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Sobre el anteproyecto de Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana en España


“Problemática”, “autoritaria”, “camino a una dictadura”, “amenaza a la democracia”. Estos son algunos de los términos que han aparecido en la prensa europea en relación al anteproyecto de Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes. Una nueva normativa que ha despertado el recelo de columnistas del diario británico The Guardian o del alemán Die Tageszeitung (TAZ), y de cuya polémica generada se han hecho eco varios rotativos europeos.
En el Reino Unido, The Guardian abría la semana pasada con el titular “De Québec a España, las leyes contra la protesta amenazan verdadera democracia” una información firmada por Richard Seymour en la que aseguraba que “elchoque entre la austeridad neoliberal y la democracia popular” ha producido una crisis de “ingobernabilidad” en las autoridades. “La reorganización de los estados en una dirección autoritaria es parte de un proyecto a largo plazo para detener la democracia manteniendo un mínimo de legitimidad democrática, de eso es lo que van las leyes antiprotesta”, mantenía el rotativo británico, que calificaba la reforma legal en España como “un ataque a la democracia”.
“No se trata sólo de un elemento más de disuasión de las protestas, sino que tiene un efecto de domesticación a largo plazo para este tipo de manifestaciones”, señalaba el artículo. The Guardian repasaba las modificaciones legales en varios países y extraía una tajante conclusión: en aquellos donde ha habido recortes y retrocesos en derechos y libertades, los gobiernos han endurecido las leyes para evitar que los ciudadanos protesten.
El columnista señalaba, además, la diferencia del trato policial entre las protestas convocadas por organismos “oficiales”, como podrían ser los sindicatos, y las manifestaciones protagonizadas por ciudadanos que no están bajo ningún ente de este tipo. “Al tratar con las protestas más grandes en representación de entes ‘oficiales’, la policía tiende a preferir enfoques consensuados y negociados, y tienden a tener una mayor distancia física sobre las personas”, indicaba el artículo. “Por el contrario, los pequeños grupos de manifestantes que representan coaliciones sociales independientes son más propensos a ser considerados extremistas , terroristas o incluso -suspiro teatral- anarquistas, y por lo tanto sujetos a la policía militarizada, la vigilancia directa y la coerción física, con la invocación de la ley ‘anti- terrorista’ u otras leyes represivas”.
“Te deja sin palabras”
En un sentido similar, el diario cooperativo alemán Die Tageszeitung publicaba un artículo fechado en el 21 de noviembre con el titular “Camino a la dictadura”. En su columna, el corresponsal del TAZ en España, Reiner Wandler, criticaba las limitaciones legales de la protesta afirmando que el hecho de que a las “víctimas de la política de estabilidad europea y los que protestan” se las amenace con multas “deja sin palabras”.
“En Madrid no sólo se debe prevenir la protesta social, sino también erradicar la pobreza mediante multas. Quien duerme en la calle puede esperar multas de hasta 750 euros. Y si se queja, puede conllevar 30.000 euros adicionales por insultar o amenazar a la policía”, denunciaba el artículo, publicado antes de que el Ejecutivo español rebajara algunas de las sanciones que preveía inicialmente el borrador.
“En España, claro, no se ha llevado a cabo un golpe de Estado, y el Parlamento todavía está allí, pero ya no defiende más los derechos civiles”, concluía.
“Una ley contra los indignados”
También el semanario alemán Der Spiegel se hacía eco de la reforma legal y recogía las declaraciones de la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau, quien denunciaba el “autoritarismo máximo” que supone la norma. También las del director de Greenpeace en España, Mario Rodríguez: “Esta es la nueva arma del Gobierno para intimidar a los desobedientes, a los ‘niños malos’”. “La ley se dirige contra el movimiento de los indignados”, aseguraba Der Spiegel, a la vez que destacaba que “sólo las dictaduras negarían a sus ciudadanos el derecho a manifestarse”.
En Italia, Il Giornale informaba de que “indignarse en España saldrá caro”, y destacaba como “muy discutible” la confección de un “registro de infractores” que prevé la reforma legal, “con nombres y apellidos de los autores, y la fecha y el lugar del evento”. En una información firmada por Giuliana De Vivo el pasado domingo, se hacía eco de la “polémica” suscitada por el anteproyecto de ley y constataba que, “si estuviera en vigor en Italia, aligeraría gran parte de la cuenta bancaria de algunos de los participantes en manifestaciones”.
En este sentido recordaba el “provocador beso” de una manifestante a un policía antidisturbios durante una protesta contra la construcción de una línea de tren de alta velocidad en la ciudad de Susa: “Según lo declarado por la protagonista, ‘no era un mensaje por la paz, sino que quería ridiculizar a la policía’”. Así que, insinuaba el artículo, con la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana en vigor, en España este acto podría llegar a sancionarse con hasta 1.000 euros por “vejar o injuriar a los agentes de las fuerzas de seguridad”, una sanción que inicialmente se preveía como grave, con multas de hasta 30.000 euros.
Europa considera la reforma “altamente problemática”
El Consejo de Europa también ha manifestado sus reparos a la reforma legal del Gobierno. El comisario europeo de derechos humanos, Nils Muiznieks, afirmó este lunes en Bruselas que el borrador presentado por el Ministerio del Interior es “altamente problemático”, y planteó sus dudas acerca de la necesidad de mantener estas “restricciones en una sociedad democrática, sin interferir demasiado en la libertad de reunión“.
Muiznieks , que se mostró “seriamente preocupado” por el impacto que pueda tener la ley sobre los derechos fundamentales y declaró que espera que el Ejecutivo “no vaya más allá” en la limitación de la protesta porque la ciudadanía tiene derecho a expresar “el desacuerdo con las medidas de un Gobierno”. Fuente: lamarea


El "Motín de los Colchones"


"Apaguen ese televisor, carajo!" Diez y veinte de la noche del lunes 13 de marzo de 1978. La imagen sale de un 20 pulgadas blanco y negro, con el volumen al máximo. De otra manera, era imposible que en el penal de Villa Devoto, los 160 presos abarrotados en el Pabellón 7, con capacidad para 60 personas, pudieran escuchar lo que decía el mecánico naval Jake Holman (Steve McQueen) en El cañolero de Yang-Tsé. 
En la película, fetiche que El Mundo del Espectáculo había dado varias veces, Holman era el capo de un buque de guerra yanqui, emblema de la política colonialista norteamericana en China durante los años veinte. Pero más allá de eso, a los presos de Devoto también les interesaba saber si el rubiecito Steve se quedaba con la linda Shirley Eckert (Candice Bergen). Así que, decididamente, ni locos harían caso a la prepoteada del zumbo mandado por el subprefecto Armando Gómez para que desenchufaran el aparato. 
En el medio de la discusión, la avanzada del Servicio Penitenciario Federal lo fue a buscar directamente a Jorge Omar Tolosa, bastante respetado en el grupo, y vocero de muchos de los reclamos del pabellón. Hubo cruces de palabras, algunos gritos (después, en la causa judicial armada por el Penal, la frase preferida de los guardias para justificar la carnicería fue "me insultó a viva voz"), pero por esa noche la cosa terminó ahí. En el mismo momento en que comenzaba otra. El mayor operativo de aniquilamiento que la última dictadura militar programó en una cárcel contra presos comunes.

POR QUÉ FUE UN GENOCIDIO. Dentro del aparato represivo instaurado por la dictadura tras el golpe de Estado de 1976, Devoto dependía de la Subzona 4, y orgánicamente del tenebroso Batallón de Arsenales 101. La cárcel era una de las preferidas del régimen, al punto que dos plantas completas estaban atestadas de presas políticas que en un momento sobrepasaron las 1000. El sistema obligaba a los penitenciarios a reportar directamente al Ejército, y basaba su funcionamiento en decretos como el 1209 del '76, o el famoso parte de "aniquilamiento de la subversión" de un año antes, que usaba a los edificios carcelarios como depósitos no sólo de responsables de distintos delitos, sino también de secuestrados "blanqueados" que habían tenido la suerte de no terminar como desaparecidos eternos.
A las 8 y media de la mañana del 14 de marzo, un coronel retirado de apellido Toti, más la plana mayor del Penal, ya habían armado el operativo. El SPF mandó 50 guardias para la requisa, que ese día no fue de rutina sino muchísimo más violenta. Los agentes, más efectivos de Gendarmería, entraron al Pabellón a los gritos y molieron a palos a los detenidos, los hicieron desnudar, correr hasta un patio, y volver a entrar en el rectángulo del Séptimo, donde 160 camastros estaban apiñados en una superficie de 35 metros de fondo por ocho metros de ancho. 
El grupo de detenidos, para evitar las patadas y los golpes con las culatas de las ametralladoras, se defendió tirando con lo que tenía a mano: calentadores, vasos de plástico, revistas viejas, alguna pava. Y a la fuerza, empujó a la requisa para afuera del pabellón, cerró las rejas por dentro y tapó la abertura con colchones, improvisando escudos. Uno se prendió fuego, y motivó que el pabellón entero se calcinara a los pocos minutos.
Pero esa no fue la única razón de las 64 muertes, como pretendió vender a los medios el Servicio. Muchos fueron acribillados desde la puerta principal hacia adentro. Y otros cayeron por balazos a la cabeza, mientras trataban de respirar asomados por pequeñas ventanas ubicadas a dos metros de altura, boqueando a causa del gas lacrimógeno y vomitivo disparado desde un balcón superior.
La resistencia fue liderada por varios. Tolosa, claro. Luis María Canosa, uno de los tres presos políticos del grupo, amigo del Indio Solari, y al que el fundador de Los Redondos le dedicara el tema "Toxi Taxi" (Un sueño con Luis María / muerto cuando me decía: / "Cada día veo menos / cada día veo menos, / cada día veo menos, creo, menos mal"). Carlos Pezzola, "El Guampa". Y Horacio, al que Solari también le escribiera Pabellón 7, y cuyo relato sirvió para que Elías Neuman reconstruyera la matanza en su memorable libro Crónica de muertes silenciadas.



MODELO DE CAUSA ARMADA. Por orden de la dictadura, los guardias prohibieron la entrada de los bomberos que llegaron en medio del incendio. En la causa, armada por el SPF a partir de aquella mañana, la autobomba no pudo ingresar al penal, porque en uno de los accesos se le informó que "el problema estaba controlado".
No se buscó la palabra ni de profesionales del Instituto del Quemado, ni de vecinos del barrio (el penal tiene la particularidad de estar sobre la calle, y su contacto con las inmediaciones es directo), ni mucho menos de detenidos en pabellones contiguos, que vieron la represión y olieron el ambiente a carne quemada. Los pocos sobrevivientes que hablaron lo hicieron tirados en una cama del Hospital Alvear, con gendarmes parados en la cabecera, en carácter de "declaración espontánea". Los penitenciarios, en cambio, aportaron a la causa como "declarantes testimoniales", material en base al que se tejió la historia del supuesto motín.
La historia oficial escondió los crímenes desde el principio. El primer parte del Servicio, por ejemplo, sostuvo que el ministro de Justicia, brigadier Julio Gómez, y el juez Guillermo Rivarola, que arrancó con la instrucción de la causa, pudieron comprobar "que los muertos y lesionados lo fueron únicamente como consecuencia de quemaduras y asfixia, no existiendo ninguno con heridas de bala".
Las filas de los atacantes no tuvieron muertos, sólo cinco heridos leves. Uno de ellos, con magulladuras en sus dos manos, se supone que por los golpes dados a los detenidos en el momento en que la guardia asaltó el pabellón.
Rivarola, que se declaró incompetente tres meses después del hecho y derivó la investigación a Jorge Valerga Aráoz como juez instructor, volvió a recibir la carpeta de manos de Valerga, lo que creó un conflicto de competencias. Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió en los años ochenta que no había imputados identificados entre los penitenciarios, y dictaminó el "sobreseimiento provisorio". 
Una de las versiones del Servicio, después que los presos mencionaran el episodio del televisor como desencadenante del odio genocida, fue que horas antes del fuego "se habían presentado en el pabellón para charlar sobre el episodio ocurrido la noche anterior" con Tolosa, a las 2:45 hs del martes 14. Y que de los disparos, ni uno solo provocó las muertes de los detenidos. Dijeron además que los presos "arrojaron aceite hirviendo", y que los gases comenzaron por orden del oficial Sauvage, debido a la supuesta provocación contra la requisa.
Lo sorprendente fue la palabra del SPF para calmar el escándalo en los medios, ubicando a los presos políticos como "más importantes" y a los comunes en una segunda línea. Dos voceros del Servicio enfrentaron a las cámaras dejando claro que "no existían detenidos por razones políticas entre las bajas", dando a entender que un genocidio a presos comunes no era tan grave, después de todo.  
De la esma a yabrán

En el momento del operativo en Devoto, Víctor Hugo Dante Dinamarca era el subjefe de Seguridad Interna del Penal. Fue oficial de Inteligencia del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y staff permanente del Centro Clandestino de Detención El Vesubio, donde utilizaba dos alias: Pollo o Chango.
Con la vuelta de la democracia, Dinamarca fue denunciado ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Legajo 3674) por integrar distintos grupos de tareas, organizar secuestros y dirigir seguimientos de militantes y trabajadores. 
El libro Don Alfredo, donde Miguel Bonasso teje vida y muerte de Alfredo Yabrán, detalla el ahínco que ponía Dinamarca para "trasladar detenidos" a distintos campos de concentración, colaborar con los vuelos de la muerte y armar listados de gente que tenía las mazmorras de la Escuela de Mecánica de la Armada como destino final de su existencia.
"Allí torturaban –relata Bonasso– junto a los marinos del grupo de tareas 3-3/2, varios colegas y amigos suyos del SPF, gente 'pesada' y de modales un tanto rudos, pero 'muchachos confiables al fin', que él había reclutado para la seguridad e inteligencia del Grupo Yabrán. Entre ellos se contaban el Paco Roberto Naya, otro 'candado' como Dinamarca; Miguel Ángel Caridad, que figuraba como presidente de la recién creada Bridees, y un marino que se les uniría después en los tiempos de las tres Zapram –las empresas que vigilarían, años más tarde, los depósitos fiscales de Ezeiza–: el capitán de fragata retirado Adolfo Miguel Donda Tigel, alias Palito o Gerónimo, a quien 'los subversivos de los derechos humanos' acusaban de haber asesinado a la diplomática Helena Holmberg. Este último era un profesional que alcanzaría sus niveles más altos dentro del Grupo, cuando se conformaron 'Los tres círculos', el aparato de seguridad e inteligencia que Don Alfredo siempre negó poseer."     

