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El poder de las arepas como símbolo de resistencia

Por Miro Popic

Desde sus orígenes Venezuela fue un país polarizado y los pobladores de este inmenso territorio se dividían entre los comedores de yuca y los comedores de maíz. Si usted era aborigen del oriente y las márgenes del Orinoco, comía yuca. Si era de occidente y de las laderas andinas, comía maíz. 

Todo el que quiera hacer una análisis de lo que está pasando ahora, tiene que comenzar por entender esta dicotomía alimentaria que ha sido el principal baluarte de resistencia ante todo lo que nos llegó luego de 1498. Seguimos comiendo arepas tal como lo hacían nuestros antepasados. 



Cuando el tirano Lope de Aguirre arengó a sus tropas diciéndoles que no podían ser vencidos por esta gente de casabe y arepa, sabía de qué hablaba pero no le sirvió para nada. Perdió la guerra. Algo parecido le ocurre hoy a McDonald’s. 

PRIMER PLATO 

El primer gran enfrentamiento fue con la comida. Ocurrió entre el maíz y el trigo, dos de los grandes granos universales. El español llegó con su pan de bizcocho y aquí lo recibimos con arepas, a las que llamaron pan de maíz. Si nosotros hubiéramos conquistado Europa, al pan lo llamaríamos arepas de trigo. 

Cuando se intenta definir la cocina venezolana se habla de su condición mestiza. Pero, en rigor, ¿no son mestizas todas las cocinas? El mestizaje no es exclusivo ni suficiente ya que es algo compartido con todas las cocinas del continente y no alcanza para resaltar su carácter diferenciador frente a ellas, además de que todas las cocinas del mundo tienen elementos ajenos a sus orígenes que las convierten también en mestizas en mayor o menor grado. Ese mestizaje se da principalmente en el uso de ingredientes que se incorporaron a la dieta diaria que luego de quinientos años nos parecen propios, pero igual ocurrió con lo que llevaron los conquistadores al viejo mundo. 

Una arepa no puede ser tildada de mestiza por más que le agreguemos caviar o foiegras y llevamos unos cuantos miles de años preparándolas de la misma manera. 

Más que mestizaje aquí se produjo una coexistencia compartida de alimentos y cocciones donde todos aportaron lo suyo sin renunciar a muchos de sus gustos adquiridos, obligados por el sagrado principio de que ante cualquier dificultad no se come lo que se es sino lo que se puede. 

SEGUNDO PLATO 

El maíz tiene un sabor único, una textura dúctil que se adapta a todo tipo de cocción. Se consume horneado, frito, hervido, asado, sirve de aperitivo, como guarnición y plato principal, como acompañante, como aceite, como almidón para espesar salsas, dulce o salado, y hasta transformado en whisky. Unos tienen más proteína, los más duros, otros son más blandos y se usan en las harinas mientras que los más dulces acumulan más azúcar que almidón y son de granos translúcidos. 

El maíz es el más grande de los granos, es de pericarpio duro por lo que los primeros consumidores tuvieron que idear tratamientos especiales para facilitar su consumo. El proceso de transformación permite la liberación de una serie de moléculas aromáticas distintivas que se identifican con cierto tipo de uvas, frutos del bosque, notas de violetas y especias. 

Cuando el maíz se muele se transforma en harinas, sémolas y polentas y se masifica y facilita su consumo en múltiples preparaciones. Los granos triturados son una mezcla de almidón, proteínas, aceites, emulsionantes y otros componentes de las paredes celulares que amasados se convierten en una masa cohesiva, moldeable, con que se hacen las tortillas, los tamales y los chips que se comen en casi todo el mundo, pero sólo en Venezuela se transforma en arepas. 

TERCER PLATO 

La arepa es un baluarte patrimonial profundamente arraigado en la cultura venezolana, con extensiones a otras áreas como el deporte o la política, de gran significado no sólo alimentario sino metafórico, representativo de todo lo que somos o podemos ser, sinónimo de alimento en general, el pan nuestro de cada día, pero no de trigo, de maíz. 

