudiera determinar sin dudas, la filiación de una persona en ausencia de sus padres. En esa búsqueda recurrieron a laSociedad Americana para el Avance de la Ciencia de los Estados Unidos, donde les respondieron: «lo que piden es posible, pero nunca se hizo: vamos a investigar». El resultado fue la creación del índice de abuelidad, que llegó a alcanzar un 99,99% de certeza sobre la filiación de una persona, desarrollado por los científicos Mary-Claire King y Cristian Orrego. 

La acción de las Abuelas al recuperarse la democracia 

El 10 de diciembre de 1983 el país recuperó la democracia al asumir el presidente Raúl Alfonsín y los demás representantes electos por la población. Se abrió entonces un complejo panorama de investigación y enjuiciamiento de loscrímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, incluyendo el enjuiciamiento y condena de varios integrantes de las juntas militares, y al mismo tiempo de presiones y levantamientos militares para cerrar las investigaciones, que tuvieron éxito con las llamadas leyes de impunidad sancionadas entre 1986 y 1990.
Pensábamos que el Estado se iba a hacer cargo de recomponer la situación y que nosotras íbamos a ser colaboradoras indirectas. Fuimos de una ingenuidad muy grande. Y finalmente nos dimos cuenta de que teníamos que seguir siendo las actrices principales en la búsqueda.
Estela de Carlotto 

El caso de Carla Artés y su abuela Sacha Artés Company es demostrativo de las dificultades y pormenores que se presentaron en ese momento. A fines de 1983, ni bien establecido el gobierno democrático, Abuelas de Plaza de Mayo recibió una información anónima que le permitió a una de las abuelas, "Sacha" Artés Company, localizar a su nieta secuestrada-desaparecida, Carla Artés. Carla se encontraba en poder de Eduardo Ruffo, un agente de inteligencia que había integrado la Triple A y luego se desempeñó como vicejefe del centro clandestino de detención "Automotores Orletti". Había sido secuestrada en Bolivia, junto a su madre Graciela Rutilo Artes -la hija de Sacha- y su padre Enrique López, cuando contaba con diez meses de edad. Luego de que su padre fuera asesinado y debido a la presión internacional, los militares bolivianos entregaron oficialmente a los militares argentinos, a Carla y a su madre. Ambas fueron enviadas a "Automotores Orletti", donde la niña fue apropiada por el subjefe del centro, luego de que éste participara del asesinato de su madre. Carla fue criada por este hombre y su esposa, junto a otro niño secuestrado-desaparecido, en calidad de hermano. El 15 de febrero de 1984 las Abuelas de Plaza de Mayo realizaron la denuncia penal, pero para entonces Ruffo se había fugado con su esposa y los niños. Ruffo fue finalmente hallado y detenido en 1985. En el momento que Carla y su abuela se encontraron, la niña -que para entonces contaba ya con 10 años- le dijo: "yo sabía que me estabas buscando". La justicia otorgó a la abuela la guarda provisoria de la niña, pero con fuertes reticencias de los funcionarios, que también la separaron de su "hermano", ya que el juez rechazó el pedido de Sacha Artés de hacerse cargo de ambos niños. Durante estas tramitaciones, en 1987 se aprobó la Ley de Obediencia Debida, presentada por el presidente Raúl Alfonsín, restringiendo la posibilidad de perseguir a la mayor parte de los represores. Como consecuencia de la misma Ruffo, el secuestrador de Carla y asesino de su madre, quedó en libertad sin culpa ni cargo, mientras que Carla quedaba impedida de salir del país, por falta de los documentos que establecían su verdadera filiación. Su abuela tomó entonces la decisión de emigrar con la niña de la Argentina, para radicarse desde ese momento en España, donde Carla tomó el apellido de su abuela.
En 1984 las Abuelas lograron la restitución de Paula Eva Logares, la primera nieta con quien la Justicia aceptó la validez de la prueba de filiación establecida por medio del índice de abuelidad determinado con los nuevos análisis genéticosdescubiertos a requerimiento de la asociación. 
En 1987 se logró la primera restitución de una niña nacida en cautiverio, Elena Gallinari Abinet, quien había sido inscripta falsamente como propia por un subcomisario de la policía bonaerense y que era en realidad hija de María Leonor Abinet, detenida-desaparecida el 16 de septiembre de 1976, cuando tenía siete meses de embarazo.
En 1989 las Abuelas tuvieron éxito en probar judicialmente que la adopción de Ximena Vicario se había realizado de manera gravemente irregular, logrando que se anulara una adopción plena por primera vez en la historia de la justicia argentina.