Las Abuelas de Plaza de Mayo


La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo es una organización de derechos humanos argentina que tiene como finalidad localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños secuestrados-desaparecidos por la última dictadura militar (1976-1983), crear las condiciones para prevenir la comisión de ese crimen de lesa humanidad y obtener el castigo correspondiente para todos los responsables. Está presidida por Estela Barnes de Carlotto y tiene su sede central en Buenos Aires. Hasta octubre de 2012 las Abuelas han recuperado la identidad original de 107 nietos. Han sido nominadas en cinco ocasiones al Premio Nobel de la Paz: entre el 2008 y el 2012. El 14 de septiembre de 2011 recibieron el premio Félix Houphouët-Boigny, otorgado por la Unesco, por su trabajo en materia de Derechos Humanos.  

Apropiación de menores en la dictadura argentina 

La dictadura militar instaurada en la Argentina el 24 de marzo de 1976, autodenominada como Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), estableció una metodología de eliminación masiva de opositores, que ha sido considerada judicialmente como un genocidio,  durante el cual fueron detenidas-desaparecidas miles de personas, con utilización en gran escala de centros clandestinos de detención (CCD) donde se procedía a su tortura, asesinato y desaparición de los cuerpos. 
En ese contexto los hijos de las detenidos-desaparecidos fueron tratados por las fuerzas represivas como "botín de guerra",  para lo cual se planificó detalladamente, incluso por escrito, un sistema de detención de embarazadas, partos clandestinos, falsificación de identidades y simulación de adopciones, con el fin de apropiarse de los niños. De esa manera alrededor de quinientos niños fueron apropiados y privados de su identidad, y en muchos casos llevados a vivir con personas que creían sus padres y que en realidad fueron autores, partícipes o encubridores del asesinato de sus verdaderos padres. 
Reteniendo a los niños nacidos en cautividad y entregándolos posteriormente como «botín de guerra» se afirmaba el poder del Estado Patriarcal Militar sobre un aspecto característico de la identidad femenina, la maternidad. Con la supresión de la madre, se quebranta el lazo humano fundamental, y esto robustece la creencia de que el Estado Militar controla todo sin oposición. Ser capaz de atacar a la vida en sus propias raíces muestra al poder militar como absoluto e inmutable. Esta «reorganización», considerada necesaria por los militares para «salvar» a la sociedad argentina, exigía que los hijos de los «subversivos» fueron apartados de los suyos para ser otorgados a «buenas familias» (por ej.: de militares o de clase alta) (Suárez - Orozco, 1987). Ramón Camps, Jefe de Policía de la Prov. de Buenos Aires donde cantidades de niños/as fueron secuestrados/as, decía; «...Personalmente yo no eliminé a ningún/a chico/a, lo que hice fue dar algunos/as a organizaciones benéficas para que les encontraran nuevos padres. Los subversivos educan a sus hijos en la subversión. Por ello esto debía detenerse». (citado por Barki, 1988 p. 241). 

El inicio de las Abuelas de Plaza de Mayo

El golpe de estado del 24 de marzo de 1976 estableció un régimen terrorista que tuvo como eje la desaparición forzada de los opositores y la imposición de un sentimiento generalizado de miedo destinado a paralizar cualquier reclamo; el sólo hecho de preguntar por el paradero de un familiar detenido-desaparecido era riesgoso y podía resultar a su vez en la detención-desaparición propia. En ese momento la situación de indefensión e impotencia de los familiares de las personas desaparecidas era extrema, ya que ninguna democracia del mundo, ni la Iglesia Católica, de gran influencia en el país, o las organizaciones internacionales humanitarias, estaba dispuesta a condenar al régimen militar y, por el contrario, en algunos casos cooperaban con la represión ilegal. Tampoco era posible recurrir al sistema judicial, ya que los jueces argentinos rechazaban sistemáticamente los recursos de hábeas corpus.

En esas condiciones un grupo de madres, padres y familiares de desaparecidos iniciaron un movimiento de resistencia no violenta.
Tenemos que ir directamente a la Plaza de Mayo y quedarnos allí hasta que nos den una respuesta. 
El 30 de abril de 1977 comenzaron a marchar cada jueves alrededor de la Pirámide de Mayo, en la plaza del mismo nombre, situada frente a la casa de gobierno. Inicialmente se reconocían entre sí llevando un pequeño clavo; luego las mujeres decidieron cubrirse el cabello con un pañal de tela blanco.  El grupo recibió rápidamente el nombre de Madres de Plaza de Mayo y por su sola presencia comenzó a ejercer presión nacional e internacional sobre el destino de las personas que desaparecían en la Argentina. 
Casi al mismo tiempo, el 15 de mayo, María Eugenia Casinelli (consuegra del poeta Juan Gelman) y otras once abuelas firmaban un hábeas corpus colectivo en forma de carta, dirigida a la justicia de Morón, en el que hacían saber la existencia de bebés desaparecidos y solicitaban que se suspendiesen todas las adopciones. La carta ha sido considerada documento histórico y antecedente inmediato de la constitución de las Abuelas de Plaza de Mayo a fines de ese año. Un fragmento de la misma dice:
(…) los bebés de nuestros hijos desaparecidos o muertos en estos últimos dos años. Algunas de estas criaturas han nacido de sus madres en cautiverio. Otra fue sacada de su hogar, que fue destruido. Hasta ahora todos nuestros esfuerzos han sido vanos. Las criaturas no han sido reintegradas a sus hogares, a sus familias. No sabemos ya qué hacer... Últimamente ha llegado a nuestro conocimiento que algunos abuelos han podido localizar a sus nietos en tribunales de menores o por su intermedio. Por eso nos permitimos rogarle quiera tener a bien interesarse en la lista de bebés desaparecidos que adjuntamos, por si ustedes tuvieran noticias de alguno de ellos. 
En septiembre Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, "Licha", comenzó a asistir junto con su esposo y Hebe de Bonafini a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo, buscando a un hijo, una hija embarazada, su nuera y su yerno. Al mismo tiempo, otra madre-abuela, María Isabel Chorobik de Mariani, "Chicha", había comenzado a buscar a otras madres de desaparecidos que, como ella, tuvieran también nietos pequeños desaparecidos. Mariani había sido impulsada a agruparse con otras abuelas por Lidia Pegenaute, una abogada que se desempeñaba como asesora de menores en los tribunales de La Plata y que le entregó la dirección de Alicia de De la Cuadra para que fuera a verla.  La Dra. Peganaute, fue uno de los casos excepcionales de funcionarios del poder judicial, que colaboraron genuinamente con los familiares de desaparecidos. En los últimos meses del año, Chicha Mariani fue a buscar a Licha de De la Cuadra a su casa de La Plata:
El día que conocí a Alicia ella estaba con un salto de cama rosado y ordenaba su casa. Empezamos a charlar y perdimos la noción del tiempo. Ese día empecé a descubrir lo que realmente estaba pasando y a entender que la búsqueda debía hacerse de otra manera, que no había un solo niño desaparecido sino por lo menos dos. Y si habían dos, ¿cuántos más podrían ser? Por primera vez tuve la horrorosa sensación de que no encontrábamos a los niños porque no nos los querían entregar.
Chicha Mariani 

Ese día Alicia de De la Cuadra invitó a Chicha Mariani a sumarse a la acción que las Madres de Plaza de Mayo estaban preparando con motivo de la visita a la Argentina del Secretario de Estado de los Estados Unidos Cyrus Vance. Simultáneamente, De la Cuadra comenzó a preguntar, entre las Madres de Plaza de Mayo, quienes buscaban también nietos, para comenzar a una acción conjunta destinada a recuperarlos.  El 21 de noviembre las Madres de Plaza de Mayo irrumpieron en la ceremonia oficial para entregarle al alto funcionario estadounidense, cada una un resumen de sus hijos y nietos desaparecidos. Fue la primera vez que estuvieron juntas las doce abuelas consideradas fundadoras. 
Licha (Alicia de De la Cuadra) buscó a las otras abuelas que ya conocía de la Plaza de Mayo, nos reunimos y decidimos empezar a trabajar juntas. Éramos 12 en ese momento. A mi me asombró verlas con tanta serenidad; yo era un guiñapo, un llanto continuo, las veía a ellas tan serenas y decía ’tengo que ser como ellas’. Primero nos dimos a conocer como «Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos». Pero fuimos creciendo, la gente empezó a conocernos y a llamarnos las "Abuelas de Plaza de Mayo".
Chicha Mariani 

Las doce primeras

Las fundadoras de las Abuelas de Plaza de Mayo fueron doce madres-abuelas de desaparecidos, que tenían entonces una edad entre los 50 y los 60 años:
Mirta Acuña de Baravalle
Beatriz H. C. Aicardi de Neuhaus
María Eugenia Casinelli de García Irureta Goyena
Eva Márquez de Castillo Barrios
María Isabel Chorobik de Mariani
Delia Giovanola de Califano
Clara Jurado
Leontina Puebla de Pérez
Raquel Radio de Marizcurrena
Vilma Delinda Sesarego de Gutiérrez
Haydee Vallino de Lemos
Alicia Zubasnabar de De la Cuadra 

Inicialmente adoptaron el nombre de Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos y Alicia de De la Cuadra fue reconocida como la primera presidenta del grupo; en 1980 terminaron aceptando la denominación por la que ya eran conocidas, Abuelas de Plaza de Mayo.
Este subgrupo de Las Madres comprendió que la situación de los niños apropiados por las fuerzas de seguridad, era diferente de la de sus progenitores desaparecidos y que se precisaban estrategias y metodologías específicas para recuperarlos. «Buscar a los nietos sin olvidar a los hijos», fue la consigna que las agrupó. 
Es por la misma época, cabe señalar, que en el grupo de las Madres de la Plaza de Mayo se organizó un subgrupo, el de las Abuelas, madres por partida doble, quienes realizan una tarea esencial respecto de los bebés. Se dedican a los niños que fueron secuestrados junto con sus padres y no han reaparecido, y a las jóvenes que, secuestradas estando embarazadas, se supone han dado a luz en prisión. Es decir que esas madres, por el testimonio que llevan, representan mucho, no solamente para la Argentina, sino para el mundo entero.

Una de las características esenciales de Las Abuelas de Plaza de Mayo, al igual que Las Madres, fue la de organizarse básicamente como grupo de mujeres. Eso no significó que los abuelos, y en general otros varones y mujeres no colaborasen con la Asociación, pero la dirección y la representación recayó siempre sobre mujeres que tenían nietos desaparecidos.
Cuando en los primeros momentos desaparecían las personas y se empezaba a trabajar, en la Plaza de Mayo había hombres, mujeres, jóvenes, un poco de todo. En el caso nuestro es que yo me pude jubilar y dedicarme, pero mi marido tenía que seguir trabajando para mantener la casa. Él me espera, me apoya, me tiene paciencia, me alentaba y me sigue alentando. Pero hay otra cuestión que es la visceral: la de mujer, la de madre, que nos impide dejar de hacer todo lo que tenemos que hacer para seguir buscando. También es cierto que muchos hombres se resintieron en su salud y se murieron. La mayoría de las abuelas son viudas... Y que para los militares el hombre era más peligroso. "¡Déjenlas a esas lloronas viejas locas!, ya se van a cansar...". Si hubieran adivinado que íbamos a persistir para siempre nos hubiesen secuestrado en mayor número.
Estela B. de Carlotto 

La constitución de Las Abuelas de Plaza de Mayo no tuvo un momento preciso ni un acto formal. Fue un proceso de confluencias entre mujeres buscando nietos. Así se formó un núcleo inicial de doce abuelas, que comenzaron a reunirse de manera sistemática, desde fines de 1977. Las Abuelas de Plaza de Mayo han adoptado como fecha de su creación, el sábado 21 de noviembre de 1977; sin embargo ellas mismas aclaran que la fecha es simbólica y que se trató de «un desbarajuste de la memoria» que las llevó a confundir el día en que le entregaron sus notas a Cyrus Vance. 