Los antropólogos, además del territorio, reconocen al idioma, la religión y la comida como los elementos cohesionadores de un pueblo. Con la Conquista impusieron un idioma, el castellano, una religión, la católica, pero no pudieron arrebatarnos la pasión por las arepas que venimos comiendo desde mucho antes que existieran esa lengua y esa creencia. La arepa es símbolo de resistencia irreductible, factor de permanencia, principio y fin de unidad. 

POSTRE 

Pienso que la única derrota que podemos proporcionar al imperio es con las arepas. Es más, ya lo hicimos. Cuando uno entra a un McDonald’s, el rey de la hamburguesa, en cualquier parte de Venezuela y se encuentra con la oferta de arepas con perico o queso para el desayuno, ¿quién es el vencedor?


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Harina PAN 100% White Corn por Amazon


Últimas Noticias: La harina PAN se consigue en Amazon ¡a $8,75!

Harina por Amazon 

Abraham Zamorano | BBC Mundo, Caracas

La arepa, bandera de la gastronomía venezolana, se hace de harina de maíz precocida, un producto básico para los venezolanos que hoy por hoy es muy difícil de encontrar en los mercados. No así en internet: en Amazon se consigue, para chiste de propios y extraños.

Según el índice de escasez que elabora el Banco Central de Venezuela (BCV), la materia prima de la arepa cerró 2012 con un 43% de escasez en Caracas. Es decir, de cada diez establecimientos que se visitaba, no la había en cuatro, reseña BBC Mundo.

Lo malo es que hay que tener suerte, ojo o muchas ganas para que en una vuelta por los mercados de Caracas coincida uno con los lugares donde sí la hay. Lo normal es que lo miren como un loco ingenuo cuando uno pregunta por el codiciado producto.

No es que sea imposible conseguirla, es que, sin acudir al mercado negro, hay que ponerle mucho empeño o tener la suerte de estar en el lugar indicado, a la hora indicada, para coincidir con la escena que de tanto en tanto se repite: los empleados anunciando voz en grito la llegada del producto.

Entonces se produce el revuelo, los apretones compartidos hasta con los empleados que también quieren comprar y el "racionamiento" de paquetes tasados por persona. Unos pocos minutosd después, se oye el "No queda, señor".
La otra opción es estar atento a algún alma caritativa que lo anuncie en la red social Twitter y aprestarse a hacer largas colas. También se forman cadenas de mensajes cortos en celulares para avisar.

¿Amazon?

Claro que los venezolanos han descubierto que la "Harina P.A.N.", la marca más popular producida por Empresas Polar, sí que se puede comprar en internet. Sin ir más lejos, en Amazon, y la cosa ha sido objeto de numerosos chistes en la red social Twitter.

La materia prima de la arepa cerró 2012 con un 43% de escasez en Caracas, según el índice de escasez que elabora el Banco Central de Venezuela.

¿Será que los venezolanos usan los escasos dólares a los que tienen acceso a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) para comprar harina? Con el cambio oficial a -para los expertos sobrevaloradísimo - 4,3 bolívares por dólar, ¿vale la pena? ¿Tan lejos llega el amor por la arepa?

Los venezolanos a los que BBC Mundo les planteó la idea lo tomaban a risa: "es una locura", "si alguien puso en Twitter que iba a usar Cadivi para comprar harina, lo hizo en broma", decían.

Pero lo cierto es que The Latin Products, la empresa que vende el producto en Amazon le confirmó a BBC Mundo que tienen existencias en abundancia y que sí, ha hecho numerosos envíos a Venezuela.

La empresa comentó que los venezolanos, sin embargo, suelen valerse para sus envíos de terceras empresas por resultarles mucho más barato así.