Las leyes de impunidad

El Congreso sancionó las leyes de Punto Final en 1986 y Obediencia Debida en 1987, esta última luego de una sublevación militar "carapintada" en el cuartel de Campo de Mayo durante Semana Santa de ese año. Las leyes cerraron la posibilidad de enjuiciar a los responsables de las violaciones de derechos humanos y en particular del secuestro-desaparición de los niños, quedando en libertad cientos de autores de graves violaciones de derechos humanos. El ciclo de las llamadas leyes de impunidad se cerró en 1989 y 1990 con los indultos concedidos por el presidente Carlos Menem.
Las Abuelas, como las demás organizaciones de derechos humanos, se negaron a aceptar un sistema jurídico que impedía investigar y castigar los crímenes de lesa humanidad, y continuaron impulsando los juicios por apropiación de niños. Los casos de niños secuestrados-desaparecidos siempre fueron un problema insoluble para las leyes de impunidad debido a que jurídicamente, no podían "darse por cerrado", en razón de la continuidad y persistencia del delito, así como por la existencia real de esos niños con identidades falsas y las localizaciones de los mismos que las Abuelas continuaban realizando.
En 1997 Abuelas de Plaza de Mayo inició una causa penal sosteniendo que el secuestro de bebés era parte de un plan sistemático impulsado desde el más alto nivel del Estado durante la dictadura. Se trata de uno de los juicios más importantes referidos a violaciones de derechos humanos en la Argentina durante la dictadura. En ella se investiga la apropiación de 194 niños.
En 1998, el subcomisiario Samuel Miara fue condenado a doce años de prisión por la apropiación ilegal de los mellizos Gonzalo y Matías Reggiardo Tolosa, hijos de Juan Reggiardo y María Rosa Tolosa, desaparecidos en 1977, uno de los casos más dramáticos.
Ese mismo año las Abuelas de Plaza de Mayo propusieron incorporar a la Convención sobre los Derechos del Niño el derecho a la identidad que fue incluido en los arts. 7 y 8, conocidos por eso como los artículos argentinos.

Dos décadas. Los chicos se hacen jóvenes: «¿vos sabés quién sos?»