Actuación durante la dictadura 

Terror local, indiferencia mundial 

Las abuelas se fueron constituyendo progresivamente como una organización. En los primeros meses hubo arduas discusiones entre las Madres de Plaza de Mayo sobre la conveniencia o no de que las abuelas se organizaran formalmente como grupo diferenciado.  Sin embargo la búsqueda de los nietos requería una serie de actividades específicas (recorrida de casas-cuna y orfelinatos, trámites antes los jueces de menores, investigación de los casos de adopción conocidos) que las llevó naturalmente a reunirse, coordinar acciones y, finalmente, a presentarse como Abuelas.
A mediados del año '77, ya éramos muchas en la Plaza, ya caminábamos de a dos o tres alrededor del mástil, cuando una de las actuales Abuelas, Eva (Eva Márquez de Castillo Barrios), era Eva, me pide que me aparte del grupo para conversar sobre los chiquitos nacidos en cautiverio. Porque ya no podíamos buscar a los chiquitos en Tribunales sino que teníamos que buscarlos en Casa Cuna, en orfelinatos, en Jueces de Menores. En la misma forma que Eva me separa a mí, fuimos señalándonos unas con otras las que éramos abuelas porque ya sabíamos que nuestros nietos habían nacido, suponíamos. Y empezaron las reuniones de Abuelas en forma clandestina. ¿Dónde nos reuníamos, cómo nos reuníamos? Empezó siendo, creo que la primerísima vez fue en una confitería que había en un entrepiso en Retiro. Ahí nos juntamos todas. Teníamos un motivo en común para reunirnos que era la búsqueda de nuestros nietos.
Delia Giovanola de Califano 

Comenzaron a reunirse en iglesias o confiterías tradicionales de Buenos Aires, como la “Richmond”, la “London”, “Las Violetas” o el “Tortoni”, aparentando ser mujeres mayores tomando el té o celebrando el cumpleaños de alguna. También mantuvieron algunos encuentros en la parada "El Palenque" del Parque Pereyra Iraola, en la ruta de Buenos Aires hacia La Plata, simulando realizar picnics, en un lugar de esparcimiento masivo popular. Se trataba de personas sin ninguna experiencia en actividades políticas u organizativas, ni conocimientos sobre los mecanismos institucionales nacionales e internacionales, que intentaban actuar prácticamente sin apoyos internos ni externos, en un medio en el que no existía el más mínimo respeto a los derechos humanos.
Éramos simples amas de casa. La mayoría de nosotras nunca había hecho nada fuera de su hogar. Yo ni siquiera sabía como tomar un colectivo (bus) sola. No estaba acostumbrada a salir de mi casa sin mi esposo. Incluso ahora pienso que no podría hacer las cosas que hice.
Haydee de Lemos 

La tarea inicial, como ya venían haciendo las Madres de Plaza de Mayo, fue armar un resumen escrito presentado en carpetas, de cada uno de sus familiares desaparecidos, destacando la condición de embarazada de sus hijas o nueras, o la desaparición de sus nietos. Algunas, que habían recibido noticias sobre el nacimiento de sus nietos, pusieron también las fechas estimadas de nacimiento, el sexo y en algunos casos, los nombres y hasta las fotos de los bebés desaparecidos, para ser presentadas a organizaciones nacionales e internacionales, con el fin de solicitar ayuda humanitaria.
Pero probablemente lo más notable de las Abuelas de Plaza de Mayo haya sido la tarea investigativa directa que encararon y organizaron, para establecer la suerte y paradero de sus nietos. Actuando como si fueran detectives, ellas mismas organizaron sin medios, un sistema de inteligencia coordinado, recorriendo los juzgados de menores, orfelinatos y casas cuna, buscando incoherencias en las adopciones o "nacimientos" extraños de la época, observando a las familias sospechosas de haberse apropiado de sus nietos, tomando fotos de los niños en jardines de infantes y escuelas, etc. Toda esa información era compartida, analizada de manera sistemática en grupo y registrada. Poco a poco comenzaron a recibir también —y siguen recibiendo— denuncias y datos que la población les hacía llegar, como una manera de colaborar en la tarea de ubicación de los pequeños. Las Abuelas (y las Madres) crearon así una amplísima red de recolección informal de datos que llegó hasta los lugares más imprevistos.
Entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977 fueron secuestradas y desaparecidas doce personas vinculadas a la Madres de Plaza de Mayo, entre ellas su fundadora Azucena Villaflor y las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet; la mayoría de ellas fueron secuestradas directamente de la Iglesia de la Santa Cruz. En una investigación que llevó décadas, se descubrió que las mismas fueron llevadas a la ESMA, torturadas y arrojadas vivas al mar desde un avión. 
En ese marco la mayoría de los jueces adoptaron una actitud de colaboración con el secuestro y desaparición de los niños y la supresión de su identidad, omitiendo investigar sus orígenes y facilitando las adopciones. En uno de los casos más extremos, la jueza Delia Pons recibió al niño Emiliano Ginés, y aún conociendo la identidad del menor, decidió no informar a la familia sobre su situación y ordenó internarlo en la Casa Cuna donde murió el 1 de septiembre de 1978. 
La jueza Pons, en 1978, expresó a las Abuelas de Plaza de Mayo sus ideas sobre la suerte que debían correr los hijos de los hijos de las personas detenidas-desaparecidas:
Estoy convencida que sus hijos eran terroristas, y terrorista es sinónimo de asesino. A los asesinos yo no pienso devolverles los hijos porque no sería justo hacerlo. No tienen derecho a criarlos. Tampoco me voy a pronunciar por la devolución de los niños a ustedes. Es ilógico perturbar a esas criaturas que están en manos de familias decentes que sabrán educarlos como no supieron hacer ustedes con sus hijos. Sólo sobre mi cadáver van a obtener la tenencia de esos niños.
Delia Pons, Jueza de Menores 

Las Abuelas solicitaron apoyo a todos los líderes de los principales partidos políticos de Argentina, entre ellos Ricardo Balbín de la Unión Cívica Radical, Ítalo Luder del Partido Justicialista y Oscar Alende del Partido Intransigente, quienes en los dos primeros casos evitaron comprometerse atribuyendo la responsabilidad al accionar de los grupos guerrilleros, y en último se negó a recibirlas. 
Ante la evidencia de que se habían anulado todos los procedimientos e instituciones capaces de proteger a los niños, las Abuelas de Plaza de Mayo decidieron recurrir a la ayuda humanitaria internacional. El primer pedido de ayuda humanitaria fue dirigido a la Iglesia Católica. En enero de 1978 las Abuelas le solicitaron al Papa Pablo VI su intervención humanitaria en la cuestión de los bebés desaparecidos; el Papa, sin embargo, no respondió la solicitud ni realizó gestión alguna. Solicitudes similares fueron luego realizadas a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la Conferencia Episcopal Argentina, UNICEF y la Cruz Roja. En todos los casos esas instituciones guardaron silencio o rechazaron la petición y permanecieron inactivas.

Primeros resultados

En noviembre de 1977 las Abuelas presentaron su petición ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y por primera vez se dio curso al reclamo, dando intervención a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Ese mismo mes y pese al terror imperante, el tradicional diario de la comunidad británica en la Argentina, el Buenos Aires Herald, dirigido por Robert Cox, publicó una carta de lectores de las Abuelas de Plaza de Mayo, dando a conocer que había niños desaparecidos en el país. Las organizaciones de derechos humanos siempre han reconocido el valor que demostró Cox en aquel momento y la importancia que tuvieron sus publicaciones en un momento en que nadie en el mundo estaba dispuesto a denunciar las violaciones de derechos humanos en la Argentina.  También en abril de 1978, las Abuelas tomaron la costumbre de concurrir a la localidad de San Miguel, en el conurbano de Buenos Aires, donde se realizaban anualmente las reuniones la Conferencia Episcopal Argentina. Durante varios años le otorgaron máxima prioridad a buscar el apoyo de la Iglesia Católica, hasta que finalmente concluyeron que la cúpula de la misma estaba relacionada estrechamente con el gobierno militar y en conocimiento de las apropiaciones ilegales de bebés.  Pocos años después, las Abuelas llegaron a criticar severa y formalmente la actitud de la Iglesia Católica Argentina, en una carta dirigida a la Conferencia Episcopal:
Muchas veces hemos recurrido a ustedes, muchas veces nos hemos acercado a nuestra Iglesia, transidas de dolor e impotencia... Esperábamos algo más que el silencio de nuestra Iglesia, de nuestros Obispos... ¿Alguna vez la Iglesia hablará por esos indefensos niños? ¿O es que a la Iglesia no le importa que hayan desaparecido los niños...?
Abuelas de Plaza de Mayo 

El domingo 5 de agosto de 1978, Día del Niño, apenas un mes después del triunfo en la Copa Mundial de Fútbol jugada en Argentina, el diario La Prensa aceptó publicar la primera solicitada en la que se reclamaba por los niños desaparecidos. El texto, que fuera llamado en Italia el Himno de las Abuelas, fue un factor decisivo para comenzar a movilizar a la opinión pública internacional:
Apelamos a las conciencias y a los corazones, de las personas que tengan a su cargo, hayan adoptado o tengan conocimiento de dónde se encuentran nuestros nietitos desaparecidos, para que en un gesto de profunda humanidad y caridad cristiana restituyan esos bebés al seno de las familias que viven la desesperación de ignorar su paradero. Ellos son los hijos de nuestros hijos desaparecidos o muertos en estos últimos dos años. Nosotras, Madres-Abuelas, hacemos hoy público nuestro diario clamor, recordando que la Ley de Dios ampara lo más inocente y puro de la Creación. También la ley de los hombres otorga a esas criaturas desvalidas el más elemental derecho: el de la vida, junto al amor de sus abuelas que las buscan día por día, sin descanso, y seguirán buscándolas mientras tengan un hálito de vida. Que el Señor ilumine a las personas que reciben las sonrisas y caricias de nuestros nietitos para que respondan a este angustioso llamado a sus conciencias.

Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos

También en agosto de 1978 las Abuelas salieron por primera vez de la Argentina, aprovechando que Chicha Mariani debía viajar a Italia por razones familiares. Debido a que Mariani tenía en Roma un pequeño apartamento vacío, las Madres de Plaza de Mayo, también aprovecharon la ocasión, para dirigirse a Roma, permaneciendo todas juntas. Allí se entrevistaron con el diputado socialista Sandro Pertini y el cardenal argentino Eduardo Pironio, con escasas consecuencias.  Hasta 1985 realizaron en total unos 40 viajes, casi sin recursos; ellas mismas han relatado que, para todo un viaje, podían contar con unos 200 dólares. 
El 18 de noviembre de 1978 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció en el Caso 2553, sobre la desaparición de Clara Anahí Mariani, nieta de Chicha Mariani, resolviendo que los hechos denunciados constituían "gravísimas violaciones al derecho a la libertad, a la seguridad e integridad de la persona y al derecho de protección contra la detención arbitraria" y que el gobierno debía devolver la niña Clara Anahí a su familia, disponer de inmediato una investigación completa e imparcial para determinar la autoría y sancionar a los responsables, debiendo informar a la Comisión en 30 días. 
Uno de los primeros y más importantes resultados de los viajes internacionales, fue la relación que establecieron con el Comité de Defensa de los Derechos Humanos para los Países del Cono Sur (CLAMOR), dependiente del Arzobispado de São Paulo y dirigida por el cardenal Paulo Evaristo Arns. Aunque Brasil también se encontraba gobernado por una dictadura, coordinada con las demás dictaduras sudamericanas por medio del Plan Cóndor, la Arquidiócesis de São Paulo, adoptó una posición humanitaria activa frente a la violación de derechos humanos en la región. Precisamente, el 31 de julio de 1979, CLAMOR, con la colaboración de las Abuelas de Plaza de Mayo, localizó por primera vez a dos niños desaparecidos, los hermanos Anatole y Victoria Julien Grisonas, de nacionalidad uruguaya y argentina respectivamente, secuestrados en Buenos Aires por militares argentinos y uruguayos y trasladados primero a Montevideo y luego a Chile, por entonces bajo la dictadura de Pinochet, régimen que también coordinaba las acciones terroristas internacionales a través del Plan Cóndor. Los niños habían sido abandonados en una plaza de Valparaíso y adoptados de buena fe por una familia chilena. Las Abuelas se reunieron con la familia adoptiva, verificaron su honestidad y aceptaron que los niños permanecieran con sus padres adoptivos en estrecho contacto con su familia biológica. 
Las Abuelas también tomaron contacto con Amnistía Internacional, que se mostró inmediatamente receptiva, realizando campañas y brindándoles apoyo organizativo y financiero. Una de sus primeras actividades fue el impulso de un petitorio internacional por los niños desaparecidos que reunió 14.000 firmas, incluyendo personalidades de gran renombre como Simone de Beauvoir, Costa Gavras y Eugène Ionesco. Poco a poco organizaciones de derechos humanos en todo el mundo difundían la situación de los niños desaparecidos en la Argentina. 
El 6 de septiembre de 1979, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA se instaló durante catorce días en la Argentina para examinar la situación de los derechos humanos en el país. La visita es recordada muchas veces por la tristemente célebre propaganda oficial con la que el gobierno militar intentó desprestigiarla, utilizando el lema «los argentinos somos derechos y humanos», concebido por la conocida consultora estadounidense Burson-Marsteller (BM), con el fin de obstaculizar las denuncias internacionales por violaciones de derechos humanos. 
Las Abuelas le aportaron a la CIDH 5.566 casos documentados de desapariciones, a pesar de las condiciones represivas en las que debían desarrollar sus actividades. El 14 de diciembre la CIDH presentó un extenso informe en el que por primera vez, un organismo oficial cuestionaba a la dictadura argentina por las "numerosas y graves violaciones de fundamentales derechos humanos", estableciendo el deber del gobierno argentino de informar sobre cada una de las personas desaparecidas. En su informe, la CIDH también dio cuenta de "la desaparición de recién nacidos, infantes y niños, situación ésta en que la Comisión ha recibido varias denuncias", ubicando como caso testigo el de Clara Anahí Mariani. 
Las relaciones internacionales de las Abuelas, llevadas adelante principalmente por Chicha Mariani y Estela de Carlotto (quien se sumara en 1978), resultaron muy exitosas y constituyeron un elemento importante de su éxito como organización. A comienzos de la década del 80, ya recibían apoyo financiero y organizativo del Consejo Mundial de Iglesias, la Organización Católica Canadiense para el Desarrollo y la Paz, el Entraide Protestante Suisse (HEKS), la Organización Terre des Hommes, el Folke Kirkens NOD-HJELP de Dinamarca, el Comité Catholique contre la Faim et pour le Développement de Francia, el Rädda Barnen de Estocolmo, iglesias protestantes noruegas, y municipios, comunidades religiosas y ciudades de Alemania. 