La mera existencia del producto en la popular tienda en internet desató ríos de comentarios en Twitter, la mayoría en un tono de humor negro, risas ante la desgracia.

Acaparadores

El gobierno de Hugo Chávez acusa de forma recurrente a los empresarios de provocar deliberadamente la escasez para buscar un clima de inestabilidad social.

El vicepresidente Nicolás Maduro anunció a principios de enero el lanzamiento de un dispositivo contra el acaparamiento que incluiría inspecciones a los principales distribuidores de alimentos del país.
Según Maduro, en el marco del Plan Nacional de Fiscalización los inspectores iban a acudir acompañados por la Guardia Nacional y los acaparadores iban a "salir esposados".

"Una vez comprobado, con inteligencia popular, con investigación, el delito de acaparamiento, ahí vamos con la ley en la mano y con la Guardia Nacional a abrirles los galpones, a sacar esposados a los acaparadores, a ponerlos presos por cometer ese delito contra el pueblo", dijo Maduro el pasado 5 de enero.

El vicepresidente en concreto señaló a Empresas Polar al decir que en una inspección se habían encontrado 490 toneladas de Harina P.A.N. en un almacén.

Algunos culpan a los acaparadores de la falta de harina para hacer arepas.

Las empresas en general niegan ser culpables de tal acaparamiento. Polar, de hecho, ha señalado que esa cantidad de harina almacenada es normal, pues "apenas corresponde a uno o dos días de ventas".

Así lo expresó en un comunicado de la semana pasada su director de Negocio Tradicional, Manuel Felipe Larrazábal, quien apuntó que su empresa trabaja a plena capacidad y produce 2.500 toneladas diarias.

El economista Ángel García Banchs, de la firma Econométrica, le dijo a BBC Mundo que no es de extrañar que el gobierno lance una campaña para tratar de culpar de la escasez a los empresarios.

"El ciudadano no puede protegerse de la escasez y el público apunta con el dedo al gobierno cuando la hay, por eso van a sacar campañas mediáticas haciendo ver que hay empresas acaparando", le dijo García Banchs a BBC Mundo.

Importada

El caso es que la producción no cubre la demanda. Venezuela es uno de los cinco países que más importan maíz y trigo de América Latina y el Caribe.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés), las compras al exterior en esos rubros subieron en 2012 respecto al ejercicio anterior en un 12% y 7,5% respectivamente.

En su reporte Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2012, la FAO calcula en Venezuela se consumen 56 kilos de trigo por persona y año. En el caso del maíz, la cifra es 49 kilos, la mayor de Sudamérica.

La FAO incluye a Venezuela entre los países que han logrado "erradicar el flagelo del hambre", un logro que se atribuyen las autoridades gracias a las políticas sociales del gobierno chavista como la Misión Alimentación, la Mercal o la Gran Misión Hijos de Venezuela, que entrega recursos a madres menores de edad y baja renta.

Un éxito de las políticas sociales de Chávez que, sin embargo, no ha conseguido solucionar la cíclica ausencia de determinados productos de la cesta básica de las estanterías de los mercados. El mes de diciembre de 2012 registró un 16% en el índice general de escasez.

Eso, en números: en la calle, la sensación es que si se quiere la harina de las arepas hay que prepararse para una maratón de mercado en mercado. Y aun eso no es garantía de nada.

NOTA ORIGINAL
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Arepas y empanadas, contadas por Oscar Yanes


OSCAR YANES | EL UNIVERSAL

Ramón David León, gran periodista, director de un periódico llamado La Esfera, decía que para conocer bien a una persona no había que averiguar quiénes eran sus amigos y acompañantes, sino qué comía.

La arepa, como la hallaca, es símbolo nacional. Los indios hacían arepa, remojando el maíz y luego lo machacaban entre dos piedras. Y después extendían la masa en planchas redondas de arcilla caldeadas al fuego. Hay arepas blancas y amarillas.