Al cumplir dos décadas en 1997, los nietos desaparecidos ya no eran niños, sino adolescentes y jóvenes, que ya habrían adquirido cierta autonomía en sus vidas, donde sea que se encontraran. Las Abuelas decidieron entonces modificar su línea de acción, para emprender acciones masivas que involucraran a toda la sociedad, con el fin de permitir que los jóvenes con dudas sobre sus orígenes pudieran acercarse libremente y en un ambiente de contención. Simultáneamente la justicia argentina decidió que no se puede obligar a una persona mayor de edad a sacarse sangre para determinar su filiación, con el argumento de que ello afectaría su derecho a la intimidad.
Con ese objetivo, en su 20º aniversario, en octubre de 1997 lanzaron la campaña «¿Vos sabés quién sos?». La campaña se inició con un recital de rock en la Plaza de Mayo, presidido por el cartel y la consigna. También con ese fin, crearon junto a la CONADI, la Red por la Identidad, que se extendió por todo el país promoviendo el derecho a la identidad. Fue el comienzo de una nueva aproximación al problema. Ya no era una cuestión de buscar a sus nietos por medios indirectos; ya era posible dirigirse a ellos directamente. "De hecho, hicieron que una generación entera se preguntara por su historia".
También, junto a las demás organizaciones de derechos humanos, impulsaron los juicios por la verdad, obligando al Estado argentino a seguir investigando, a partir de la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Lapacó (1999).
En 2000 se estrenó la película documental Botín de guerra, dirigida por David Blaustein, contando la historia de las Abuelas, con un notable éxito de público y obteniendo el "Gran Premio Ecuménico" del Festival de Berlín.
El 24 de marzo de 2004 se recuperó la ESMA para realizar allí un espacio de memoria. En el acto oficial hablaron tres nietos recuperados que habían nacido allí.
En 2006, la conciencia masiva en la sociedad argentina sobre los niños desaparecidos y su búsqueda alcanzó un pico de popularidad cuando una telenovela de gran difusión popular Montecristo, dirigida por Miguel Colom y transmitida por televisión abierta (Telefé), incluyó en su argumento central y en sus protagonistas la presencia de jóvenes nacidos en cautiverio durante la dictadura, que descubren la verdad.
Me di cuenta de que inconscientemente tenía un peso que no percibía. Ahora me siento más completa, más tranquila. Ahora no soy parte de una mentira. (Claudia Poblete).
Tres décadas. Los jóvenes se hacen grandes
En 2007 las Abuelas inspiraron la realización de una miniserie en tres capítulos denominada Televisión por la identidad, con tres historias independientes de niños apropiados, dos de ellas reales (Tatiana y Juan) y la tercera una síntesis de ficción realizada sobre las experiencias de los nietos recuperados. El ciclo tuvo un altísimo rating y debió ser repetido. Ese mismo año una nieta recuperada (Victoria Donda) fue elegida diputada nacional.
Hasta octubre de 2012 las Abuelas han recuperado a 107nietos.

La tarea actual de las Abuelas

Con el fin de localizar los niños desaparecidos, Abuelas de Plaza de Mayo trabajan en cuatro niveles:
reclamos y propuestas ante los organismos gubernamentales nacionales e internacionales;
denuncias y presentaciones ante la Justicia;
acciones destinadas a involucrar a la sociedad;
investigaciones propias.
Para su trabajo, la asociación cuenta con equipos técnicos integrados por profesionales en los aspectos jurídico, médico, psicológico y genético.
Cada uno de los niños que fueron apropiados tiene una causa abierta en la Justicia a la que se agregan las denuncias que se van recibiendo con el correr del tiempo y que conforman elementos probatorios que determinan su verdadera identidad y la de los responsables de su secuestro o tenencia ilícita.
Para asegurar en lo sucesivo la validez de los análisis de sangre han implementado un Banco Nacional de Datos Genéticos, creado por la Ley Nacional Nº 23.511, donde figuran los mapas genéticos de todas las familias que tienen niños desaparecidos.
Las Abuelas actúan en el campo internacional promoviendo normas y acciones internacionales destinadas a proteger a la niñez. La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de 1989, incorporó tres artículos (7, 8 y 11) directamente propuestos por ellas con el fin de garantizar el derecho a la identidad.
Desde 2007, las Abuelas integran el directorio de los organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria y Derechos Humanos, en donde funcionara la Escuela de Mecánica de la Armada.

Mano dura contra la delincuencia en Singapur


En Singapur se gobierna con mano de dura. Hace 10 años había 500.000 presos; al cabo de seis meses, hoy, sólo quedan 50. Todos los criminales confesos y probados fueron fusilados o llevados a la horca. Toda figura pública corrupta (políticos, policías, militares, etc.) fueron fusilados (con pruebas solidas que los involucraba). Los empresarios ladrones fueron fusilados o huyeron rápidamente del país. Los drogadictos que dormían en las calles huyeron del país vía Malasia so pena de tener que realizar trabajos forzados o de ser fusilados. El mensaje del gobierno del PAP (partido del pueblo) en todos los medios advertía que el país tenía un cáncer y la única solución era extirparlo. La familia en cuyo seno había "familiares extirpados", es considerada como peligro para la nación y se les controla. 