Tatiana y Laura 

A comienzos de 1980, CLAMOR le abrió a las Abuelas sus archivos secretos, con gran cantidad de información sobre los desaparecidos en la Argentina, los represores, los centros clandestinos de detención, nacimientos clandestinos, etc., datos y precisiones que resultaron de vital importancia para todas las organizaciones de derechos humanos. La información fue ingresada a la Argentina por Chicha Mariani y Estela de Carlotto, oculta en bombones brasileños y ropa usada de mujeres mayores, adoptando intencionalmente el estereotipo de "viejas tontas" para superar los controles policiales.
Los documentos de CLAMOR confirmaban las sospechas sobre los partos clandestinos de mujeres detenidas-desaparecidas y el destino de sus hijos. Los testimonios de sobrevivientes también daban cuenta que las mujeres embarazadas solían ser torturadas. El caso del matrimonio Vaccaro fue uno de los primeros a los que tuvieron acceso:
Tito y Marta Vaccaro fueron secuestrados en noviembre de 1978 y llevados al campo clandestino de detención “El Olimpo”, ubicado en Ramón Falcón y Olivera, Floresta, Capital Federal. Tenían 20 años y ella estaba en avanzado estado de embarazo. Apenas llegaron los obligaron a desvestirse en medio de golpes y manoseos. A Marta la amenazaron con provocarle un aborto. Le explicaban que no la torturarían por su embarazo pero la forzaban a presenciar la tortura de su esposo. Otro día la ataron a la mesa de tortura y le pegaron con palos y cadenas. En otra sesión ataron juntos al matrimonio en la mesa de torturas, desnudos. Les aplicaron golpes y picana eléctrica simultáneamente. Marta casi no podía moverse. Su cuerpo y su rostro mostraban las huellas del tormento. Nunca fue controlada por un médico. “Ninguno de nosotros podía explicarse cómo logró salvar su embarazo”, relató después un liberado. El bebé de Marta nació en enero de 1979, nada se sabe de él ni de su madre desde entonces. 
El 19 de marzo de 1980, cuando aún gobernaba la dictadura, las Abuelas localizaron otras dos nietas, las primeras en ser recuperadas directamente por ellas, Tatiana Ruarte Britos y su hermana Laura Jotar Britos, quienes habían quedado abandonadas en una plaza del Gran Buenos Aires luego de que su madre fuera secuestrada-desaparecida, y terminaron siendo adoptadas legítimamente por el matrimonio Sfiligoy, quienes jugaron un papel muy importante en la recuperación de la identidad de la niñas, una actitud no habitual en la mayoría de los casos. 
También en 1980 Chicha Mariani reconoció a una nieta desaparecida, Paula Logares, en una foto que llegó anónimamente a CLAMOR, en la que la niña aparecía frente al Obelisco de Buenos Aires; la foto estaba acompañada de un informe en la que se indicaba el nombre que estaba usando la niña y la dirección aproximada en donde vivía. La Abuelas iniciaron entonces un seguimiento e investigación en condiciones de riesgo extremo, que les permitió localizar a la niña y establecer con certeza su identidad. Con esos datos, Paula Logares sería la primera niña restituida por la justicia argentina una vez restablecida la democracia. 
Ese mismo año el activista de derechos humanos argentino Adolfo Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de la Paz, consolidando y brindando mayor cobertura para la acción de las organizaciones de derechos humanos. 
El 9 y 10 de diciembre de 1981, las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo organizaron la Primera Marcha de la Resistencia, que consistió en extender por 24 horas la ronda semanal. Iniciaron la misma unas setenta madres y abuelas, rodeadas de policías, que marcharon toda la noche, bajo la lluvia y sin luz, ya que el gobierno militar había mandado cortar la iluminación pública en la plaza. A la mañana siguiente casi tres mil personas y otras organizaciones de derechos humanos se sumaron, incluido el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Cumplidas las 24 horas, la manifestación marchó por Avenida de Mayo hacia la Avenida 9 de Julio, coreando consignas, entre ellas una de las que se volverían más emblemáticas en las luchas por los derechos humanos de los siguientes años: "los desaparecidos, que digan dónde están". Fue la primera vez también que la prensa argentina cubrió con amplitud la acción de las organizaciones de derechos humanos. Esa fue la primera de una serie de marchas por los derechos humanos que se repetirían desde entonces, durante las siguientes décadas, agrupando a decenas de miles de personas y que en conjunto constituyen, la mayor movilización popular en las calles de la historia argentina reciente. 

Derrumbe de la dictadura 

La creciente movilización de los sectores políticos, sindicales, estudiantiles y de derechos humanos en 1981 y comienzos de 1982, comenzó a debilitar a la dictadura militar. En ese contexto el gobierno militar tomó la decisión de ocupar las Islas Malvinas, el 2 de abril de 1982, acción que llevaría a la Guerra contra Gran Bretaña y a una derrota tres meses después, que hizo colapsar al régimen y obligó a los militares a iniciar una retirada desordenada del poder, sin condicionamientos, llamando a elecciones para octubre de 1983.
En ese período las Abuelas comenzaron a prepararse para las nuevas posibilidades de investigación que abriría la democracia. Entre 1980 y 1983 habían localizado a cuatro niños desaparecidos (los hermanos Julien Grisonas y las hermanas Ruarte Britos y Jotar Britos), en ambos casos adoptados de buena fe por familias que colaboraron en la restitución de su identidad.
Pero la posibilidad de abrir investigaciones judiciales dentro de un estado de derecho, tanto para descubrir a los culpables como para identificar a los niños desaparecidos, implicaba enfrentar problemas inéditos en la experiencia internacional. En ese momento no existían métodos científico para determinar positivamente la filiación, y los existentes -basados en los tipos de sangre- sólo servían como prueba negativa, es decir para descartar una relación biológica entre dos personas, pero no para demostrarla.
Las Abuelas tomaron entonces la iniciativa de recurrir a los científicos de punta para desarrollar alguna técnica que pudiera determinar sin dudas, la filiación de una persona en ausencia de sus padres. En esa búsqueda recurrieron a laSociedad Americana para el Avance de la Ciencia de los Estados Unidos, donde les respondieron: «lo que piden es posible, pero nunca se hizo: vamos a investigar». El resultado fue la creación del índice de abuelidad, que llegó a alcanzar un 99,99% de certeza sobre la filiación de una persona, desarrollado por los científicos Mary-Claire King y Cristian Orrego. 

La acción de las Abuelas al recuperarse la democracia 

El 10 de diciembre de 1983 el país recuperó la democracia al asumir el presidente Raúl Alfonsín y los demás representantes electos por la población. Se abrió entonces un complejo panorama de investigación y enjuiciamiento de loscrímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, incluyendo el enjuiciamiento y condena de varios integrantes de las juntas militares, y al mismo tiempo de presiones y levantamientos militares para cerrar las investigaciones, que tuvieron éxito con las llamadas leyes de impunidad sancionadas entre 1986 y 1990.
Pensábamos que el Estado se iba a hacer cargo de recomponer la situación y que nosotras íbamos a ser colaboradoras indirectas. Fuimos de una ingenuidad muy grande. Y finalmente nos dimos cuenta de que teníamos que seguir siendo las actrices principales en la búsqueda.
Estela de Carlotto 

El caso de Carla Artés y su abuela Sacha Artés Company es demostrativo de las dificultades y pormenores que se presentaron en ese momento. A fines de 1983, ni bien establecido el gobierno democrático, Abuelas de Plaza de Mayo recibió una información anónima que le permitió a una de las abuelas, "Sacha" Artés Company, localizar a su nieta secuestrada-desaparecida, Carla Artés. Carla se encontraba en poder de Eduardo Ruffo, un agente de inteligencia que había integrado la Triple A y luego se desempeñó como vicejefe del centro clandestino de detención "Automotores Orletti". Había sido secuestrada en Bolivia, junto a su madre Graciela Rutilo Artes -la hija de Sacha- y su padre Enrique López, cuando contaba con diez meses de edad. Luego de que su padre fuera asesinado y debido a la presión internacional, los militares bolivianos entregaron oficialmente a los militares argentinos, a Carla y a su madre. Ambas fueron enviadas a "Automotores Orletti", donde la niña fue apropiada por el subjefe del centro, luego de que éste participara del asesinato de su madre. Carla fue criada por este hombre y su esposa, junto a otro niño secuestrado-desaparecido, en calidad de hermano. El 15 de febrero de 1984 las Abuelas de Plaza de Mayo realizaron la denuncia penal, pero para entonces Ruffo se había fugado con su esposa y los niños. Ruffo fue finalmente hallado y detenido en 1985. En el momento que Carla y su abuela se encontraron, la niña -que para entonces contaba ya con 10 años- le dijo: "yo sabía que me estabas buscando". La justicia otorgó a la abuela la guarda provisoria de la niña, pero con fuertes reticencias de los funcionarios, que también la separaron de su "hermano", ya que el juez rechazó el pedido de Sacha Artés de hacerse cargo de ambos niños. Durante estas tramitaciones, en 1987 se aprobó la Ley de Obediencia Debida, presentada por el presidente Raúl Alfonsín, restringiendo la posibilidad de perseguir a la mayor parte de los represores. Como consecuencia de la misma Ruffo, el secuestrador de Carla y asesino de su madre, quedó en libertad sin culpa ni cargo, mientras que Carla quedaba impedida de salir del país, por falta de los documentos que establecían su verdadera filiación. Su abuela tomó entonces la decisión de emigrar con la niña de la Argentina, para radicarse desde ese momento en España, donde Carla tomó el apellido de su abuela.
En 1984 las Abuelas lograron la restitución de Paula Eva Logares, la primera nieta con quien la Justicia aceptó la validez de la prueba de filiación establecida por medio del índice de abuelidad determinado con los nuevos análisis genéticosdescubiertos a requerimiento de la asociación. 
En 1987 se logró la primera restitución de una niña nacida en cautiverio, Elena Gallinari Abinet, quien había sido inscripta falsamente como propia por un subcomisario de la policía bonaerense y que era en realidad hija de María Leonor Abinet, detenida-desaparecida el 16 de septiembre de 1976, cuando tenía siete meses de embarazo.
En 1989 las Abuelas tuvieron éxito en probar judicialmente que la adopción de Ximena Vicario se había realizado de manera gravemente irregular, logrando que se anulara una adopción plena por primera vez en la historia de la justicia argentina.

Las leyes de impunidad

El Congreso sancionó las leyes de Punto Final en 1986 y Obediencia Debida en 1987, esta última luego de una sublevación militar "carapintada" en el cuartel de Campo de Mayo durante Semana Santa de ese año. Las leyes cerraron la posibilidad de enjuiciar a los responsables de las violaciones de derechos humanos y en particular del secuestro-desaparición de los niños, quedando en libertad cientos de autores de graves violaciones de derechos humanos. El ciclo de las llamadas leyes de impunidad se cerró en 1989 y 1990 con los indultos concedidos por el presidente Carlos Menem.
Las Abuelas, como las demás organizaciones de derechos humanos, se negaron a aceptar un sistema jurídico que impedía investigar y castigar los crímenes de lesa humanidad, y continuaron impulsando los juicios por apropiación de niños. Los casos de niños secuestrados-desaparecidos siempre fueron un problema insoluble para las leyes de impunidad debido a que jurídicamente, no podían "darse por cerrado", en razón de la continuidad y persistencia del delito, así como por la existencia real de esos niños con identidades falsas y las localizaciones de los mismos que las Abuelas continuaban realizando.
En 1997 Abuelas de Plaza de Mayo inició una causa penal sosteniendo que el secuestro de bebés era parte de un plan sistemático impulsado desde el más alto nivel del Estado durante la dictadura. Se trata de uno de los juicios más importantes referidos a violaciones de derechos humanos en la Argentina durante la dictadura. En ella se investiga la apropiación de 194 niños.
En 1998, el subcomisiario Samuel Miara fue condenado a doce años de prisión por la apropiación ilegal de los mellizos Gonzalo y Matías Reggiardo Tolosa, hijos de Juan Reggiardo y María Rosa Tolosa, desaparecidos en 1977, uno de los casos más dramáticos.
Ese mismo año las Abuelas de Plaza de Mayo propusieron incorporar a la Convención sobre los Derechos del Niño el derecho a la identidad que fue incluido en los arts. 7 y 8, conocidos por eso como los artículos argentinos.

Dos décadas. Los chicos se hacen jóvenes: «¿vos sabés quién sos?»

Al cumplir dos décadas en 1997, los nietos desaparecidos ya no eran niños, sino adolescentes y jóvenes, que ya habrían adquirido cierta autonomía en sus vidas, donde sea que se encontraran. Las Abuelas decidieron entonces modificar su línea de acción, para emprender acciones masivas que involucraran a toda la sociedad, con el fin de permitir que los jóvenes con dudas sobre sus orígenes pudieran acercarse libremente y en un ambiente de contención. Simultáneamente la justicia argentina decidió que no se puede obligar a una persona mayor de edad a sacarse sangre para determinar su filiación, con el argumento de que ello afectaría su derecho a la intimidad.
Con ese objetivo, en su 20º aniversario, en octubre de 1997 lanzaron la campaña «¿Vos sabés quién sos?». La campaña se inició con un recital de rock en la Plaza de Mayo, presidido por el cartel y la consigna. También con ese fin, crearon junto a la CONADI, la Red por la Identidad, que se extendió por todo el país promoviendo el derecho a la identidad. Fue el comienzo de una nueva aproximación al problema. Ya no era una cuestión de buscar a sus nietos por medios indirectos; ya era posible dirigirse a ellos directamente. "De hecho, hicieron que una generación entera se preguntara por su historia".
También, junto a las demás organizaciones de derechos humanos, impulsaron los juicios por la verdad, obligando al Estado argentino a seguir investigando, a partir de la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Lapacó (1999).
En 2000 se estrenó la película documental Botín de guerra, dirigida por David Blaustein, contando la historia de las Abuelas, con un notable éxito de público y obteniendo el "Gran Premio Ecuménico" del Festival de Berlín.
El 24 de marzo de 2004 se recuperó la ESMA para realizar allí un espacio de memoria. En el acto oficial hablaron tres nietos recuperados que habían nacido allí.
En 2006, la conciencia masiva en la sociedad argentina sobre los niños desaparecidos y su búsqueda alcanzó un pico de popularidad cuando una telenovela de gran difusión popular Montecristo, dirigida por Miguel Colom y transmitida por televisión abierta (Telefé), incluyó en su argumento central y en sus protagonistas la presencia de jóvenes nacidos en cautiverio durante la dictadura, que descubren la verdad.
Me di cuenta de que inconscientemente tenía un peso que no percibía. Ahora me siento más completa, más tranquila. Ahora no soy parte de una mentira. (Claudia Poblete).
Tres décadas. Los jóvenes se hacen grandes
En 2007 las Abuelas inspiraron la realización de una miniserie en tres capítulos denominada Televisión por la identidad, con tres historias independientes de niños apropiados, dos de ellas reales (Tatiana y Juan) y la tercera una síntesis de ficción realizada sobre las experiencias de los nietos recuperados. El ciclo tuvo un altísimo rating y debió ser repetido. Ese mismo año una nieta recuperada (Victoria Donda) fue elegida diputada nacional.
Hasta octubre de 2012 las Abuelas han recuperado a 107nietos.