En el desayuno criollo, especialmente en Navidad, aparece un hermano de la hallaca: el bollo, acompañando siempre al huevo frito. Sin embargo las empanadas no fallan en el desayuno del interior de la República y en Caracas también. En los Llanos la preparan con carne de marrano, mezclada con la de res. En Lara y Yaracuy las rellenan especialmente con caraotas negras. En algunas partes le agregan papelón a la masa.

Las empanadas bien tostadas, tengan lo que tengan adentro, son deliciosas. Cada venezolano tiene su empanada favorita. Chorizo desmenuzado en algunas poblaciones andinas. La empanada es la prima hermana de la hallaca. Y pariente cercana del bollo. Todas son hijas legítimas del maíz. La empanada no tiene rival en el desayuno.

Los expertos recomiendan, especialmente para el desayuno, la empanada con la tela de la masa lo más delgada posible y bien frita para que cruja entre los dientes.

En el ferrocarril Caracas-Valencia, en la estación "Las Mostazas", después de Los Teques, se vendían las mejores empanadas de Venezuela. Costaban una fortuna: un real. Las otras empanadas costaban una "puya" (un centavo) cada una. Y te ofrecían seis por un mediecito (25 céntimos). Con un bolívar desayunaba toda una familia.

"Perico" es plato clásico en el desayuno. Se prepara en muchas regiones, con chicharrones machacados, huevos revueltos y cebolla picada.

El desayuno criollo más frecuente es carne mechada, "perico", dos o tres tajadas de plátanos, queso rallado y café con leche. Y una o dos buenas arepas.

Gómez desayunaba pizca de huevos y papas, o consomé de gallina con huevo. Antes se tomaba un cafecito negro y luego con el desayuno café con leche y jugo de naranja.

En Oriente la tortilla incluye chorizo carupanero y morcilla dulce. El chorizo oriental es el mejor del país.

El desayuno venezolano es centro de cordialidad y de entendimiento político. El Pacto de Punto Fijo (firmado en la casa de Caldera), nació en un desayuno en la casa de Betancourt.

Desayuno trágico para Venezuela fue aquel al que no pudo asistir Diógenes Escalante. La enfermedad mental de Escalante precipitó el golpe de octubre de 1945 que derrocó al presidente Medina.

En un desayuno, Betancourt pidió a los amigos de Larrazábal que le plantearan al presidente de la Juntahacer gobierno colegiado con Villalba, Caldera, Betancourt e Isaac Pardo. Larrazábal quedaría como presidente. Objeciones de Miguel Otero Silva: los pleitos de Jóvito y Rómulo volverían loco al Presidente. Así son las cosas.

Lean también Historia de la Reina Pepiada y Arepa, la Miss Venezuela de nuestra cocina

Oscar Yanes, el echador de cuentos.
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La arepa genera una batalla legal y levanta la ira de la comunidad venezolana en Toronto

Por Pablo A. Ortiz | NOTICIAS MONTREAL

- Batalla legal por la marca registrada de la Arepa en Toronto

- La arepa se convirtió en protagonista de una gran polémica lejos de su Venezuela natal: en la movida ciudad de Toronto.

Lo que comenzó como un mensaje en un grupo de Facebook se convirtió en una bola de nieve con cientos de comentarios, un grupo de venezolanos enfurecidos y un comunicado oficial.

Arepa Café abrió sus puertas en noviembre de 2009 con la finalidad de ofrecer a la comunidad del Greater Toronto Area lo mejor del tradicional plato venezolano. De igual forma la empresa inició el proceso para registrar la marca de su empresa ante la oficina de propiedad intelectual de Canadá.

Tiempo después otro joven venezolano logró abrir un pequeño puesto de comida en el movido mercado de Kensington. ¿El nombre? Arepa Market. De ahí en adelante se disparó un conflicto legal que requirió abogados y terminó con el cierre del segundo establecimiento.