Después de haber realizado la limpieza en el país, se reorganizó el sistema político, judicial y penal y se convocó a elecciones. El primer ministro se postuló como candidato a la presidencia y ganó las elecciones con casi el 100% de los votos. Hoy Singapur es uno de los países más seguros y desarrollados para vivir. Es más seguro que Estados Unidos, Gran Bretaña, Saudí Arabia, España o Israel. Al aterrizar en Singapur, el documento de desembarque tiene una leyenda en letra roja bastante grande y una explicación sobre la pena de muerte vigente en el país por posesión de drogas. Con cero tolerancia, el poseedor de droga es fusilado o condenado a cadena perpetua con trabajos forzados. Un surfista brasileño ingresó a Singapur con una tabla de surf llena de cocaína. Obviamente encontró su propia muerte. La madre del traficante apareció en la televisión brasileña pidiendo al presidente Lula que intercediera por su hijo pero no tuvo éxito. Ni la madre, ni Lula, ni las protestas de los derechos humanos impidieron la ejecución de la ley. 

En los hoteles hay una Guía de la Ciudad que explica que la policía de Singapur garantiza la integridad física de cualquier mujer durante 24 horas al día. Anteriormente en Singapur, se vivía sin ley ni orden, y las mujeres que salían solas eran violadas o asesinadas con frecuencia. Pero ahora eso se acabó. También está prohibido mascar chicle ni arrojarlo a la acera ni es posible distribuir volantes por las calles; solamente pueden colgarse dentro de las tiendas, y no se pueden entregar a los clientes con el fin de que no ensucien las calles. En el 2010 la secretaria de un amigo local que estaba haciendo un trabajo allí, fue perseguida por la policía desde su casa hasta el trabajo. Cuando llegó, la policía le indicó que se detuviera. Uno de los policías llegó a la ventana de su coche y le dijo: “Como usted sabe señora, estamos haciendo una campaña de civismo en el tránsito. Los infractores reciben una multa y damos bonificaciones a los que conducen correctamente. Durante todo el trayecto la señora no cometió ninguna infracción”. El policía la felicitó y entregó un cheque equivalente a US$ 78 y pidió a la señora que firmara el recibo.

Según el diario singapurense Straits Times, el director de Instituciones Penitenciarias, Ng Joo Hee, confirmó recientemente la decisión de paralizar la construcción de dos cárceles en las que estaba previsto gastar 472 millones de dólares. La razón es la disminución de la población penal, que llegó a las 11.768 personas, equivalente al 0,25 de total de sus habitantes. ¿Qué opinas de estas medidas?

Alfabetización de las niñas: 20 de noviembre, Día Universal de los Derechos de la Infancia


Con motivo de la celebración del Día Universal de los Derechos de la Infancia, el 20 de noviembre, la ONG de Desarrollo InteRed, recuerda que el acceso de las niñas a la escolarización sigue siendo una asignatura pendiente y agravada por la crisis económica mundial. En el mundo hay 67 millones de menores sin escolarizar, de los cuales, más de 36 millones son niñas. Si no se realizan progresos y la tendencia mundial persiste, se estima que para el 2015 quedarán todavía 56 millones de niñas y niños que no podrán ir a la escuela. La equidad en la escuela es una preocupación mundial dada la alta tasa de analfabetismo en niñas debido a desigualdades entre los sexos por la posición de mujeres y niñas en la sociedad, por vivir en comunidades de zonas rurales apartadas, pertenecer a etnias determinadas, empobrecimiento de la familia, etc. Una educación no sexista y de calidad aumenta los índices de alfabetización y empodera a las personas para desarrollar sus capacidades y competencias, reduce la pobreza, aumentan las oportunidades económicas, la autonomía de las mujeres, fomenta su participación en la vida pública y la conciencia de la propia valía y su dignidad. A pesar de los avances producidos en los últimos años, aún queda mucho camino por recorrer en la eliminación efectiva de desigualdades, la función del profesorado es esencial para crear condiciones de aprendizaje basadas en la igualdad de género para la superación de estereotipos. Una educación no sexista y de calidad aumenta los índices de alfabetización y empodera a las personas para desarrollar sus capacidades y competencias Desde 1992, InteRed trabaja en América Latina, Asia y África por el reconocimiento y disfrute del derecho universal a una educación de calidad y equidad en población infantil, juvenil y adulta. Una educación que incorpora la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, el reconocimiento de la dignidad y la diversidad de cada persona. InteRed, en su apuesta por el derecho a la educación para todas las personas, en cualquier contexto educativo, y a lo largo de toda la vida; en su compromiso con la erradicación del analfabetismo y con la finalidad de que los grupos excluidos tengan más y mejores oportunidades, desarrolla durante 4 años, entre otros proyectos de educación y alfabetización, en Bolivia un convenio con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), que impulsa una educación inclusiva y gratuita, especialmente para niñas y mujeres indígenas de zonas rurales de 14 municipios del estado boliviano (5 de Cochabamba, 4 de La Paz y 5 de Chuquisaca), con 85 centros de educación formal y 4 centros de educación alternativa. En España, InteRed, tiene en marcha en la actualizad en los centros escolares, la campaña “Actúa con cuidados. Transforma la realidad”, donde una de las iniciativas es “Abraza tu cole” que muestra el compromiso de los centros educativos con el cuidado de las personas y la educación.