La tarea actual de las Abuelas

Con el fin de localizar los niños desaparecidos, Abuelas de Plaza de Mayo trabajan en cuatro niveles:
reclamos y propuestas ante los organismos gubernamentales nacionales e internacionales;
denuncias y presentaciones ante la Justicia;
acciones destinadas a involucrar a la sociedad;
investigaciones propias.
Para su trabajo, la asociación cuenta con equipos técnicos integrados por profesionales en los aspectos jurídico, médico, psicológico y genético.
Cada uno de los niños que fueron apropiados tiene una causa abierta en la Justicia a la que se agregan las denuncias que se van recibiendo con el correr del tiempo y que conforman elementos probatorios que determinan su verdadera identidad y la de los responsables de su secuestro o tenencia ilícita.
Para asegurar en lo sucesivo la validez de los análisis de sangre han implementado un Banco Nacional de Datos Genéticos, creado por la Ley Nacional Nº 23.511, donde figuran los mapas genéticos de todas las familias que tienen niños desaparecidos.
Las Abuelas actúan en el campo internacional promoviendo normas y acciones internacionales destinadas a proteger a la niñez. La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de 1989, incorporó tres artículos (7, 8 y 11) directamente propuestos por ellas con el fin de garantizar el derecho a la identidad.
Desde 2007, las Abuelas integran el directorio de los organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria y Derechos Humanos, en donde funcionara la Escuela de Mecánica de la Armada.

9 de noviembre de 1938, “Kristallnacht”, La Noche de los Cristales Rotos



En la noche del 9 de noviembre de 1938 hubo un estallido de violencia contra los judíos en todo el Reich. Parecía imprevisto, provocado por la furia de los alemanes por el asesinato de un funcionario alemán en París en manos de un adolescente judío. Pero en realidad, el ministro de propaganda alemán Joseph Goebbels y otros nazis habían organizado cuidadosamente los pogroms. En dos días, más de 250 sinagogas fueron quemadas, más de 7.000 comercios de judíos fueron destrozados y saqueados, docenas de judíos fueron asesinados, y cementerios, hospitales, escuelas y hogares judíos fueron saqueados mientras la policía y las brigadas de bomberos se mantenían al margen. Los pogroms se conocieron como Kristallnacht, la “Noche de los cristales rotos”, por los cristales destrozados de los escaparates de las tiendas que llenaron las calles.
La mañana posterior a los pogroms, 30.000 judíos alemanes fueron arrestados por el “delito” de ser judíos y fueron enviados a campos de concentración, donde cientos de ellos murieron. Algunas mujeres judías también fueron arrestadas y llevadas a cárceles locales. Se prohibió que los negocios propiedad de judíos reabrieran a menos que fueran administrados por no judíos. A los judíos se les impusieron toques de queda, que limitaban las horas del día en que podían salir de sus casas.
Después de la “Noche de los cristales rotos”, la vida fue todavía más difícil para los niños y adolescentes judíos alemanes y austríacos. Los menores, que ya tenían prohibido entrar a museos, parques públicos y piscinas de natación, ahora eran expulsados de las escuelas públicas. Los jóvenes judíos, al igual que sus padres, fueron totalmente segregados en Alemania. En la desesperación, muchos adultos judíos se suicidaron. La mayoría de las familias trataba angustiosamente de irse.
Fechas claves
28 de octubre de 1938
Alemania expulsa a los judíos polacos
Cerca de 17.000 judíos polacos son expulsados por Alemania y forzados a cruzar la frontera con Polonia. Polonia se niega a dejar que los judíos entren. La mayoría de los deportados quedan varados en tierra de nadie entre Alemania y Polonia cerca de la ciudad de Zbaszyn. Entre los deportados se encuentran los padres de Herschel Grynszpan, un judío polaco de 17 años que vive en París, Francia.

7 de noviembre de 1938
Un diplomático alemán recibe un disparo en parís
Herschel Grynszpan, un judío polaco de 17 años que vive en París, le dispara a Ernst vom Rath, un diplomático adjunto de la embajada alemana en París. Aparentemente, Grynszpan actúa por desesperación ante la suerte de sus padres, que están varados con otros judíos polacos deportados en tierra de nadie entre Alemania y Polonia. Los nazis usan el hecho para avivar el fervor antisemita, diciendo que Grynszpan no actuó por su cuenta, sino que lo hizo como parte de una conspiración judía más amplia contra Alemania. Vom Rath muere dos días más tarde.

9 de noviembre de 1938
Joseph Goebbels exige una acción radical
El ministro de propaganda alemán Joseph Goebbels pronuncia un vehemente discurso antisemita ante los fieles miembros del partido nazi en Munich, que están reunidos para conmemorar el aniversario del infructuoso Putsch de la cervecería de 1923 (el primer intento de Adolf Hitler de tomar el poder). Después del discurso, los funcionarios nazis les ordenan a las tropas de asalto (SA) y a otras formaciones del partido que ataquen a los judíos y destruyan sus hogares, sus comercios y sus centros de culto. La violencia contra los judíos dura hasta las horas de la mañana del 10 de noviembre y se conoce como Kristallnacht: la “Noche de los cristales rotos”. Varias docenas de judíos pierden la vida y decenas de miles son arrestados y enviados a campos de concentración.

12 de noviembre de 1938
Los nazis multan a la comunidad judía
El estado nazi impone una multa de mil millones de reichsmarks ($400.000.000) a la comunidad judía de Alemania. Después del pogrom, los judíos son obligados a limpiar y a hacer reparaciones. Se les prohíbe cobrar seguros por los daños. En su lugar, el estado confisca los pagos que las aseguradoras les deben a los propietarios judíos. Después del pogrom, los judíos son excluidos sistemáticamente de todas las áreas de la vida pública de Alemania.

Copyright © United States Holocaust Memorial Museum, Washington, DC


Amon Göth


Amon Leopold Göth, a veces escrito Goeth, (Viena, 11 de diciembre de 1908 – Cracovia, 13 de septiembre de 1946) fue capitán de las SS, durante la Segunda Guerra Mundial y comandante del campo de prisioneros de Plaszow en Polonia. 

Su trayectoria en el partido nazi

A la edad de 18 años se afilió a varios grupos paramilitares nacionalistas en Austria. En 1930, con sólo 22 años, se une a las SS austríacas. En el clima de violencia que los nazis siembran en Austria para imponer la ideología nazi, Göth participa en atentados con explosivos. Debido a esto tiene que escapar a Alemania por un tiempo. Amon Göth destaca como modelo de cumplimiento de las políticas raciales del régimen. Posteriormente, en 1942, participa en varias redadas y persecuciones a judíos en Polonia, adscrito al grupo de las SS "Aktion Reinhard". 

Comandante de campo de Plaszow-Cracovia

El 11 de febrero de 1943 se le asigna por sus méritos la construcción y comandancia del campo de prisioneros de Plaszow-Cracovia, destinado a los trabajos forzados y a la preselección para conducir prisioneros a los campos de exterminio de Auschwitz, Treblinka y Sobibor. Amon Göth impuso el dominio por el terror sobre los prisioneros en dicho campo, ejecutando sin mayores preámbulos a decenas de judíos. Göth, que medía 1,92 m de alto y pesaba unos 120 Kg, recibió el apodo de “Verdugo de Plaszow” (Schlächter von Plaszow), por su afición a disparar con un rifle de francotirador contra los prisioneros, sin importar si eran niños, mujeres o ancianos. Después del asesinato de una persona, exigía la ficha del asesinado. Asimismo, ejecutaba a sus familiares bajo el argumento de que no quería “gente insatisfecha” en su campo de concentración. Golpeaba hasta morir a mujeres judías porque las consideraba "carroñas incorregibles". Göth realizó ejecuciones al azar entre los prisioneros por causa de la más mínima infracción de la ley interna. Se hizo con un séquito de personal esclavo para atender sus necesidades domésticas. Realizó tratos comerciales y pecuniarios con Oskar Schindler para abastecer una fábrica de utensilios de cocina con mano de obra esclava. Estos acuerdos con el comerciante alemán cambiaron el destino de unos 1.200 judíos. La práctica al parecer era habitual por parte de algunos comerciantes alemanes que estaban obligados a buscar mano de obra barata. El 13 de septiembre de 1943 se le dio la orden de cerrar el campo de trabajo; para entonces había liquidado unos 8.000 prisioneros en diversas ejecuciones y matanzas. Los remanentes fueron enviados a Auschwitz. Igualmente se le asignó cerrar el gueto de Tarnów, enviando a los supervivientes a Auschwitz. Posteriormente cerró el campo de trabajo de Szebnie, causando la muerte de un indeterminado número de niños y adultos. En 1944 fue arrestado por las mismas SS acusado de enriquecerse realizando mercado negro entre los campos de concentración y se le envió a un batallón de castigo sanitario de las SS en Bad Tölz. 

Captura, juicio y fin

El juicio se celebró en 1946 a cargo del Tribunal Supremo Nacional de Polonia, reconocido por los aliados. El juicio duró desde agosto a septiembre de 1946 y Goeth se mostró impasible ante los cargos que se le formulaban, aduciendo haber recibido órdenes de sus superiores. Se le acusó de la muerte directa de unos 10.000 judíos polacos. Goeth fue condenado a morir en la horca después de haber solicitado en vano misericordia al Presidente del Concilio Nacional de Polonia. Amon Göth fue ejecutado por la horca en las mismas instalaciones de Plaszow por el delito de crímenes contra la Humanidad. La ejecución falló en dos ocasiones, hasta que al final Amon Göth muere ahorcado, al tercer intento. Su hija Monika Göth escribió un libro sobre su padre titulado "Yo adoro a mi padre, ¿debo adorarle?". En este libro se describe la profunda admiración que sentía su madre hacia su esposo Amon Göth, y cómo después, al conocer en profundidad la participación de su marido en el Holocausto, se suicidó.

La psiquiatría represiva en la URSS


En la Unión Soviética, la psiquiatría fue usada con fines represivos. Los hospitales psiquiátricos eran usados frecuentemente por las autoridades como prisiones en orden de aislar prisioneros políticos (disidentes del sistema) del resto de la sociedad, desacreditar sus ideas, y destruirlos física y mentalmente, en una especie de tortura. Leer más


Pol Pot




Saloth Sar (Prek Sbauv, Camboya, 19 de mayo de 1925 – Camboya, 15 de abril de 1998), conocido como Pol Pot, fue un dictador camboyano y el principal líder de los Jemeres Rojos desde la génesis de éstos en la década de 1960 hasta su muerte en 1998. Fue también primer ministro de "Kampuchea Democrática", que fue la forma en la que se constituyó políticamente el actual Reino de Camboya bajo el poder de su dictadura entre 1975 y 1979. Forjador de un estado de corte maoísta, Saloth Sar pasó a la historia como el principal responsable del denominado genocidio camboyano, que en la actualidad es la principal razón de la constitución de un tribunal internacional desde 2006 para juzgar a los líderes supervivientes del régimen.
Una vez conquistado el poder en 1975, Saloth Sar llevó a cabo una drástica política de reubicación de la población de los principales centros urbanos hacia el campo como una medida determinante hacia el tipo de comunismo que deseaba implantar. Los medios empleados incluyeron el exterminio de los intelectuales y otros "enemigos burgueses". El resultado de ello fue la desaparición de entre un millón y medio y dos millones de personas. Tomando las estadísticas presentadas por K. D. Jackson, el 17 de abril de 1975, año en el cual los jemeres rojos tomaron Phnom Penh, había en Camboya una población de 7,3 millones de habitantes, mientras que tres años después, en 1978, la población disminuyó a 6 millones. K. D. Chandler señala como razones de este drástico descenso de la población -que calcula en 1,5 millones de desaparecidos- a la malnutrición, los trabajos forzados y las enfermedades mal atendidas en general, pero 200.000 personas, probablemente más, fueron ejecutadas sin juicio, clasificados como "enemigos", entre los que se contaban niños, ancianos y personas pertenecientes incluso al mismo Partido.12 Porque la mayoría de las víctimas pertenecían a la etnia jemer, Jean Lacouture denominó a este proceso "auto-genocidio".
Su política incluía la oposición a Vietnam, que hizo efectiva con numerosos ataques a ese país,14 lo que causó una invasión masiva de Camboya en 1979 que precipitó su régimen hacia su fin.

Infancia y primeros estudios 

Saloth Sar nació en Prek Sbauv, Kompung Thom, Camboya, el 19 de mayo de 1925, siendo el menor de siete hijos de un próspero hacendado. A los seis años su familia se trasladó a Nom Pen para vivir con su hermano, un oficial de la Guardia Real, donde Sar frecuenta la Pagoda de Plata. Su familia tenía conexiones con la familia de la Dinastía Norodom: una prima de Saloth Sar había crecido en el Palacio Real como bailarina y llegó a ser esposa consorte del rey Sisowath Monivong. Su hermana mayor, Saroeung, fue elegida también como consorte del rey a los 15 años y en 1928 su hermano mayor, Loth Suong, comenzó una carrera de protocolo en la corte, hecho que pondría a Saloth Sar en contacto con la élite de la capital y del budismo camboyano. Aprendió bien el francés y estudió con la élite católica de Camboya en la universidad de la Sorbona, aunque nunca recibió un diploma.
Como muchos estudiantes de su tiempo, Saloth Sar se unió a los movimientos anticolonialistas de la Indochina francesa (Camboya, Vietnam y Laos) liderado por el que sería el máximo representante de la revolución vietnamita: Ho Chi Minh. Entraría entonces en contacto con el Partido Comunista Indochino, que era entonces ilegal en el país.