En abril de 2011 el gobierno canadiense otorgó el registro de la marca Arepa Café a los dueños del restaurant. Poco tiempo después, exigieron al dueño de Arepa Market, a través de abogados, quitar el nombre con el que identificaba su negocio por considerar que confundía al consumidor y afectaba a su clientela y por consiguiente a su negocio.

El dueño de Arepa Market, ante la incapacidad de financiar un proceso legal, decidió apagar las luces y poner fin a su empresa a finales del verano pasado, antes de enfrentar demandas más serias.

Con el tiempo la historia se conoció y se regó como pólvora. Para la comunidad venezolana la decisión de Arepa Café de presionar por medios legales a Arepa Market es una injusticia, tomando en cuenta que todo el conflicto gira en torno a una palabra común dentro del vocabulario venezolano y latinoamericano que parece imposible registrar.

Pero para las leyes canadienses es distinto. Al no ser una palabra común del inglés o el francés, pudo ser registrada sin problemas y pasó por todos los procesos legales.

Ante las críticas, los dueños de Arepa Café decidieron publicar un comunicado relatando su postura en torno a la situación. Niegan haber forzado a Arepa Market a cerrar sus puertas y defienden su derecho de hacer respetar su marca registrada.

“Debemos recordar que todo lo que se intenta hacer es tratar de evitar confusión entre las marcas. Si esto se logra y se llega a un acuerdo, todos seguimos normal”, señala el comunicado.

Aún así, admiten haber actuado de manera legal ante Arepa Market como respuesta a la intención de su dueño de registrar también su nombre. “Digamos que esta ʻsegunda compañía (Arepa Market) opta por ignorar esta comunicación de solucionar la situación y más bien decide registrar su propio trademark con un nombre similar. ¿Cuál sería la reacción de la primera compañía al ser ignorada? La primera compañía debe utilizar los canales de la ley, enviando comunicados que no pueden ser ignorados”.

De igual manera señalan que no buscan “secuestrar” el término arepa, sino hacer respetar la ley.

¿Cuál es el problema?

Arepa Café cumplió los requisitos para registrar su marca y sustentó su demanda con el apoyo de la ley, de eso no hay dudas aparentes. Pero el problema radica en la intención que la comunidad venezolana de Toronto y Canadá percibe de las acciones de la empresa.

El grupo de venezolanos en Toronto en Facebook fue inundado por comentarios de usuarios molestos (más de 300). Creen que la acción es una simple maniobra legal para “secuestrar” el término tradicional venezolano y limitar cualquier tipo de competencia en la industria.

Según la demanda de la empresa, el problema es utilizar como marca el término “Arepa” seguido de un adjetivo descriptivo, lo que deja muy pocas opciones para potenciales empresarios no solo de Toronto sino de todo Canadá. Sin embargo, el término “Arepa Café” es visto como dos sustantivos en la lengua española, mientras que en Canadá el primero puede ser tomado como un nombre propio.
Las consecuencias

La molestia de los venezolanos de la región llegó a niveles altos, al punto que están organizando un boicot al restaurante de comida tradicional venezolana.

Otros han asomado la idea de realizar una protesta pacífica frente al establecimiento para exigir que se “libere” el uso del término Arepa.

El dueño de Arepa Market puso punto final a la historia y siguió con sus proyectos personales. Pero para la comunidad venezolana en el país parece una batalla que apenas comienza, ante una realidad sustentada por las leyes canadienses.

Twitter: @PabloJinko – pablo@noticiasmontreal.com

Foto: Flickr – Stevendepolo

Sobre el autor

- Periodista venezolano, fotógrafo y uno de los fundadores de Noticias Montreal. Trabajó en el diario deportivo Líder en Deportes de Venezuela cubriendo fútbol hasta que decidió iniciar una nueva aventura en Montreal. Música, tecnología e internet.

Lean en Noticias de Montreal: Arepa Café vs. Arepa Market, una historia que la comunidad venezolana en Toronto no quiere dejar morir.

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