India, la farmacia del mundo vs. Novartis


Farmamundi estrena un documental de denuncia, pues la India se ha convertido en líder mundial en la fabricación de medicamentos genéricos. La ONG defiende el acceso a medicamentos que la empresa farmacéutica Novartis vende a un precio cien veces superior al sueldo mínimo del trabajador indio.

En el marco de la celebración del 20 aniversario de Farmamundi, la ONG ha estrenado en Barcelona su nuevo documental ‘India, la farmacia del mundo’. El filme aborda el litigio que durante los últimos 7 años ha mantenido la poderosa farmacéutica Novartis en los tribunales de la India, tras serle denegada en el país la patente de una nueva forma de su fármaco anticancerígeno Glivec, recetado para tratar un tipo mortal de leucemia. Finalmente, la justicia ha dado la razón a los fabricantes indios de genéricos.
En enero de 2006, la compañía farmacéutica Novartis solicitó la patente en India de una fórmula mejorada de un medicamento anticancerígeno comercializado como Glivec. Fue rechazada porque, de acuerdo con la Ley de Patentes India y especialmente teniendo en cuenta el apartado 3d, sólo las innovaciones auténticas podían registrarse. Este requisito no lo cumplía la nueva versión del mesilato de imatinib que proponía la compañía.
“India, la farmacia del mundo”, rodado entre los meses de enero y febrero de 2013 (dos meses antes de conocerse la sentencia favorable a la India), analiza el proceso judicial del Caso Glivec a través de los testimonios de expertos en salud y derecho como el Dr. Dhananjaya Saranath, responsable de investigación de Cancer Patients Aid Association o G. Shah, secretario General de Indian Pharmaceutical Alliance.
El documental está producido por Mamma Team y financiado por la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament y el Ajuntament de Barcelona, dentro de la campaña de educación ‘Esenciales para la Vida’.
Sentencia tras el rodaje
El 1 de abril de 2013, pocos meses después de que volviera a España el equipo de Farmamundi, el Tribunal Supremo de la India dictó una sentencia favorable a los fabricantes indios de genéricos ante la demanda de la farmacéutica multinacional. Un hecho que, según explica el Dr. Germán Velásquez, coguionista del filme y asesor en Salud y Desarrollo de la organización South Centre, es sorprendió gratamente a su regreso del país asiático: “Había cierta incertidumbre, ya que en materia de litigios a veces puede ganar el que tiene el mejor abogado, y no necesariamente el que tiene la razón”, explica.
Velasquez, junto a la directora y guionista Yasmina Solanes, presentó ayer en el Palau Robert de Barcelona el documental de 30 minutos. La joven directora ha destacado igualmente el proceso “orgánico” que supuso el montaje del filme, debido a los cambios que se produjeron durante el ensamblaje. “Sabíamos que queríamos hacer el documental sobre este caso porque nos parecía muy interesante pero en aquel momento no sabíamos ni qué nos encontraríamos en la India, ni cómo acabaría el caso. A medida que íbamos descubriendo cosas el documental iba cogiendo más y más forma”.
El resultado ha sido un filme “ni demasiado técnico para el público que no es experto en el tema, ni poco técnico para los especialistas”, añade Solanes, que ha contado en el proyecto con la coordinación y asesoramiento de Farmamundi, con amplia experiencia en la defensa del acceso a los medicamentos en el Sur.
Negocio frente a salud
La India es una de las potencias emergentes que posee una poderosa industria farmacéutica fabricante de genéricos y, lo que es más importante, exportadora de fármacos al Sur. Novartis ha tratado de acabar precisamente con ella, con “la farmacia de los pobres”, como la llaman. Así lo explica el farmacéutico de la Junta Rectora de Farmamundi y experto en patentes, Xosé María Torres:
“Con esta resolución se ha reforzado la validez de la Ley de Patentes India” pero, muy especialmente supone para la India el mantenimiento de su industria productora y exportadora de genéricos a los países empobrecidos: “La particularidad de la India es que tiene una potentísima industria de genéricos, con una gran actividad exportadora, con empresas como CIPLA,RANBAXY, Dr. Reddys…, lo que ha puesto al país en el punto de mira de las multinacionales farmacéuticas, que la ven como un competidor fuerte. Si fuera sólo por lo que suceda en el interior de la India, a las farmacéuticas les importaría, pero no tanto”, sentencia.
La decisión protege el acceso de los más pobres a los genéricos, de precio accesible, frente a los fármacos que bajo patente suponen un precio prohibitivo para la mayoría de la población. El precio del imatinib de Novartis en el mercado indio es unas cien veces el sueldo mínimo del trabajador indio. El tratamiento de un paciente durante un mes con Glivec cuesta 4.000 dólares, mientras que en la India la versión genérica cuesta menos de 73 dólares.
Acuerdos comerciales
Para comprender el litigio hay que atender a las normas de propiedad intelectual y comercio. “En la India, como en cualquier país del mundo, una empresa privada o extranjera puede desafiar una ley, denunciándola ante un Tribunal, como hizo Novartis”, detalla Velásquez.
En este sentido, la India es firmante de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC/TRIPS) de la Organización Mundial del Comercio. Novartis ha tratado de recurrir la ley india indicando que no era coherente con esas normas y se ha topado de frente con una ley de propiedad intelectual que limita la capacidad de los laboratorios farmacéuticos de obtener nuevas patentes introduciendo apenas pequeñas modificaciones en las fórmulas, un proceso denominado “evergreening” y que* imposibilita a la población más pobre a acceder a unos fármacos con costes elevados.*
“Esperamos que este documental sirva para que otros países se atrevan a seguir los pasos de la India. Nuestro lamento es no haber podido entrevistar a nadie de Novartis. Lo intentamos por todos los medios tanto en la India como en España, pero lamentablemente no lo conseguimos”, concluye Yasmina Solanes.




Los Estatutos de limpieza de sangre fueron el mecanismo de discriminación legal hacia las minorías españolas conversas bajo sospecha de practicar en secreto sus antiguas religiones -marranos en el caso de los antiguos judíos y moriscos en el de los antiguos musulmanes- que se estableció en España durante el Antiguo Régimen. Consistían en exigir (al aspirante a ingresar en las instituciones que lo adoptaban) el requisito de descender de padres que pudieran asimismo probar descendencia de cristiano viejo. Surgen a partir de la revuelta de Pedro Sarmiento (Toledo, 1449), a consecuencia de la cual se redactó la Sentencia Estatuto y otros documentos justificativos, que a pesar de ser rechazados incluso por el papa Nicolás V, tuvieron una gran difusión en gobiernos municipales, universidades, órdenes militares, etc.

Su principal problema, y que causó el rechazo inicial por el papado, era el hecho de que presuponían que ni siquiera el bautismo lavaba los pecados de los individuos, algo completamente opuesto a la doctrina cristiana.
Posteriormente, y para justificar una segregación de posiciones de poder (incluido el económico) que podían adquirirse durante la Colonización española de América los estatutos se emplearon para impedir que los españoles libremente pudiesen asentarse en las Américas, limitando su emigración.