Saloth Sar en Francia 

En 1948, bajo la regencia del joven rey Norodom Sihanouk, fue enviado a París con jóvenes como Thiounn Thioeunn, Chumm y su hermano Mumm para estudiar literatura francesa. En la capital del país Galo demostró gran nacionalismo y la oposición a cualquier injerencia vietnamita en los asuntos camboyanos. En julio de 1946 los miembros de este grupo rehusaron asistir a una reunión con Ho Chi Minh, en la Conferencia de Fontainebleau, a las afueras de París. 
Se interesó poco en los estudios -nunca los finalizó- y formó parte del "capítulo camboyano" del Partido Comunista camboyano, lo que lo llevaría a fundar el llamado "Grupo de Estudio de París", célula principal que generaría a los futuros Jemeres Rojos y en el cual participarían Ieng Sary, Khieu Samphan, Khieu Ponnary y Son Sen, quienes serían piezas claves en la conformación de dicho movimiento. Dicho grupo se dedicó entonces a la profundización de las ideas marxistas y del comunismo siempre en relación con el Partido Comunista Francés. Trabajaron arduamente en adherir a los estudiantes camboyanos en Francia a sus ideas revolucionarias en contra de la monarquía del rey Norodom Sihanouk, quien entonces avanzaba en su propia lucha anticolonialista. De la misma dice en su obra Monarquía o democracia:
La monarquía es un vil postulado que vive de la sangre y el sudor de los campesinos. Sólo la Asamblea Nacional y los derechos democráticos darán a los camboyanos un espacio de respiro... La democracia que reemplazará a la monarquía es una institución sin igual, pura como el diamante.
Se casa con Khieu Ponnary, la primera mujer camboyana en obtener un diploma, y escogen el aniversario de la Toma de la Bastilla, 14 de julio de 1956, para su matrimonio y para su regreso a Camboya. Ieng Sary se casaría con la hermana de Khieu Ponnary, estudiante de Shakespeare, de nombre Khieu Thirith. El "Grupo de Estudio de París" sería la célula principal de los acontecimientos que se desarrollarían en las siguientes cuatro décadas.

Regreso a Camboya 

En 1953 Saloth Sar regresó a Camboya sin haber obtenido ningún diploma. Saloth Sar da clases de francés en dos establecimientos privados de Phnom Penh, Chamroeun Vichea y Kampuchaboth (1956-1963). La Camboya de la época vive una situación convulsionada entre el rey Norodom Sihanouk, quien pretendía tomar la bandera de la independencia del país y no dejar que lo hicieran los comunistas, y las facciones radicales que exigían a Francia una independencia inmediata.
El futuro Pol Pot se une entonces a la alianza comunista "vietnamita-jemer" en donde los vietnamitas le enseñan cómo "trabajar con las masas de base, fundar los comités de independencia a nivel de aldeas, miembro por miembro", pero según testimonio de un antiguo camarada de Pol Pot, éste decía que la independencia camboyana debía ser liderada exclusivamente por los mismos camboyanos. Los intentos de restablecer el antiguo orden colonial por parte de Francia después de la derrota de Japón en 1945 se vieron obstaculizados por un fuerte sentimiento nacionalista manifestado en protestas y que tendría como máximo estímulo la detención de dos monjes budistas en 1942 por sus sermones pro-nacionalistas. Algunos de los monjes se unirían a las luchas por la independencia; dos de los más célebres serían Son Ngoc Minh y Tou Samouth que en 1946 se afiliarían al Partido Comunista de Indochina liderado por Ho Chi Minh y que serían los fundadores del Partido Comunista de Camboya. Pero el ideal de Saloth Sar siempre permaneció firme respecto a mantener una separación de cualquier influencia vietnamita o de otras naciones.

Saloth Sar como revolucionario 

El Partido Comunista Indochino se disolvió en 1951 en las tres facciones nacionales (Vietnam, Camboya y Laos). La facción camboyana daría origen al Partido Revolucionario Popular de Kampuchea" o PRPK (traducción al español) con la presencia preponderante de Saloth Sar y su "Grupo de Estudio de París", como ya se ha indicado.
El rey Norodom Sihanouk adelantaría una campaña de represión del comunismo en el país, tanto previa como posterior a la independencia en 1954 y su reconocimiento en 1957, en parte también motivado por su temor a cualquier influencia vietnamita. En 1962 fue asesinado Tou Samouth, el principal líder del comunismo camboyano y cuya muerte permanece sumida en el misterio. Algunas fuentes sugieren que ello formaba parte de la estrategia de Saloth Sar para garantizar el dominio absoluto de su liderazgo en el Partido Comunista, lo que efectivamente se presenta, como sugiere Kiernan:
Su gran familiaridad con el escenario político urbano y su aparente asesinato de Tou Samouth en 1962, finalmente permite al grupo de Pol Pot tomar el liderazgo del Partido Comunista a principios de 1963. 
Asimismo, N. Chanda sostiene que:
Siguiendo la misteriosa desaparición de Samouth en julio de 1962, Pol Pot tomó la responsabilidad del secretariado del partido clandestino. Pronto Pol Pot, su cuñado Ieng Sary, Son Sen y otros huyeron a las selvas para la reorganización clandestina del partido. No se supo de ellos hasta 1970. 
La disputa entre el radicalismo de Saloth Sar caracterizado por su posición abiertamente antiestadounidense y antivietnamita por un lado y quienes defendían un comunismo moderado por el otro se hace evidente y le trae antipatías de parte de Vietnam ya a finales de los 60. Así lo expresó el viceministro de relaciones exteriores de Hanói al periodista Nayan Chanda, en 1978, refiriéndose al grupo de Pol Pot como "partisanos no tuvieron una participación activa en las luchas de independencia, no siguieron la línea correcta del lado vietnamita en Camboya y cuyo comunismo era infantil".

Comienza la Guerra de Vietnam 

La guerra de Vietnam (1964-1975) significaría para Camboya la apertura a un largo periodo de guerra e inestabilidad. El príncipe Norodom Sihanouk, entonces primer ministro, declaró al país neutral en el conflicto. Denunció reiteradamente la injerencia de otros estados en una situación que Sihanouk veía como exclusiva de los vietnamitas en su intento de reunificar el país. Esta postura "anti-intervencionista" le puso en contraposición de los intereses estadounidenses. Por su parte, Estados Unidos insistió en que el príncipe sostenía una neutralidad ficticia y que prestaba el territorio camboyano como refugio del Vietcong. El 18 de marzo de 1970 mientras el príncipe estaba en una gira internacional, el general Lon Nol, con el respaldo del gobierno de los Estados Unidos, llevó a cabo un golpe de estado y alineó a Camboya con los Estados Unidos y Vietnam del Sur. Este hecho no significó otra cosa que una oportunidad histórica para Saloth Sar. Con el príncipe alejado del poder y un enemigo visible como Lon Nol, los Jemeres Rojos podrían coger las banderas de la liberación del país que Sihanouk no había permitido durante la independencia del mando francés. El "Grupo de Estudio de París" tomó el control definitivo del PRPK y le cambió el nombre por el de "Partido Obrero de Camboya". Entre sus primeras decisiones estaría la separación definitiva de cualquier nexo vietnamita. Saloth Sar ya había sido elegido primero "Camarada Tres" en el comité central del partido y - después de la misteriosa muerte de Samouth - "Secretario General" del POC en 1968. En julio de 1970, después del golpe de Estado de Lon Nol, Saloth Sar y muchos de los miembros del POC dejaron Phnom Penh y crearon una guerrilla denominada "Oficina 100" en las fronteras con Vietnam del Norte, al noreste de Camboya. En ese momento el Vietcong le pidió retrasar su agenda revolucionaria en Camboya hasta que los estadounidenses fuesen expulsados de Vietnam del Sur.
Saloth Sar es bien recibido en China, hecho que le convence de desligarse todavía más de los vietnamitas, motivo por el cual apoya el cambio de nombre del partido por "Partido Comunista de Kampuchea" (PKK), pero el común de la gente comienza a llamarlos "Jemeres Rojos" (Kamae Poah Krojón" en Khmer o "Khmer Rouge" en francés). El comité central de tal partido es conocido como "Angkar", traducido como "la nación" o "la organización".
Después de un viaje a Vietnam del Norte, se refugia en el noreste de Camboya para vivir con una tribu montañesa. Impresionado por la simplicidad de su vida, con pocas cosas materiales, se convence entonces que ése es el ideal del comunismo. Ese mismo año surgen brotes revolucionarios en varias provincias del país y, un año después, los Jemeres Rojos tenían casi controlada toda la región montañosa del norte y las fronteras con Vietnam; además establece el "Ejército Revolucionario de Camboya". Con la ayuda de los Estados Unidos, el ejército oficial de Lon Nol intentó débiles campañas en contra de la guerrilla, pero sin éxito.
En marzo de 1969 Estados Unidos llevó a cabo bombardeos "secretos" al norte de Camboya, tratando de destruir los refugios del Vietcong y cortar el final de la Ruta Ho Chi Minh. Autorizados por el recién elegido presidente Richard Nixon y liderados por su director de seguridad nacional Henry Kissinger, tales bombardeos se pueden considerar ilegales puesto que Estados Unidos no había hecho una declaración de guerra oficial contra Camboya ni dado el tiempo establecido por la legislación internacional para una acción de este tipo. Durante catorce meses fueron lanzadas en suelo camboyano 110.000 t de bombas, y los bombardeos continuarían hasta 1973, por lo que se determina que fueron 539.129 t. en total, es decir, tres veces y media más de lo que Estados Unidos lanzó contra Japón durante la II Guerra Mundial. Las víctimas camboyanas llegaron a las 600.000 muertes y fuentes de la CIA estimaron que dichos bombardeos no hicieron otra cosa que incrementar la popularidad de los Jemeres Rojos entre los campesinos camboyanos del norte del país. Tan sólo entre 1969 y 1973 se contaron 150.000 víctimas civiles. 
En 1973 se producen los primeros éxitos significativos de los Jemeres Rojos contra el ejército republicano de Lon Nol y el 60% del país quedó bajo su control. Mientras Nixon, sin autorización gubernamental, intensificaba los bombardeos contra el país en un desesperado intento por detener la avanzada guerrillera, de la misma manera que estaba sucediendo en Vietnam del Norte.

Debilitamiento de los Estados Unidos 

La Península Indochina ardía en una guerra de grandes proporciones y el gobierno de los Estados Unidos se dio cuenta muy tarde del fracaso de sus políticas. Mientras Vietnam del Norte avanzaba sin tregua para alcanzar su objetivo de reunificación bajo dominio comunista, los Jemeres Rojos cerraban desde todos los puntos del país a Phnom Penh como una tenaza, ante lo cual se dieron las primeras salidas precipitadas de extranjeros y miembros simpatizantes de Lon Nol. Los Jemeres Rojos argumentaban que su lucha era para defender y restituir al poder al depuesto príncipe Norodom Sihanouk que hacía el papel de gobernante en su exilio de China mientras tanto, sin poder tomar parte en el nuevo capítulo de historia que se escribía en su patria. En 1974 los hombres de Saloth Sar capturan la antigua capital, la Ciudad de Udong, a pocos kilómetros al norte de Phnom Penh. La ciudad fue destruida y sus habitantes dispersados como preludio de lo que vendría después. En abril de 1975 la capital estaba completamente sitiada, sus calles atestadas de refugiados que huían unos de los bombardeos estadounidenses y otros del avance de la guerrilla: dos millones de refugiados se hacinaban en Phnom Penh ese año. Los guerrilleros cortaron todos los medios de contacto con la capital y el fin de la guerra era cuestión de días.

La caída de Nom Pen 

El 17 de abril de 1975 está marcado como la caída de Nom Pen bajo el avance de los Jemeres Rojos. Los estadounidenses tuvieron que abandonar un intento de suministrar alimentos y energía a la ciudad con un puente aéreo al estilo del de Berlín cuando el Aeropuerto Internacional de Pochentong fue blanco de intensos ataques guerrilleros, mientras el dictador Lon Nol huyó llorando por su país en un helicóptero estadounidense hacia Hawái.28 Lon Nol nunca más regresaría a Camboya. Si bien los estadounidenses, los extranjeros de otras nacionalidades de cierta significación política y la plana mayor del dictador fueron evacuados, los yanquis dejaron en la sitiada ciudad mandos medios y un gran número de personas que serían carne de cañón para el nuevo régimen.
En el ánimo de los dos millones de personas que se encontraban en la ciudad el 17 de abril, la victoria evidente de la guerrilla sobre los ocupantes y el dictador significaba de alguna manera el fin de las penurias de la guerra. Por esta razón los Jemeres Rojos fueron recibidos con la esperanza de que la paz llegaría por fin al país. Pero los "habitantes de la ciudad" no estaban dentro de los planes de Saloth Sar y los suyos. Pronto mostrarían hacia ellos una violencia inusitada y los denominarían "enemigos de Estado" bajo el código "gente del 17 de abril". A los ojos de Saloth Sar, los habitantes de la ciudad representaban la clase opresora, mientras que el pueblo legítimo era sólo el campesinado. Dos millones de habitantes de la capital y de las poblaciones principales del país fueron obligados a ir al campo. Saloth Sar comenzó entonces a usar el nombre de Pol Pot y declaró a 1975 como el Año Cero, con lo que quería indicar el inicio de un proceso de "purificación" de la sociedad camboyana del capitalismo, la cultura occidental, la religión y cualquier influencia extranjera, en cuya mira estaban principalmente los vietnamitas. El 13 de abril Camboya había celebrado el inicio de un nuevo año según su propio calendario nacional, fin del "año del tigre" y el comienzo del "año de la liebre". Al día siguiente, la capital recibió los primeros impactos de la guerrilla y un auténtico "año nuevo" comenzaría para Camboya.
Saloth Sar, ahora definitivamente Pol Pot, estuvo siempre a favor de un completo aislamiento del país, una economía autosuficiente y un estado agrario. Todos los extranjeros, que se refugiaron en la embajada francesa, fueron expulsados, las embajadas cerradas (con excepción de la francesa y algunas de ciertos países simpatizantes como China y Corea del Norte). Comienza la aplicación inmediata, sin términos medios, de un comunismo radical de tipo maoísta en lo que se denominó el "gran salto". Fue el primer y hasta ahora único país que vivió semejante experiencia y de una manera drástica con medidas como:
- Abolición de la moneda.
- Abolición del mercado.
- Abolición de las escuelas.
- Destrucción de cualquier infraestructura urbana.
- Conversión forzada de toda la población camboyana en cultivadores.
Todas las ciudades, aldeas y centros urbanos fueron vaciadas, los habitantes procedentes de los principales centros urbanos como Phnom Penh y Battambang fueron clasificados como la "Gente del 17 de abril", es decir, aquellos que antes de esa fecha no se habían unido a las guerrillas comunistas y que, según la mentalidad de Saloth Sar y de los Jemeres Rojos, se habían puesto del lado de Lon Nol y de los Estados Unidos. Esa "Gente del 17 de abril" fueron víctimas de sospechas de espionaje, colaboración con poderes extranjeros, burgueses y enemigos del "pueblo". Todos los camboyanos fueron llevados a trabajar en el campo.

Creación de la Kampuchea Democrática

Entre noviembre y diciembre de 1975 se llevó a cabo un encuentro nacional de miembros del Partido en el Estadio Olímpico de Phnom Penh. Nuon Chea proclamó entonces que la nueva Camboya tenía ya dos universidades: una era el trabajo productivo y la otra el combatir al enemigo vietnamita. Era el preludio de la "guerra después de la guerra" como fue llamada por el periodista N. Chanda en su obra. El 5 de enero de 1976 los Jemeres Rojos declararon el nacimiento del nuevo Estado con el nombre de Kampuchea Democrática (ver "Constitución Política de la Kampuchea Democrática"). El Príncipe Norodom Sihanouk, quien había regresado como un supuesto jefe de Estado restituido al poder después de la dictadura, había ya perdido cualquier capacidad de influencia sobre los asuntos políticos de su país y era tan sólo una figura protocolaria, casi al mismo estilo del tiempo colonial. Fue pronto obligado a renunciar a su cargo como Primer Ministro y es puesto literalmente en prisión en el Palacio, uno de los únicos remanentes de la destruida Phnom Penh. Asumió entonces la presidencia Pol Pot, aunque su identidad, así como las de los máximos dirigentes de la Kampuchea Democrática y de "Angkar" (el Partido) siempre estarían en secreto (la gente no sabía quién era en verdad "Pol Pot" ni le asociaban con "Saloth Sar", también conocido como "Camarada Uno"). En principio, Pol Pot fue oficialmente el Primer Ministro de la Kampuchea Democrática, pero después dicho cargo pasará a Ieng Sary, aunque Pol Pot retendrá de facto el poder.
La aseveración de Pol Pot de que la liberación del país había sido hecha sin injerencias extranjeras es difícil de demostrar. Evidencias suministradas tanto por la CIA como por Vietnam demuestran que el Vietcong facilitó armamento a los Jemeres Rojos para tomar Phnom Penh, la cual cayó antes que Saigón, el 29 de abril de 1975. De la misma manera, China contribuyó con artillería a cambio del caucho camboyano. Sin embargo, la posición de Pol Pot fue siempre la de demostrar que Camboya no necesitaba de ninguna fuerza extranjera para sobrevivir, y en tal sentido mantuvo al país en un aislamiento casi total durante el tiempo del régimen. Una de las obsesiones del líder fue la de proteger al partido central de los que consideraba peligros externos e internos, y por lo tanto fue considerada prioritaria para él la existencia de todo un sistema de defensa que incluía prisiones de alta seguridad, tales como la S-21. En el caso de S-21, la principal, pero no la única, institución de interrogación en el país, Goffman define a ésta como un ejemplo extremo de total institucionalización cuya misión era la de "proteger al Partido asesinando todos los prisioneros y en parte alterando sus biografías para ponerlas acorde con los requerimientos y sospechas del Partido". Si bien se dice en términos generales "prisión", Chandler la denomina más bien como un centro de torturas e interrogación en sentido más estricto. En una entrevista que Pol Pot concedió en 1997 al periodista Nate Thayer, éste negó cualquier conocimiento de la existencia de S-21:
Tomé sólo grandes decisiones en grandes temas. Quiero decirle a usted - Tuol Sleng fue una exhibición vietnamita. Un periodista escribió sobre eso. Le gente habla de Tuol Sleng, Tuol Sleng, Tuol Sleng... Cuando escuché por primera vez acerca de Tuol Sleng fue en la Voz de América. Lo escuché dos veces. 
Chandler comenta al respecto que Pol Pot debió conocer Tuol Sleng bajo el código "S-21". La periodista Christine Chameau entrevistó a Ieng Sary, el segundo hombre fuerte de la Kampuchea Democrática, quien respondió al respecto:
"Nunca dije que no había oído acerca de Tuol Sleng... Siempre hablábamos en nombres codificados y seguridad fue para nosotros S-21".
A la pregunta de quién daba las órdenes sobre S-21, Ieng Sary respondió:
"Para cosas políticas como esa, Khieu Samphan"
Tanto para Thayer como para Chandler, esta última respuesta de Ieng Sary carece de documentos históricos que la corroboren. Los dos hombres de mayor alto rango en S-21 reportaban directamente a los que se denominaban los "camaradas mayores" (en khemer: "bong kang le"), los cuales permanecieron inamovibles durante todo el tiempo del régimen: Pol Pot, Nuon Chea, Ta Mok, Son Sen y Khieu Samphan.

Desaparición de una cuarta parte de la población

Comienza así un período de la historia camboyana en el que, según la mayoría de las fuentes, perecería una cuarta parte de la población, lo que ha sido generalmente calificado de genocidio camboyano. Este periodo fue ignorado por la comunidad internacional en su tiempo, en parte por el movimiento de muchos grupos occidentales que veían con simpatía a un país que había logrado derrotar al imperialismo yanqui. El total aislamiento del país hacía difícil mantener una observación internacional de los sucesos, y protestas solitarias como la de François Ponchaud (un misionero católico) o también las denuncias de Amnistía Internacional fueron vistas con descrédito. Sería después de la invasión vietnamita de 1979 y el ingreso en la Organización de las Naciones Unidas en 1993 cuando el mundo abriría los ojos a la realidad del drama humano vivido allí entre 1975 y 1979. El criterio estadístico que se ha seguido para determinar los asesinados por los Jemeres Rojos es el de restar la población antes de la caída del Gobierno a la que había cuando llegaron al poder más la documentación encontrada de los procedimientos en las prisiones, especialmente S-21, las excavaciones de las fosas comunes y los testimonios de sobrevivientes, material sistematizado en la actualidad por el Centro de Documentación de Camboya (DC-Cam). 
De acuerdo a las conclusiones de D. Hawk, los siguientes fueron los crímenes imputables al régimen de Pol Pot:
Torturas sistemáticas.
Práctica extensa de ejecuciones extra-judiciales.
Programas específicos de genocidio contra grupos religiosos y minorías étnicas.
Disminución sustancial de la población nacional.
Las evidencias que prueban la existencia de dichos actos pueden ser clasificadas de la siguiente manera:
Testimonios de los sobrevivientes, tanto de víctimas como de los mismos victimarios. Los relatos de las víctimas forman parte incluso de la tradición oral en la Camboya contemporánea.
Testimonios de los refugiados de guerra en Tailandia, especialmente después de iniciada la invasión por parte de Vietnam. Los refugiados fueron los primeros en dar a conocer los primeros relatos del sanguinario régimen. Estos testimonios han producido una gran cantidad de material documental en la actualidad como libros, vídeos y arte gráfico. Los testimonios coinciden todos en los siguientes hechos históricos:
La evacuación precipitada de los grandes centros urbanos.
La marcha forzada durante un periodo de tres meses hacia diferentes sectores del país.
La ruda colectivización de la producción y la colectivización de la vida cotidiana (todos tenían que vivir juntos).
La abolición de la moneda.
Los ataques cotidianos a las religiones y a las tradiciones culturales.
La realización rutinaria de ejecuciones sumarias.
El hambre y las epidemias.
Los centros de interrogación y tortura descubiertos por los vietnamitas en 1979.
Las fosas comunes encontradas y excavadas con esqueletos humanos de todas las edades.
El dramático descenso de la población a escala global en al menos un millón y medio de personas y, asimismo, la reducción de minorías étnicas como los Cham o camboyanos de origen vietnamita y la de origen chino.
La gran cantidad de material elaborado en esa época por los mismos Jemeres Rojos como las fotografías de las víctimas, sus testimonios firmados bajo tortura, informes elaborados por mandos medios a superiores, órdenes y cartas.

Decadencia del régimen 

En 1977 se revela que "Angkar" es el Partido Comunista Camboyano, (PCC). Se producen considerables hambrunas en el país, comienzan conflictos en las fronteras con Tailandia, Laos y Vietnam y este último comienza a tener más relaciones con la URSS que con China.
Pol Pot anunciaría en diciembre de 1976 a todos los oficiales que debían prepararse para una guerra de guerrillas y convencional y por primera vez habla de Vietnam como "enemigo de la Kampuchea Democrática". El 27 de enero de 1977 una incursión de los Jemeres Rojos asesinó a 30 campesinos tailandeses mientras empezaban a causar disturbios en las fronteras con Laos. Pero los acontecimientos más graves se darían en la frontera con Vietnam: según los informes vietnamitas, desde marzo de 1977 los Jemeres Rojos lanzaron continuos ataques en la zona suroccidental de Vietnam con incursiones que atacaron al ejército de ese país y a la población campesina, especialmente en Ha Tien y Chau Doc. Dichos informes vietnamitas coinciden con testimonios de refugiados de ese país en el exterior según los Archivos Contemporáneos de Keesing. Pol Pot aseguraba entonces que el enemigo [Vietnam], no se "atrevería a atacarnos" porque, según su modo de ver, Vietnam era menos potente que Camboya (posiblemente confiado en la amistad que tenía con China y la enemistad de China con Vietnam). Para Pol Pot, la manera en la que Vietnam atacaba a Camboya no era abiertamente, sino de manera silenciosa, infiltrándose en las filas jemeres. Esto le llevaría a desarrollar una auténtica paranoia que lo llevaría a buscar el "enemigo oculto" en el interior de su propio partido. Por el contrario, Vietnam siempre se referiría al comunismo camboyano como "su hermano", según lo testimonian refugiados camboyanos que entraron en Vietnam en 1977. Sería solo a partir de 1978 cuando las autoridades vietnamitas comenzarían a ver a los Jemeres Rojos de otra manera.
"Kampuchea Krom" fue una antigua provincia camboyana que pasó a manos de los vietnamitas en el siglo XIX y que hoy es el sur de Vietnam. En la actualidad existe una población significativa de vietnamitas de etnia jemer que se sienten naturalmente más cercanos a su patria ancestral que a Vietnam. Desde la perspectiva de Pol Pot, la "recuperación" de dicho territorio era un deber histórico para Camboya y ese fue el principal causante de los ataques en el suroeste del Vietnam, en donde murieron numerosos campesinos vietnamita de distintas etnias de la región, entre ellas la jemer.
El 6 de enero de 1978, Pol Pot se dirigiría así a las tropas en la zona oriental:
Cada camboyano ha de matar 30 vietnamitas con el fin de avanzar hacia la liberación, luchar fuertemente para recuperar el sur de Vietnam. 
En una entrevista que hizo Ben Kiernan a Heng Sarim sobre el propósito de las incursiones en Vietnam, este respondió:
Él dijo [Pol Pot] que teníamos que liberar esa parte y hacer rebelarse a la gente del sur y derrocar a Vietnam y tomar el sur... Él nos dijo que teníamos que motivar a los Jemeres que vivían en el sur de Vietnam, los "jemeres krom", a alzarse en rebelión. 
Mientras los Jemeres Rojos se concentraban en atacar a todos sus "enemigos", Radio Phnom Penh convocaba a los habitantes del oriente del país a "levantar las banderas del celo nacional, confrontar el deber de odio y de sangre en contra del... expansionismo y el anexionismo". 
En 1978, Pol Pot lanzó la campaña para "descubrir" lo que él llamaba "el enemigo oculto". Su idea de que el Partido y el Ejército estaban infiltrados de vietnamitas y de agentes de la CIA hizo que muchos de sus hombres fueran detenidos, interrogados, torturados y ejecutados. La teoría del régimen fue que dentro del Partido había "enemigos" y que localizarlos y eliminarlos era una obligación a toda costa. Los "enemigos contra-revolucionarios" debían desaparecer, en un proceso que Pol Pot llamó de "barrida y limpieza" (boh somat). Uno de los lemas del partido era "una mano para la producción y otra para combatir al enemigo". Vann Nath, uno de los pocos sobrevivientes de S-21, dijo a Alexander Hinto que "la palabra enemigo tenía un gran poder... al escucharla, todos nos poníamos nerviosos. 
El "enemigo oculto" se volvió una obsesión para Pol Pot y si no existían, él mismo no tardaría en crearlos. Para él los "enemigos externos" eran visibles, fáciles de identificar y de combatir, pero los "enemigos en el interior" eran una tarea en la que todos debían implicarse. En su anuncio de la existencia del Partido Comunista de Kampuchea (PCK), dijo a la asamblea:
Dentro de la sociedad camboyana existen semejantes contradicciones de vida y muerte como enemigos que pertenecen a variadas redes de espionaje trabajando para los imperialistas y reaccionarios internacionales que planean entre nosotros llevar a cabo acciones subversivas, actividades en contra de la revolución... Esos elementos son un número reducido, solo un uno o dos por ciento de la población. 
Interpretando literalmente las palabras del discurso de Pol Pot y siguiendo la lectura de Chandler, el 1 ó el 2% de la población camboyana entonces representaba 140.000 personas de 7 millones de habitantes, es decir, todas esas personas eran consideradas "enemigos del Estado". Pol Pot decía que los enemigos no podían ser tratados de la misma manera: unos debían ser "re-educados" y otros debían ser "neutralizados". Mientras se mantenía dicho discurso, cientos de personas eran interrogadas, torturadas y ejecutadas en S-21.
En 1978, durante el aniversario de Partido Comunista de Kampuchea, Pol Pot expresó:
El 17 de abril de 1975 significó una gran victoria como nunca se había visto en más de dos mil años de historia de Kampuchea. Matar a los enemigos de la revolución fue otra meticulosa victoria próxima a los eventos del 17 de abril. 
El 10 de mayo del mismo año, en una transmisión de "Radio Kampuchea Democrática", dirigiría las siguientes palabras en el contexto de los ataques a Vietnam:
Debemos combatir para defender la independencia, soberanía e integridad territorial de Camboya. Debemos vivir autónomamente, defendiéndonos. Debemos tratar de eliminar el creciente número de enemigos, tantos como nos sea posible y tratar de mantener nuestras fuerzas al máximo. Tenemos una fuerza pequeña, pero tenemos que atacar a fuerzas grandes. Ese es nuestro lema guía. 
Los ataques reiterados a territorio vietnamita y las persecuciones dentro del propio partido se unirían para precipitar rápidamente el fin del régimen. Comenzó ya desde 1978 una oleada de deserciones que prepararían los elementos para un nuevo episodio en suelo camboyano: la invasión vietnamita efectuada con los propios camboyanos.

Invasión vietnamita 

El 25 de diciembre de 1978 Vietnam lanza una invasión militar de Camboya con los propios camboyanos que se habían refugiado en ese país. Entre ellos estará un joven que será el futuro líder de la Camboya de post-guerra, Hun Sen, y que había desertado de los Jemeres Rojos junto con otro grupo significativo de personas, que hoy conforman la cúpula máxima del gobierno del Reino de Camboya.
El 7 de enero de 1979 Vietnam toma Phnom Penh. El Príncipe Norodom Sihanouk huye a China y Pol Pot y sus hombres huyen a las selvas del noroeste. Vietnam funda la llamada República Popular Camboyana (RPC), con Heng Samrin, antiguo militante de los Jemeres Rojos, como Jefe de Estado. Éste tiene que afrontar las hostilidades del Frente de Liberación Nacional del Pueblo Camboyano, movimiento no comunista, liderado por Son Sann, y del Frente de Unidad Nacional para una Independencia Neutral, Pacífica y Cooperativa (FUNCINPEC), liderado por el príncipe Norodom Sihanouk. En febrero, China lanza una invasión limitada de Vietnam como respuesta a la invasión vietnamita de Camboya, pero se retira pronto alegando que ya había castigado bastante a Vietnam, aunque parece que tuvo influencia las buenas relaciones Vietnam-URSS.
El General Vo Nguyen Giap fue el responsable de dirigir la invasión de la Camboya de Pol Pot con 100.000 soldados y 20.000 guerrilleros jemeres del que se hacía llamar "Frente Unido de Kampuchea" cuyo dirigente era un ex-Jemer rojo, Heng Samrin. La invasión, en la cual Pol Pot no creyó hasta que no la vio sobre Phnom Penh, comenzó el 25 de diciembre de 1978 y el 7 de enero de 1979 el territorio camboyano estaba casi sometido en las regiones más importantes. El 17 de enero de 1979, China comenzaría en represalia su propia invasión de Vietnam, que de todas maneras no alcanzó las proporciones de las de Vietnam en Camboya. De todas maneras, las hostilidades en la frontera chino-vietnamita continuarían hasta la retirada del ejército vietnamita de Phnom Penh. Si bien la ocupación vietnamita le dio a Pol Pot una nueva bandera para una nueva campaña de liberación nacional y en la cual encontró el respaldo de varios países como Tailandia, que temía al comunismo vietnamita, China continuó respaldándole y los mismos Estados Unidos pretendieron utilizarle como un medio de contraposición para la hegemonía del Vietnam en la región. 
La imagen de Pol Pot bien pronto se empañaría mientras iban haciéndose públicos los testimonios de víctimas sobrevivientes y refugiados y se encontraron numerosas evidencias de las atrocidades cometidas. Las divisiones en el interior del Partido, iniciadas antes de la invasión vietnamita, lo resquebrajarían, y Pol Pot sería contestado incluso por figuras de su entera confianza como Ieng Sary, quien llegaría a hacerle enteramente responsable de los desmanes del régimen, una posición que seguirían los demás líderes de los Jemeres Rojos, especialmente después de los diálogos de paz con el nuevo Gobierno.

Decadencia de Pol Pot

En 1982 los Jemeres Rojos, el FLNPC y el FUNCINPEC forman una coalición contra Vietnam. El príncipe Norodom Sihanouk es escogido como presidente de la Coalición, Khieu Samphan es el vicepresidente y Son Sen el primer ministro. Refugiado en las selvas, Pol Pot renuncia como comandante de los Jemeres Rojos en la insurgencia en 1985, aunque retiene su supervisión. En 1987, organiza encuentros con Hun Sen, el primer ministro de la PRK y aunque se abren vías de comunicación, no se llega a acuerdos. En mayo de 1988 Vietnam anuncia planes de retirada de sus 50.000 soldados de Camboya para fines de año. En julio de 1988 los representantes de todas las partes en conflicto se reúnen en Bogor, Indonesia. Vietnam condiciona su retirada de Camboya a la completa desaparición de los Jemeres Rojos. China exige la completa retirada de Vietnam, pero no acepta ningún papel de Pol Pot en el gobierno que se ha de formar. China reprocha a la URSS su respaldo a la presencia vietnamita en Camboya. Del 30 de julio al 30 de agosto de 1989 se produce la Conferencia Internacional sobre Camboya en Francia. China promete suspender las ayudas a los Jemeres Rojos y se exige a Vietnam que se retire del país. Hun Sen queda a la cabeza del país como primer ministro.
El 23 de octubre de 1991, las cuatro facciones enfrentadas firman el tratado de paz estableciendo un gobierno de transición supervisado por las Naciones Unidas. El príncipe Sihanouk regresa al país y se establece una monarquía constitucional elegida por consulta popular. En 1993, se convocan elecciones pluripartidistas. Los Jemeres Rojos las boicotean asegurando que están manipuladas por los vietnamitas. En 1996, los Jemeres Rojos empiezan a desintegrarse. Ieng Sary acusa a Pol Pot de ser el principal responsable de los asesinatos políticos. Divisiones internas provocan deserciones de los desmoralizados guerrilleros, lo cual debilita progresivamente la guerrilla khmer. En 1997, Pol Pot manda ejecutar a Son Sen, convencido que está colaborando con el gobierno camboyano, y hace asesinar también a su esposa e hijos: tal hecho le acarrearía la pérdida de las simpatías de sus últimos aliados. El 25 de julio, Ta Mok, Camarada Cinco y comandante militar de los Khmeres Rojos, ordena el arresto de Pol Pot, le somete a un juicio popular y le sentencia a vivir en prisión por la muerte de Son Sen y su familia. Para entonces, Pol Pot ya está enfermo: durante dicho juicio, acepta conceder una entrevista al periodista Nate Thayer de la "Far Eastern Economic Review", en la que asegura que los asesinatos se debieron a la falta de experiencia en el gobierno y a la mala actuación de algunas personas, y que él no es un hombre violento.

Muerte de Pol Pot 

Saloth Sar, quien pasaría a la historia como Pol Pot, murió el 15 de abril de 1998 a los 73 años de edad, en medio de las selvas camboyanas que en su juventud habían inspirado sus ideales. Era oficialmente prisionero del grupo que había fundado cuatro décadas atrás, los "Khmeres Rojos". Los informes oficiales establecen que su muerte se debió a un ataque cardíaco, pero rumores de un posible atentado a su vida se presentaron como una posibilidad. Su cuerpo fue incinerado en una hoguera de coches viejos, lugar que posteriormente fue rodeado por una barrera de láminas de hierro al norte del país, cerca del lugar de su muerte.
En mayo el ejército camboyano capturó los últimos emplazamientos de los Jémeres Rojos, mientras muchos líderes se entregaron al Gobierno y algunos, como Ieng Sary, fueron amnistiados. El entonces heredero de la línea de mando, Ta Mok, huye queriendo refugiarse en Tailandia, pero es capturado y llevado prisionero a Phnom Penh, donde murió en 2006. Permanecieron pequeños núcleos de khmeres rojos en el país sin organización y liderazgo, que poco a poco se integrarían a la nueva sociedad camboyana de la post-guerra.

Personalidad 

A pesar de las numerosas fuentes acerca de Pol Pot y los Khmeres Rojos, la personalidad de Pol Pot en particular es un punto que genera controversias y que llama la atención de muchos como ocurre con personajes históricos de su porte. Los resultados catastróficos de su gobierno y de un régimen que pasó a la historia como uno de los más sanguinarios del siglo XX hacen que se piense en una personalidad ruda, fría y calculadora. Sin embargo, las fuentes y testimonios señalan en cambio a un hombre muy diferente.
Milton Osborne recuerda el último encuentro del príncipe Norodom Sihanouk con Pol Pot el 5 de enero de 1979, días antes de la caída del régimen:
Haciendo casi eco de todos aquellos que pudieron conocer a Pol Pot en persona, Sihanouk recuerda la evidente carismática presencia del hombre. Su carisma no se manifestaba de manera violenta o en dramáticos estilos, sino más bien a través de una suave y gentil manera de hablar que llevaba a una intensa seducción. Sihanouk escribió cómo Pol Pot trajo a su mente al ruiseñor, que seduce a sus víctimas con sus maneras y suave voz. Al fin, cuando Pol Pot finalmente llevó su monólogo a un fin, los dos hombres se despidieron, cada uno hablando de prontas próximas reuniones". 
La amabilidad de Pol Pot es siempre un elemento común señalado por los que tuvieron algún contacto con él en algún momento de su vida. Nayan Chanda menciona por su parte la primera delegación de prensa a la que se le permitió ingresar en la denominada Kampuchea Democrática en julio de 1976. Esta delegación venía de Vietnam y estaba liderada por el periodista Tran Thanh Xuan, subdirector de la Agencia de Noticias de Vietnam. Este periodista dijo:
Pol Pot me pareció más bien encantador. No sólo fue un excelente anfitrión sino que dijo en su primera entrevista [la primera que concedía en su vida] que expresaba la gratitud camboyana a los amigos y hermanos de Vietnam por su pasada asistencia y dijo que la amistad y la solidaridad entre los dos era "tanto una cuestión estratégica como un sentimiento sagrado". 
El corresponsal de The New York Times, Sidney Schanberg, citado por Kenneth Quinn en su artículo "Explicando el terror", escribió:
...mucha gente me pregunta: ¿cómo pudo ser que el campesino camboyano que siempre habíamos visto tan amable, encantador y sonriente y educado se convirtiera en una especie de revolucionario duro, deprimente e incluso brutal, que entró en Phnom Penh el 17 de abril de 1975? No tengo respuestas. Una explicación parcial es que el sentimiento del campesinado camboyano acerca de la explotación de la tierra por parte de latifundistas, comerciantes y en general el sistema urbano fue mucho más profundo y más amargo que el que nosotros habíamos percibido. Pero hay, quizá, una respuesta más simple: la guerra. Los camboyanos fueron bombardeados por los B-52 de los Estados Unidos, encerrados entre dos bandos y secuestrados, así como sus aldeas destruidas por los Jemeres Rojos. La guerra les endureció. 
En contra de lo que podría pensarse en cuanto a ver a Pol Pot como un líder único, compartía su poder con los más allegados a su pensamiento y a su proyecto político, los mismos que coinciden con el "Grupo de Estudio de París". Si bien Pol Pot es el cerebro principal, no se ponía en un lugar visible, ante lo cual se generó una característica común a los Jemeres Rojos de ocultar la identidad de los líderes e incluso de los mismos cargos. La identidad del máximo dirigente de los Jemeres Rojos sólo se daría a conocer durante la constitución oficial de la Kampuchea Democrática el 5 de enero de 1976. Pero aun así el nombre de "Pol Pot" no decía nada a muchos, como lo expresa François Ponchaud en su obra "Camboya año cero" todavía en 1977:
Poco se sabe de Nuon Chea y Pol Pot. Muchos observadores piensan que Pol Pot es sólo un seudónimo de Nong Suon, pilar del comunismo camboyano desde la década de los 50; para otros es en realidad Rat Samuoneun, uno de los tres estudiantes enviados a trabajar como agente de contacto con los Vietminh-Khmer; y otros creen que es un antiguo trabajador de una plantación de caucho. Sin embargo, comparaciones de fotografías indican que Pol Pot es en realidad Saloth Sar. Nativo de Prey Sbeuv de la región de Kompung Thom e hijo de campesinos, Saloth Sar realizó un curso técnico en Phnom Penh y entonces fue a Francia a estudiar en la École du Livre. Se casó con Khieu Ponnary, fue el vice-presidente del comando militar central del PNLAFK durante los años de la guerra y se dice que ha sido el secretario del Partido Comunista Khmer desde el 30 de septiembre de 1972. 
En realidad, Pol Pot prefería permanecer lo más anónimo posible. La paranoia que empieza a desarrollar a partir de 1978 y que le lleva a crear un sistema nacional de sospecha, en el cual mueren muchos de los mismos Jemeres Rojos, puede tener sentido en esa actitud de mantener siempre su identidad en secreto y por lo cual se oculta en nombres como el de "Pol Pot". No existe ningún registro en el cual se diga que él o sus más altos mandos hicieron visitas a S-21 u otras prisiones posibles, tampoco a los campos de exterminio, pero sí a los frentes que combatían en las fronteras con Vietnam, en donde dirigió palabras a los soldados. Después de regresar de Francia, Saloth Sar se había dedicado a la enseñanza en Phnom Penh y el haber sido profesor, además de ser un indudable intelectual, hace que se sitúe como el profesor de su proyecto en la construcción de un nuevo país y hablará siempre de una "profunda instrucción y educación del colectivo". Siempre repetirá los mismos conceptos, incluso después de la caída del régimen, que giraban alrededor de la construcción de una nueva Camboya y a una seria educación, autocrítica, crítica y permanente revisión del estilo de vida revolucionario para depurar cualquier posible contradicción. Fuente: wikipedia